27 de octubre
de 2014 – TO – LUNES DE LA SEMANA XXX
Se enderezó
enseguida y glorificaba a Dios
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de
Efeso 4, 32-5, 8
Hermanos:
Sean mutuamente
buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha
perdonado en Cristo.
Traten de imitar a
Dios, como hijos suyos muy queridos. Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo,
que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a
Dios.
En cuanto al
pecado carnal y cualquier clase de impureza o avaricia, ni siquiera se los
mencione entre ustedes, como conviene a los santos. Lo mismo digo acerca de las
obscenidades, de las malas conversaciones y de las bromas groseras: todo esto
está fuera de lugar. Lo que deben hacer es dar gracias a Dios.
Y sépanlo bien: ni
el hombre lujurioso, ni el impuro, ni el avaro -que es un idólatra- tendrán
parte en la herencia del Reino de Cristo y de Dios.
No se dejen
engañar por falsas razones: todo eso atrae la ira de Dios sobre los que se
resisten a obedecerle. No se hagan cómplices de los que obran así!
Antes, ustedes
eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: cf. Ef 5, 1)
R. Tratemos de
imitar a Dios, como hijos suyos muy queridos.
¡Feliz el hombre
que no sigue el
consejo de los malvados,
ni se detiene en
el camino de los pecadores,
ni se sienta en la
reunión de los impíos,
sino que se complace
en la ley del Señor
y la medita de día
y de noche! R.
El es como un
árbol
plantado al borde
de las aguas,
que produce fruto
a su debido tiempo,
y cuyas hojas
nunca se marchitan:
todo lo que haga
le saldrá bien. R.
No sucede así con
los malvados:
ellos son como
paja que se lleva el viento,
porque el Señor
cuida el camino de los justos,
pero el camino de
los malvados termina mal. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Lucas 13, 10-17
Un sábado, Jesús
enseñaba en una sinagoga. Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la
tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no
podía enderezarse de ninguna manera. Jesús, al verla, la llamó y le dijo:
«Mujer, estás curada de tu enfermedad», y le impuso las manos.
Ella se enderezó
en seguida y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque
Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: «Los días de trabajo son
seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado.»
El Señor le
respondió: «¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata
del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber? Y esta hija de
Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía
ser librada de sus cadenas el día sábado?»
Al oír estas
palabras, todos sus adversarios se llenaron de confusión, pero la multitud se
alegraba de las maravillas que él hacía.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
En la carta a los Efesios, que venimos
leyendo, nos encontramos con una parte de matiz más moral, en la que el apóstol
da unos consejos prácticos en orden a la caridad fraterna y
la llamada a evitar la inmoralidad reinante en la sociedad de la época.
En la semana anterior nos presentó
el misterio del Cuerpo de Cristo, del que brota inmediatamente el
amor entre los hermanos.
Porque somos “miembros unos de
otros” no podemos vivir sin mutuo amor. Para el amor a los demás,
tenemos dos buenos maestros a imitar, Dios Padre que nos
perdonó en Cristo y Cristo Jesús que nos amó y se entregó por
nosotros.
Los cristianos tienen una nueva vida,
son un pueblo santo y se tiene que notar viviendo como hijos de la luz.
Por lo tanto deben evitar en su vida
la inmoralidad, la indecencia o el afán de
dinero porque son cosas que atraen el castigo de Dios.
Vivir en el amor como Cristo, no es una
“ley”, o un código de preceptos, ni se trata tan sólo de permisos o
prohibiciones. Es un estilo de vida que tenemos de imitar.
***
No era extraño en tiempos de Jesús,
que cualquier judío asistente, asiduo a la sinagoga, fuera invitado a hacer
alguna de las lecturas de la Escritura y si quería decir algo o explicitar algo
de lo leído, pudiera hacerlo. Después de la curación del hombre con la
mano paralizada, Jesús no había vuelto a aparecer en una sinagoga.
El evangelista nos narra que era
sábado, y que Jesús como buen judío, asiste a la sinagoga y además comenta
la Escritura. Pero su enseñanza no se queda atada a las palabras: la fidelidad
del Dios de la alianza se pone de manifiesto en la curación que Jesús
realiza. Palabra y gesto en Jesús van juntos.
La acción esta vez recae sobre una mujer
que hace dieciocho años permanece encorvada, según el modo de pensar de la
época, a causa de Satanás que la tenía esclavizada. El primer desafío que Jesús
realiza es llamar a la mujer para que se ponga en el centro de la
sinagoga. Las mujeres y los niños, tenían su propio lugar tanto en el templo
como en la sinagoga, que no era en absoluto el central. La mujer encorvada es símbolo
del pecado que tiene sujeto a Israel y a sus dirigentes. La leyes y normas
que estos imponen, en nombre de Dios, tienen un peso tan grande que han
doblegado al pueblo, lo han encorvado. Jesús desata a esta hija de
Abrahán, de las ataduras religiosas que le impedían disfrutar de la plena
condición humana, devolviendo su dignidad al hombre, por encima del resto de la
creación.
Realiza una acción claramente
mesiánica, y la realiza en el día sábado para reafirmar, pero
desde una nueva perspectiva, que el sábado es por excelencia el día del
Señor. Jesús repite los gestos de la creación, se inclina sobre
la pobre mujer y le impone sus manos, lo mismo que Dios se había
inclinado sobre Adán sin vida para infundirle su espíritu.
Jesús rehabilita a la mujer, devolviéndole, así al
hombre, su armonía originaria.
En la curación de esta mujer se da un
doble signo: cuestionar la dirigencia religiosa judía por su
concepción legalista y deshumanizada del sábado, y presentarse como
Mesías superior al sábado. Ante la crítica de los dirigentes, Jesús es
contundente, y no deja lugar a la réplica. No puede haber mayor preocupación
por un animal, que por un ser humano ni en sábado, ni ningún día.
Cuando se pierde el espíritu de la norma, ésta se vacía de
contenido y todos los valores se tergiversan, se
pierde la capacidad para el discernimiento verdadero y se termina
siendo esclavo de esa misma norma que tiene la función de
orientarnos y protegernos.
Una vez más queda establecido el señorío
absoluto de Jesús sobre el sábado, las instituciones judías, y la misma ley; y
se cumple lo que había proclamado en otra sinagoga de Galilea: no se hizo
el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre.
Por el mundo siguen andando hombres
y mujeres doblados y encorvados por el peso del hambre, de la pobreza,
los hijos, las preocupaciones familiares. Hombres y mujeres doblados y
encorvados por el peso de los trabajos, el esfuerzo y la lucha de la
vida. Otros van doblados y encorvados por la incomprensión, la
soledad, los malos recuerdos, los rencores, por los fracasos, las tristezas o
el mismo pecado.
La reacción de Cristo es la
misma. Dios no nos quiere oprimidos y esclavizados, ni caídos ni deprimidos ni
postrados. El nos quiere en pie, nos quiere libres. En pie
significa libertad, confianza, transcendencia y esperanza. Dios no
ha creado al hombre para que viva doblándose, sino para que viva con
dignidad. Por eso Dios mismo intervino para liberar a su pueblo
y se nos acerca en Cristo Jesús. Nos invita a poner
nuestras cargas en Él.
Para ayudar a que la gente se enderece y
pueda mirar con confianza, tenemos que recordar con la palabra y el gesto:
que, en Cristo el Señor, somos hijos de Dios. Todos valemos
mucho a los ojos de Dios, que no nos quiere como esclavos, sino como hijos. Que
nuestras palabras y, sobre todo, nuestras obras toquen y
enderecen a quienes pasan encorvados a nuestro lado, para que puedan alegrarse
con las maravillas de Dios.
PARA DISCERNIR
¿Qué cargas me aplastan y me doblegan?
¿Estoy convencido de que el Señor me puede
liberar?
¿Qué cargas se me imponen y cuáles son las
que yo mismo me impongo?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
…Cristo se ha entregado a sí mismo por mí…
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”La perfección de la vida cristiana
consiste en unirnos con el alma, con las palabras y con los hechos de la vida
misma a todos los términos que explican el nombre de Cristo. Alguien podría
objetar que este bien es difícilmente realizable, puesto que sólo el Señor de
lo creado es inmutable, mientras que la naturaleza humana es
mutable y está inclinada a los cambios. El
hombre no es mutable sólo en relación con el mal. La más bella manifestación de
la mutabilidad está representada por el crecimiento en el bien: el ascenso a
una condición mejor convierte en un ser más divino a quien se transforma en
sentido bueno. Lo que nos parece temible (hablo de la mutabilidad de nuestra
naturaleza) es, en realidad, un ala adaptada al vuelo hacia las cosas más
excelsas. La verdadera perfección consiste, en efecto, precisamente en esto, en
no detenerse nunca en el propio crecimiento y en no circunscribirlo dentro de
un límite”…
Gregorio de Nisa, Hasta, profesión y perfección del
cristiano.
PARA REZAR
GRACIAS SEÑOR
Gracias Señor,
porque podemos ser fuertes.
Gracias Señor,
porque podemos ser sinceros.
Gracias Señor,
porque somos alegres
Gracias Señor,
por la vida que nos das.
Gracias Señor,
porque nos quieres libres.
Gracias Señor,
porque nos das responsabilidades.
Gracias Señor,
porque somos capaces de tener amigos.
Gracias Señor,
porque así podemos hacer un mundo de
hombres hermanos.
LECTIO DIVINA
Esta hija de Abraham,
¿no podía ser liberada de sus cadenas el día sábado?
¿no podía ser liberada de sus cadenas el día sábado?
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Lucas 13, 10-17
Un sábado, Jesús enseñaba en una sinagoga. Había allí una mujer poseída de un espíritu, que la tenía enferma desde hacía dieciocho años. Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera. Jesús, al verla, la llamó y le dijo: «Mujer, estás curada de tu enfermedad», y le impuso las manos.
Ella se enderezó en
seguida y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque
Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: «Los días de trabajo son
seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado.»
El Señor le respondió: «¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber? Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser librada de sus cadenas el día sábado?»
El Señor le respondió: «¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no desata del pesebre a su buey o a su asno para llevarlo a beber? Y esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo aprisionada durante dieciocho años, ¿no podía ser librada de sus cadenas el día sábado?»
Al oír estas palabras,
todos sus adversarios se llenaron de confusión, pero la multitud se alegraba de
las maravillas que él hacía.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
La historia de la mujer
encorvada tiene la particularidad de que la enfermedad se atribuye a un
espíritu de enfermedad, y además que se afirma después, que Satanás la tenía
enferma hacía dieciocho años.
Jesús la sana como en
otros casos mediante la imposición de manos.
Los comentaristas no dejan
de observar que el jefe de la sinagoga no critica a Jesús directamente, a quién
probablemente él mismo había invitado a hablar, sino a la multitud. Jesús en su
respuesta trata de hipócritas a sus adversarios, no porque no observen sus
leyes, sino porque establecen reglas que salvan la letra de la legislación,
pero sin tener suficientemente en cuenta la dimensión humana.
Mientras permiten sin
dificultad a la gente que libere a los animales para llevarlos al abrevadero,
critican a Jesús porque ha liberado en sábado de sus ataduras a una hija de
Israel.
Ciertamente, el milagro lo
podía haber hecho al otro día, pero la lección que se deduce, se habría
perdido: ¿cómo se puede sostener que sea una violación de la ley del sábado, el
liberar precisamente en ese día, a una criatura de Dios, del yugo de Satanás?
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
·
¿En algún momento la mujer enferma, se acerca, pide, o muestra fe hacia Jesús?
¿Qué significa que sea Él quién tome la iniciativa a pesar de esto?
·
¿Por qué el jefe de la sinagoga no habla directamente a Jesús y se dirige a la
multitud?
·
¿Por qué Jesús los llama duramente “hipócritas”?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL
TEXTO BÍBLICO?
|
Señor, dame tu compasión
activa sobre el que sufre sin importar las formas legalistas ni lo que piensen
los demás.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO
BÍBLICO?
|
Reflexiono en las
distintas actitudes de los participantes de la historia: la mujer, Jesús, los
líderes de la sinagoga, la multitud.
Trato de identificarme con
alguno/os de ellos.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
·
¿Tomaré yo la iniciativa de acercarme al que sufre como lo hizo Jesús?
·
¿Cómo viviré mi fe para que no sea hipócrita?
·
¿Me alegro con la multitud por las maravillas de Jesús?
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