7 de noviembre de 2014

7 de noviembre de 2014 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XXXI

a continuación:
7 de noviembre - María Mediadora de todas las Gracias

…Ser astutos como los hijos de este mundo…

PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Filipos    3, 17-4, 1

    Sigan mi ejemplo, hermanos, y observen atentamente a los que siguen el ejemplo que yo les he dado. Porque ya les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es la perdición, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que los cubre de vergüenza, y no aprecian sino las cosas de la tierra. En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo. El transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso, con el poder que tiene para poner todas las cosas bajo su dominio.
    Por eso, hermanos míos muy queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son mi alegría y mi corona, amados míos, perseveren firmemente en el Señor. 
Palabra de Dios.

SALMO    
Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5 (R.: cf. 1) 
R.    Vamos con alegría a la Casa del Señor.

    ¡Qué alegría cuando me dijeron:
    «Vamos a la Casa del Señor»!
    Nuestros pies ya están pisando
    tus umbrales, Jerusalén. R.

    Jerusalén, que fuiste construida
    como ciudad bien compacta y armoniosa.
    Allí suben las tribus,
    las tribus del Señor. R.

    -Según es norma en Israel-
    para celebrar el nombre del Señor.
    Porque allí está el trono de la justicia,
    el trono de la casa de David. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas    16, 1-8

    Jesús decía a sus discípulos:
    «Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto.”
    El administrador pensó entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!.”
    Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” “Veinte barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez.”
    Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos.”
    Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.»
Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

En la comunidad de Filipos, como en todas, hay algunos que “andan como enemigos de la cruz de Cristo”, que “sólo aspiran a cosas terrenas”, más aún, “su dios es el vientre y su gloria, sus vergüenzas”. No han sacado las consecuencias de su fe en Jesús. Pablo quiere dejar bien en claro que ser cristiano afecta a la manera de vivir, al estilo de conducta.
Ayer, Pablo, se puso como ejemplo de los que han sabido descubrir a Cristo en su vida, y dejar por Él otras posibilidades que tenían; hoy se vuelve a poner como ejemplo en cuanto al estilo de vida, invitándolos a participar en la carrera que él lleva. Conocen cuál es el sentido de la vida y lo que deben hacer para alcanzar la meta cristiana, pero este conocimiento, no es más que un primer paso. Es necesario que se lancen hacia delante y corran hasta alcanzar “el galardón de la soberana vocación de Dios, en Cristo Jesús”.
Un cristiano debe considerarse “ciudadano del cielo” y tener la mirada fija en el futuro, “de donde aguardamos un Salvador, el Señor Jesucristo, que transformará nuestra condición humilde en condición gloriosa, como la suya”. Aunque el mundo pretenda presentar la satisfacción de nuestros instintos y el placer de los sentidos, como criterio fundamental de la existencia, un cristiano sabe que hay otros valores superiores a los que dar prioridad en su vida.
Entre el ayer y el mañana, los discípulos deben vivir el hoy con alegría, con coherencia, con vigilancia, solo así puede dar ejemplo a los demás.
***
Toda la vida de Jesús, sus gestos y sus palabras, anuncian un Dios de gratuidad. Después de las tres parábolas de la misericordia, en las que Jesús responde a la crítica que le hacen los fariseos y maestros de la ley porque se mezcla con publicanos y pecadores, Lucas continúa esta sección de instrucción a sus discípulos con una nueva parábola: el mayordomo astuto. ¿Por qué elogia al administrador? Para comprenderlo, hay que situar la parábola en un contexto mucho más amplio, para poder ver que se presenta como un resumen de todo el evangelio.
Jesús ya había hablado del “administrador fiel y prudente”, encargado de distribuir a cada uno su ración. La ración debía ser abundante; la misericordia debe ser grande como la del Padre. Esto se encuentra en el trasfondo de la escena del administrador que perdonó las “deudas” a los deudores del amo.
Un patrón pide cuentas a su mayordomo porque éste malgasta sus bienes. El mayordomo quedará sin empleo y tendrá que ganarse la vida de otra forma. Ya no se encuentra en condiciones de cavar y, mendigar le resulta vergonzoso. Entonces se le ocurre esta salida astuta: al que debía cien barriles de aceite, le pasa la cuenta sólo por cincuenta; y al que debía cien medidas de trigo, le pasa cuenta sólo por ochenta. Con esto buscaba ganarse la simpatía y el aprecio de los deudores de su patrón para ser recibido luego por ellos con agradecimiento. Renuncia a unos derechos de cobro, para conseguir una ganancia mejor en su nueva situación de desempleado. Esto, es lo que admira su patrón, y lo que lleva a Jesús a sentenciar que «los hijos de este mundo son más sagaces que los hijos de la luz».
La revelación de la gracia divina abre una nueva era a la humanidad. Los administradores prudentes son los que imitan con sus hermanos el perdón del Padre. Dios nos ha dado su gracia sin cálculos. Los tiempos de crisis exigen una decisión a la altura de la situación. El discípulo es invitado en la tarea evangelizadora a la creatividad y sagacidad, a recuperar esas características y a ponerlas en función de la construcción del reino. Jesús invita a sus discípulos a saber aprovechar y no desperdiciar ninguna oportunidad para anunciar la propuesta del reino.
El Reino de Dios no puede estar condenado a la ineficacia ni a la incomprensibilidad. Hacer en virtud de la luz, lo que otros hacen por el poder de las tinieblas. Jesús reprocha a los cristianos el hecho de no tener el mismo ingenio, ni la misma inteligencia para “sus asuntos espirituales”, que los que tienen para los asuntos de este mundo. No es de creyentes maduros, quedarse en hermosos principios, necesitamos agotar el ingenio preocupándonos por llegar hasta la eficacia.
El amor de Dios es gracia sin condiciones. El Señor nos ha enriquecido con su Vida, y ha derramado abundantemente su Espíritu Santo en nosotros, para administrar los bienes de Dios; dejando de lado nuestras miradas egoístas, miopes y sin audacia; abriendo nuestros ojos y trabajando, para que el Reino de Dios, llegue a quienes se han alejado de Él, viven hundidos en el dolor, el pecado, o dominados por la injusticia o la maldad.

PARA DISCERNIR

¿Anuncio el evangelio a tiempo y a destiempo?
¿Comprometo todos mis dones en este anuncio?
¿Aprovecho todas las oportunidades para dar testimonio de mi fe?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

…Hazme siempre hijo de tu luz, Señor…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Vivir como buen gerente de los dones de Dios
…”De estas regiones [India y Sri Lanka] no sé escribiros nada más si no es esto: son tan grandes las consolaciones comunicadas por Dios nuestro Señor a los que van por entre los paganos para convertirlos a la fe en Cristo, que si hay algún gozo en esta vida, es este, ciertamente. A menudo me ocurre oír decir a alguno que está entre estos cristianos: « ¡Señor, no me des tantas consolaciones en esta vida! Pero, puesto que en vuestra bondad y misericordia infinitas me las dais, ¡llevadme a vuestra santa gloria! ¡Tanta es la pena que se tiene de vivir sin veros, una vez que os habéis manifestado así a vuestra criatura!» ¡Oh, si los que buscan conocerlo a través del saber en los estudios se esforzaran tanto para buscarlo en estas consolaciones del apostolado, no pasarían día y noche buscando el saber! Si los gozos que busca un estudiante en lo que aprende, los buscara haciendo sentir a su prójimo lo que le es necesario para conocer a Dios, cuanto más consolado y mejor preparado se encontraría para dar cuenta de sí mismo cuando Cristo volverá y le pedirá; «Dame cuenta de tu gestión»…
Acabo pidiendo a Dios nuestro Señor… que nos reúna en su santa gloria. Y para obtenernos este beneficio, tomemos por intercesoras y abogadas todas las almas santas de las regiones en que me encuentro… A todas estas santas almas, les pido que obtengan de Dios nuestro Señor, todo el tiempo que nos queda de separación, la gracia de sentir en lo íntimo de nuestras almas su santísima voluntad y cumplirla perfectamente”… 
San Francisco Javier (1506-1552), misionero jesuita – Carta del 15•01•1544

PARA REZAR

Tú nos llamas, Señor y Dios nuestro,
a anunciar tu Reino.
El tiempo se ha cumplido:
ha llegado la hora de la fe. 
Te suplicamos, Señor,
que liberes nuestros corazones con tu Espíritu
y afiances nuestra decisión:
ha llegado la hora de que nos pongamos
a seguir a tu Hijo como sus discípulos y misioneros.
Ayúdanos a llevar el evangelio a todos los hombres.
Que nunca nos cerremos a nadie y atendamos a las llamadas que nos hacen.
Que caminemos con los ojos abiertos y el corazón en la mano
confesando nuestra fe, sin miedo ni vergüenza
siendo Testigos tuyos en el mundo,
llevando la Buena Noticia a la humanidad,
construyendo una Iglesia unida, justa y fraternal.
María Madre de los Apóstoles,
enséñanos la radicalidad del Evangelio,
para no desfigurar el mensaje de salvación
y un que un día podamos encontrarnos con todos en el Reino. Amén

- 7 de noviembre – María, Mediadora de todas las gracias

PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Galacia    4, 4-7

    Hermanos:
    Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
    Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios. 
Palabra de Dios.

SALMO    
Jdt 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)

R.    ¡Tú eres el insigne honor de nuestra raza!

    Que el Dios Altísimo te bendiga, hija mía,
    más que a todas las mujeres de la tierra;
    y bendito sea el Señor Dios,
    creador del cielo y de la tierra. R.

    Nunca olvidarán los hombres
    la confianza que has demostrado
    y siempre recordarán el poder de Dios. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan    2, 1-11

    Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.»
    Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete.» Así lo hicieron.
    El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento.»
    Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
 Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

En el episodio de las bodas de Caná, san Juan presenta la primera intervención de María en la vida pública de Jesús poniendo de relieve su cooperación en la misión de su Hijo.
Caná es una aldea de Galilea, mencionada tres veces en el evangelio de Juan. Se localiza a unos 8 kms. al nordeste de Nazaret, en el camino que lleva a Tiberíades. Juan introduce el signo de Caná, con la indicación: “el tercer día”, que tiene la finalidad de poner en relación el primer milagro de Jesús con el Sinaí y con la resurrección.
Lo mismo que en el Sinaí, Yahvé reveló su gloria dando su ley a Moisés, así en Caná, Jesús revela su gloria dando el vino mejorsímbolo de la nueva ley que es su evangelio. Además del Sinaí, este “tercer día” de Caná, hace referencia al tercer día del misterio pascualla resurrección. En esta hora el Padre revela la gloria del Hijo, es decir, la verdad plena de su persona.
Se celebraban unas bodas. Según las costumbres del Antiguo Testamento, las fiestas de la boda duraban normalmente siete días, y eran lógicamente la ocasión para un alegre banquete, servido habitualmente en casa del esposo. Por tanto, se necesitaba tener una buena provisión de vino. Y esto fue lo que falló en Caná.
María estaba entre los invitados de esta celebración. El texto refiere que Jesús y sus discípulos fueron invitados junto con María; nos está indicando que la presencia del Hijo en aquella boda, fue en razón de la madre.
La Virgen como experta y preocupada ama de casa, inmediatamente se da cuenta que falta el vino e interviene para ayudar a los esposos en su dificultad y para que no decaiga la alegría de todos. Dirigiéndose a Jesús, le expresa su preocupación por esa situación, esperando una intervención que la resuelva.
Después de una respuesta un tanto enigmática, Jesús accedió a la petición de la madre, y convirtió en vino copioso y de calidad, el agua contenida en las seis tinajas, puestas allí para las abluciones rituales que los judíos realizaban antes de sentarse a la mesa. De esta forma Jesús dio comienzo a sus prodigios y fue aquél, el signo que suscitó la fe incipiente de los discípulos en Él, como Mesías.
Es evidente que este relato de las bodas, delinea ya con bastante claridad, la nueva dimensión, el nuevo sentido de la maternidad de María. En el texto de Juan, se manifiesta concretamente una maternidad según el espíritu y no únicamente según la carne; María
se preocupa por los hombres, sale al encuentro en toda la gama de sus necesidades. Este ir al encuentro de las necesidades del hombre, la introduce en el radio de acción de la misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo.
Por consiguiente, se da una mediación: María se pone entre su Hijo y los hombres desde sus pobrezas, indigencias y sufrimientos. Se pone «en medio», hace de mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre; consciente de que como tal, puede, «tiene el derecho de», hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres. Su mediación tiene un carácter de intercesión: María «intercede» por los hombres. Y no sólo; como Madre desea también que se manifieste el poder salvador del Hijo, su poder redentor encaminado a socorrer la desdicha humana, a liberar al hombre del mal que bajo diversas formas pesa sobre su vida.
Otra manifestación de la función materna e intercesora de María se encuentra en las palabras dirigidas a los sirvientes: «Hagan lo que Él les diga». La Madre de Cristo se presenta ante los hombres como portavoz de la voluntad del Hijo, indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse para que pueda manifestarse el poder salvador del Mesías.
En Caná, gracias a la intercesión de María y a la obediencia de los criados, Jesús provoca la primera «señal» y contribuye a suscitar la fe de los discípulos. Redemptoris Mater, 21.
Así como María tomó parte en la Encarnación y la Redención por su Divina Maternidad y sus dolores en el calvario, así ahora ella adecuadamente coopera en la distribución de las gracias merecidas por su Hijo. Dice San Bernardo “Es la voluntad de Dios que obtengamos todo por medio de María”. Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres. Pero Él, no por necesidad sino por benevolenciaha querido asociarse otros mediadores. Entre ellos, María.
La mediación universal de María, tanto en la obtención como en la distribución universal de todas las gracias, arranca y se fundamenta en su función de madre espiritual de todos los hombres, que se inicia en la tierra y continua ejerciéndola desde el cielo, por lo que María coopera en la impetración y distribución actual de todas las gracias concedidas a los hombres.
El pueblo de Dios siempre ha creído en la mediación de María y ha invocado su misericordia. Basta recordar la oración que ya en el siglo tercero recitaban los fieles y que posteriormente fue introducida en la liturgia y que ha llegado hasta nuestros días:
“Bajo tu protección nos acogemos, santa Madre de Dios, no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita“.
La fiesta de María Medianera de todas las gracias fue instituida por el papa Benedicto XV en 1921; en ella se nos invita a recurrir siempre con confianza a esta mediación incesante de la Madre del Salvador.
El Concilio Vaticano II ha escrito sobre esta condición de mediadora de la Santísima Virgen: «María, asunta a los cielos, no ha dejado su misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. Con su amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. «Lo cual, sin embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada nada a la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador». (LG 62).
La Virgen no es solamente la madre de la cabeza, sino que además ha cooperado con la caridad, al nacimiento de los fieles en la iglesia y es verdaderamente madre de los miembros de CristoEn esta cooperación, María no ha sido instrumento pasivo en las manos de Dios, sino que ofreció una aportación responsable y activa a través de un servicio libremente expresado y con fe, esperanza y caridad. LG 53.56. 

PARA DISCERNIR

¿Busco la intercesión de la Virgen en mi camino de fe?
¿Experimento su cercanía y presencia maternal?
¿Valoro su presencia cooperadora en la salvación realizada por Jesús?

PARA REZAR

Mi santísima Señora, Madre de Dios,
llena de gracia, tú eres la gloria de nuestra naturaleza,
el canal de todos los bienes,
la reina de todas las cosas después de la Trinidad…,
la mediadora del mundo después del Mediador;
tú eres el puente misterioso que une la tierra con el cielo,
la llave que nos abre las puertas del paraíso,
nuestra abogada, nuestra mediadora.
Mira mi fe, mira mis piadosos anhelos
y acuérdate de tu misericordia y de tu poder.
Madre de Aquel que es el único misericordioso y bueno,
acoge mi alma en mi miseria y,
por tu mediación, hazla digna de estar
un día a la diestra de tu único Hijo. 
San Efrén de Siria



LECTIO DIVINA 
  
Los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     16, 1-8

    Jesús decía a sus discípulos:
    Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: "¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto."
    El administrador pensó entonces: "¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!”
  Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?" "Veinte barriles de aceite", le respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez."
    Después preguntó a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" "Cuatrocientos quintales de trigo", le respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo y anota trescientos."
    Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz. 
Palabra del Señor. 

1.     LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:                        

Este texto nos habla de un administrador deshonesto, que al saber que está por perder su puesto, se enfrenta a una situación angustiosa. Es hora de tomar decisiones astutas y urgentes para poder sobrevivir. 
Está por quedarse en la calle, y necesita asegurar su futuro. Por eso, reduce parte de la deuda a los deudores de su jefe; de esa manera se gana su amistad para que luego lo reciban y lo auxilien cuando quede en la calle. 
El texto parece indicar que lo que hizo este administrador no era honesto. Muchos comentadores han hallado una salida: decir que el porcentaje de la deuda que el administrador perdonó a los deudores era en realidad lo que le correspondía a él como ganancia por lograr cobrar las deudas. 
También hoy, cuando algunas deudas incobrables, se le ofrece al cobrador un porcentaje alto para estimularlo a buscar la manera de cobrar esas deudas, y a veces se concede hasta el 50% de la deuda. En ese caso, este administrador no habría sido deshonesto, porque estaba disponiendo del porcentaje que le correspondía a él por el cobro de las deudas. En ese caso, la astucia estaba en optar por acumular amigos, en lugar de acumular dinero. 
De cualquier manera, tanto en esta parábola como en cualquier otra, no se trata de explicar los detalles, sino de captar la enseñanza de fondo. Aquí simplemente se nos invita a usar el dinero con inteligencia, haciendo el bien, compartiendo, dando limosna, porque de esa manera acumulamos un tesoro en el cielo: “El que se apiada del pobre presta dinero al Señor” (Prov. 19,17) 

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ  ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·                       Preguntas para la meditación:

·         ¿Qué es lo que resalta centralmente la parábola?
·         ¿Cuál es mi actitud y apego hacia el dinero?
·         ¿Soy buen mayordomo de las cosas que Dios puso a mi cuidado?

3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ilumíname para que no me engañe a mí mismo creyendo que es la acumulación de bienes lo que asegura mi futuro. Lo que Tú me pagarás abundantemente es lo que yo haya entregado con generosidad. Por eso, Señor, enséñame a ver que lo que me queda para el futuro son las obras de amor que haya realizado.

4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en la enseñanza central de la parábola y medito en mi actitud de corazón y acción con los bienes materiales.

5.     ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción:

·         ¿Cómo ser un buen mayordomo de los bienes que Dios puso a mi cuidado?
·         ¿Tengo actitudes de piedad hacia los necesitados?

·         ¿Qué pasaría si el Señor me pidiera hoy cuentas de mi administración cristiana?

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