7
de noviembre de 2014 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XXXI
a continuación:
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7 de noviembre - María Mediadora de todas las Gracias
…Ser astutos como los hijos de este mundo…
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Filipos 3,
17-4, 1
Sigan mi ejemplo, hermanos, y
observen atentamente a los que siguen el ejemplo que yo les he dado. Porque ya
les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que se
portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es la perdición, su dios es
el vientre, su gloria está en aquello que los cubre de vergüenza, y no aprecian
sino las cosas de la tierra. En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y
esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo. El
transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo
glorioso, con el poder que tiene para poner todas las cosas bajo su dominio.
Por eso, hermanos míos muy
queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son mi alegría y mi corona,
amados míos, perseveren firmemente en el Señor.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5 (R.: cf. 1)
R. Vamos con alegría a la Casa
del Señor.
¡Qué alegría cuando me
dijeron:
«Vamos a la Casa del Señor»!
Nuestros pies ya están pisando
tus umbrales, Jerusalén. R.
Jerusalén, que fuiste
construida
como ciudad bien compacta y
armoniosa.
Allí suben las tribus,
las tribus del Señor. R.
-Según es norma en Israel-
para celebrar el nombre del
Señor.
Porque allí está el trono de
la justicia,
el trono de la casa de David.
R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Lucas 16, 1-8
Jesús decía a sus discípulos:
«Había un hombre rico que
tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le
dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración,
porque ya no ocuparás más ese puesto.”
El administrador pensó
entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No
tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para
que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!.”
Llamó uno por uno a los
deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” “Veinte
barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo,
siéntate en seguida, y anota diez.”
Después preguntó a otro: “Y
tú, ¿cuánto debes?” “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El
administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos.”
Y el señor alabó a este
administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de
este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
En la comunidad de Filipos, como en todas, hay algunos que “andan
como enemigos de la cruz de Cristo”, que “sólo aspiran a cosas terrenas”, más
aún, “su dios es el vientre y su gloria, sus vergüenzas”. No han sacado las
consecuencias de su fe en Jesús. Pablo quiere dejar bien en claro
que ser cristiano afecta a la manera de vivir, al estilo de
conducta.
Ayer, Pablo, se puso como ejemplo de los que han
sabido descubrir a Cristo en su vida, y dejar por Él otras posibilidades que
tenían; hoy se vuelve a poner como ejemplo en cuanto
al estilo de vida, invitándolos a participar en la carrera que él
lleva. Conocen cuál es el sentido de la vida y lo que deben hacer para alcanzar
la meta cristiana, pero este conocimiento, no es más que un primer paso. Es
necesario que se lancen hacia delante y corran hasta alcanzar “el galardón
de la soberana vocación de Dios, en Cristo Jesús”.
Un cristiano debe considerarse “ciudadano del
cielo” y tener la mirada fija en el futuro, “de donde aguardamos un Salvador,
el Señor Jesucristo, que transformará nuestra condición humilde en condición
gloriosa, como la suya”. Aunque el mundo pretenda presentar la satisfacción de
nuestros instintos y el placer de los sentidos, como criterio fundamental de la
existencia, un cristiano sabe que hay otros valores superiores a
los que dar prioridad en su vida.
Entre el ayer y el mañana, los discípulos
deben vivir el hoy con alegría, con coherencia, con vigilancia, solo
así puede dar ejemplo a los demás.
***
Toda la vida de Jesús, sus gestos y
sus palabras, anuncian un Dios de gratuidad. Después de las tres
parábolas de la misericordia, en las que Jesús responde a la crítica que le
hacen los fariseos y maestros de la ley porque se mezcla con publicanos y
pecadores, Lucas continúa esta sección de instrucción a sus discípulos con
una nueva parábola: el mayordomo astuto. ¿Por qué elogia al
administrador? Para comprenderlo, hay que situar la parábola en un
contexto mucho más amplio, para poder ver que se presenta como un resumen
de todo el evangelio.
Jesús ya había hablado del “administrador fiel y
prudente”, encargado de distribuir a cada uno su ración. La ración debía ser abundante;
la misericordia debe ser grande como la del Padre. Esto se encuentra en el
trasfondo de la escena del administrador que perdonó las “deudas” a los
deudores del amo.
Un patrón pide cuentas a su mayordomo porque éste
malgasta sus bienes. El mayordomo quedará sin empleo y tendrá que ganarse la
vida de otra forma. Ya no se encuentra en condiciones de cavar y, mendigar le
resulta vergonzoso. Entonces se le ocurre esta salida astuta: al que debía
cien barriles de aceite, le pasa la cuenta sólo por cincuenta; y al que debía
cien medidas de trigo, le pasa cuenta sólo por ochenta. Con esto buscaba
ganarse la simpatía y el aprecio de los deudores de su patrón para ser
recibido luego por ellos con agradecimiento. Renuncia a unos derechos de
cobro, para conseguir una ganancia mejor en su nueva situación de desempleado.
Esto, es lo que admira su patrón, y lo que lleva a Jesús a sentenciar que
«los hijos de este mundo son más sagaces que los hijos de la luz».
La revelación de la gracia divina abre
una nueva era a la humanidad. Los administradores
prudentes son los que imitan con sus hermanos el perdón del Padre. Dios
nos ha dado su gracia sin cálculos. Los tiempos de crisis exigen una decisión a
la altura de la situación. El discípulo es invitado en la tarea evangelizadora
a la creatividad y sagacidad, a recuperar esas características y a ponerlas en
función de la construcción del reino. Jesús invita a sus discípulos a
saber aprovechar y no desperdiciar ninguna oportunidad para anunciar la
propuesta del reino.
El Reino de Dios no puede estar condenado a
la ineficacia ni a la incomprensibilidad. Hacer en virtud
de la luz, lo que otros hacen por el poder de las tinieblas. Jesús
reprocha a los cristianos el hecho de no tener el mismo ingenio, ni la
misma inteligencia para “sus asuntos espirituales”, que los
que tienen para los asuntos de este mundo. No es de creyentes maduros, quedarse
en hermosos principios, necesitamos agotar el ingenio preocupándonos
por llegar hasta la eficacia.
El amor de Dios es gracia sin condiciones. El
Señor nos ha enriquecido con su Vida, y ha derramado
abundantemente su Espíritu Santo en nosotros, para administrar los bienes
de Dios; dejando de lado nuestras miradas egoístas, miopes y sin audacia;
abriendo nuestros ojos y trabajando, para que el Reino de Dios, llegue a
quienes se han alejado de Él, viven hundidos en el dolor, el pecado, o
dominados por la injusticia o la maldad.
PARA DISCERNIR
¿Anuncio el evangelio a tiempo y a destiempo?
¿Comprometo todos mis dones en este anuncio?
¿Aprovecho todas las oportunidades para dar testimonio
de mi fe?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
…Hazme siempre hijo de tu luz, Señor…
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Vivir como buen gerente de los dones de
Dios
…”De estas regiones [India y Sri Lanka] no sé escribiros nada más si no es esto: son tan grandes las consolaciones comunicadas por Dios nuestro Señor a los que van por entre los paganos para convertirlos a la fe en Cristo, que si hay algún gozo en esta vida, es este, ciertamente. A menudo me ocurre oír decir a alguno que está entre estos cristianos: « ¡Señor, no me des tantas consolaciones en esta vida! Pero, puesto que en vuestra bondad y misericordia infinitas me las dais, ¡llevadme a vuestra santa gloria! ¡Tanta es la pena que se tiene de vivir sin veros, una vez que os habéis manifestado así a vuestra criatura!» ¡Oh, si los que buscan conocerlo a través del saber en los estudios se esforzaran tanto para buscarlo en estas consolaciones del apostolado, no pasarían día y noche buscando el saber! Si los gozos que busca un estudiante en lo que aprende, los buscara haciendo sentir a su prójimo lo que le es necesario para conocer a Dios, cuanto más consolado y mejor preparado se encontraría para dar cuenta de sí mismo cuando Cristo volverá y le pedirá; «Dame cuenta de tu gestión»…
…”De estas regiones [India y Sri Lanka] no sé escribiros nada más si no es esto: son tan grandes las consolaciones comunicadas por Dios nuestro Señor a los que van por entre los paganos para convertirlos a la fe en Cristo, que si hay algún gozo en esta vida, es este, ciertamente. A menudo me ocurre oír decir a alguno que está entre estos cristianos: « ¡Señor, no me des tantas consolaciones en esta vida! Pero, puesto que en vuestra bondad y misericordia infinitas me las dais, ¡llevadme a vuestra santa gloria! ¡Tanta es la pena que se tiene de vivir sin veros, una vez que os habéis manifestado así a vuestra criatura!» ¡Oh, si los que buscan conocerlo a través del saber en los estudios se esforzaran tanto para buscarlo en estas consolaciones del apostolado, no pasarían día y noche buscando el saber! Si los gozos que busca un estudiante en lo que aprende, los buscara haciendo sentir a su prójimo lo que le es necesario para conocer a Dios, cuanto más consolado y mejor preparado se encontraría para dar cuenta de sí mismo cuando Cristo volverá y le pedirá; «Dame cuenta de tu gestión»…
Acabo pidiendo a Dios nuestro Señor… que nos reúna en
su santa gloria. Y para obtenernos este beneficio, tomemos por intercesoras y
abogadas todas las almas santas de las regiones en que me encuentro… A todas
estas santas almas, les pido que obtengan de Dios nuestro Señor, todo el tiempo
que nos queda de separación, la gracia de sentir en lo íntimo de nuestras almas
su santísima voluntad y cumplirla perfectamente”…
San Francisco Javier (1506-1552),
misionero jesuita – Carta del 15•01•1544
PARA REZAR
Tú nos llamas, Señor y Dios nuestro,
a anunciar tu Reino.
El tiempo se ha cumplido:
ha llegado la hora de la fe.
Te suplicamos, Señor,
que liberes nuestros corazones con tu Espíritu
y afiances nuestra decisión:
ha llegado la hora de que nos pongamos
a seguir a tu Hijo como sus discípulos y misioneros.
Ayúdanos a llevar el evangelio a todos los hombres.
Que nunca nos cerremos a nadie y atendamos a las llamadas que nos hacen.
Que caminemos con los ojos abiertos y el corazón en la mano
confesando nuestra fe, sin miedo ni vergüenza
siendo Testigos tuyos en el mundo,
llevando la Buena Noticia a la humanidad,
Ayúdanos a llevar el evangelio a todos los hombres.
Que nunca nos cerremos a nadie y atendamos a las llamadas que nos hacen.
Que caminemos con los ojos abiertos y el corazón en la mano
confesando nuestra fe, sin miedo ni vergüenza
siendo Testigos tuyos en el mundo,
llevando la Buena Noticia a la humanidad,
construyendo una Iglesia unida, justa y fraternal.
María Madre de los Apóstoles,
María Madre de los Apóstoles,
enséñanos la radicalidad del Evangelio,
para no desfigurar el mensaje de salvación
y un que un día podamos encontrarnos con todos en el
Reino. Amén
- 7 de noviembre – María, Mediadora de todas las gracias
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de
Galacia 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió
el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la
Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos
adoptivos.
Y la prueba de que
ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su
Hijo, que clama a Dios llamándolo ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más
esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
SALMO
Jdt 13, 18bcde. 19 (R.: 15, 9d)
R. ¡Tú eres el
insigne honor de nuestra raza!
Que el Dios
Altísimo te bendiga, hija mía,
más que a todas
las mujeres de la tierra;
y bendito sea el
Señor Dios,
creador del cielo
y de la tierra. R.
Nunca olvidarán
los hombres
la confianza que
has demostrado
y siempre
recordarán el poder de Dios. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Juan 2, 1-11
Tres días después
se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de
Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que
ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a los
sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.»
Había allí seis
tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que
contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de
agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó
Jesús, y lleven al encargado del banquete.» Así lo hicieron.
El encargado probó
el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los
sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: «Siempre se
sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de
inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento.»
Este fue el
primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su
gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor.
PARA
REFLEXIONAR
En el episodio de las bodas de Caná, san
Juan presenta la primera intervención de María en la vida
pública de Jesús poniendo de relieve su cooperación en la misión de su
Hijo.
Caná es una aldea de Galilea,
mencionada tres veces en el evangelio de Juan. Se localiza a unos 8 kms. al
nordeste de Nazaret, en el camino que lleva a Tiberíades. Juan introduce el
signo de Caná, con la indicación: “el tercer día”, que tiene
la finalidad de poner en relación el primer milagro de Jesús con el
Sinaí y con la resurrección.
Lo mismo que en el Sinaí, Yahvé reveló su
gloria dando su ley a Moisés, así en Caná, Jesús revela su
gloria dando el vino mejor, símbolo de la nueva ley
que es su evangelio. Además del Sinaí, este “tercer día” de
Caná, hace referencia al tercer día del misterio pascual: la
resurrección. En esta hora el Padre revela la gloria del Hijo, es
decir, la verdad plena de su persona.
Se celebraban unas bodas. Según las
costumbres del Antiguo Testamento, las fiestas de la boda duraban normalmente
siete días, y eran lógicamente la ocasión para un alegre banquete, servido
habitualmente en casa del esposo. Por tanto, se necesitaba tener una buena
provisión de vino. Y esto fue lo que falló en Caná.
María estaba entre los
invitados de esta celebración. El texto refiere que Jesús y sus discípulos
fueron invitados junto con María; nos está indicando que la presencia
del Hijo en aquella boda, fue en razón de la madre.
La Virgen como experta y preocupada
ama de casa, inmediatamente se da cuenta que falta el vino e interviene para
ayudar a los esposos en su dificultad y para que no decaiga la alegría de
todos. Dirigiéndose a Jesús, le expresa su preocupación por esa situación, esperando una
intervención que la resuelva.
Después de una respuesta un tanto
enigmática, Jesús accedió a la petición de la madre, y convirtió en vino
copioso y de calidad, el agua contenida en las seis tinajas, puestas allí para
las abluciones rituales que los judíos realizaban antes de sentarse a la mesa.
De esta forma Jesús dio comienzo a sus prodigios y fue aquél,
el signo que suscitó la fe incipiente de los discípulos en Él, como
Mesías.
Es evidente que este relato de las bodas,
delinea ya con bastante claridad, la nueva dimensión, el nuevo sentido de
la maternidad de María. En el texto de Juan, se manifiesta
concretamente una maternidad según el espíritu y no únicamente según
la carne; María
se preocupa por los hombres, sale al encuentro en toda la gama de sus necesidades. Este ir al encuentro de las necesidades del hombre, la introduce en el radio de acción de la misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo.
se preocupa por los hombres, sale al encuentro en toda la gama de sus necesidades. Este ir al encuentro de las necesidades del hombre, la introduce en el radio de acción de la misión mesiánica y del poder salvífico de Cristo.
Por consiguiente, se da una
mediación: María se pone entre su Hijo y los hombres desde sus
pobrezas, indigencias y sufrimientos. Se pone «en medio», hace de
mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de
madre; consciente de que como tal, puede, «tiene el derecho de», hacer
presente al Hijo las necesidades de los hombres. Su mediación tiene
un carácter de intercesión: María «intercede» por los hombres. Y no
sólo; como Madre desea también que se manifieste el poder salvador del
Hijo, su poder redentor encaminado a socorrer la desdicha humana, a
liberar al hombre del mal que bajo diversas formas pesa sobre su vida.
Otra manifestación de la función materna e
intercesora de María se encuentra en las palabras dirigidas a los
sirvientes: «Hagan lo que Él les diga». La Madre de
Cristo se presenta ante los hombres como portavoz de la voluntad del
Hijo, indicadora de aquellas exigencias que deben cumplirse para que pueda
manifestarse el poder salvador del Mesías.
En Caná, gracias a la intercesión de María
y a la obediencia de los criados, Jesús provoca la primera «señal» y contribuye
a suscitar la fe de los discípulos.
Redemptoris Mater, 21.
Así como María tomó parte en la
Encarnación y la Redención por su Divina Maternidad y sus dolores en el
calvario, así ahora ella adecuadamente coopera en la distribución de las
gracias merecidas por su Hijo. Dice San Bernardo “Es la voluntad de
Dios que obtengamos todo por medio de María”. Cristo es el único
mediador entre Dios y los hombres. Pero Él, no por necesidad sino por
benevolencia, ha querido asociarse otros mediadores. Entre
ellos, María.
La mediación universal de María,
tanto en la obtención como en la distribución universal de todas las gracias,
arranca y se fundamenta en su función de madre espiritual de todos los hombres,
que se inicia en la tierra y continua ejerciéndola desde el cielo, por lo que
María coopera en la impetración y distribución actual de todas las gracias
concedidas a los hombres.
El pueblo de Dios siempre ha creído en la
mediación de María y ha invocado su misericordia. Basta recordar la oración que
ya en el siglo tercero recitaban los fieles y que posteriormente fue
introducida en la liturgia y que ha llegado hasta nuestros días:
“Bajo tu protección nos acogemos, santa
Madre de Dios, no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras
necesidades, antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y
bendita“.
La fiesta de María Medianera de
todas las gracias fue instituida por el papa Benedicto XV en 1921; en ella se
nos invita a recurrir siempre con confianza a esta mediación incesante
de la Madre del Salvador.
El Concilio Vaticano II ha escrito sobre
esta condición de mediadora de la Santísima Virgen: «María, asunta a
los cielos, no ha dejado su misión salvadora, sino que con su múltiple
intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. Con su
amor materno cuida de los hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se
hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria
bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia
con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. «Lo cual, sin
embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada nada a la
dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador». (LG 62).
La Virgen no es solamente la madre de
la cabeza, sino que además ha cooperado con la caridad, al nacimiento
de los fieles en la iglesia y es verdaderamente madre de los miembros de Cristo. En
esta cooperación, María no ha sido instrumento pasivo en las manos de Dios,
sino que ofreció una aportación responsable y activa a través de un servicio
libremente expresado y con fe, esperanza y caridad. LG 53.56.
PARA
DISCERNIR
¿Busco la intercesión de la Virgen en mi
camino de fe?
¿Experimento su cercanía y presencia
maternal?
¿Valoro su presencia cooperadora en la
salvación realizada por Jesús?
PARA REZAR
Mi santísima Señora, Madre de Dios,
llena de gracia, tú eres la gloria de nuestra
naturaleza,
el canal de todos los bienes,
la reina de todas las cosas después de la Trinidad…,
la mediadora del mundo después del Mediador;
tú eres el puente misterioso que une la tierra con el
cielo,
la llave que nos abre las puertas del paraíso,
nuestra abogada, nuestra mediadora.
Mira mi fe, mira mis piadosos anhelos
y acuérdate de tu misericordia y de tu poder.
Madre de Aquel que es el único misericordioso y bueno,
acoge mi alma en mi miseria y,
por tu mediación, hazla digna de estar
un día a la diestra de tu único Hijo.
San Efrén de Siria
LECTIO DIVINA
Los hijos de este mundo son
más astutos que los hijos de la luz
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 16, 1-8
Jesús
decía a sus discípulos:
Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar
sus bienes. Lo llamó y le dijo: "¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame
cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto."
El administrador pensó entonces: "¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me
quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya
sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en
su casa!”
Llamó
uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: "¿Cuánto
debes a mi señor?" "Veinte barriles de aceite", le respondió. El
administrador le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota
diez."
Después preguntó a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?" "Cuatrocientos
quintales de trigo", le respondió. El administrador le dijo: "Toma tu
recibo y anota trescientos."
Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan
hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los
demás que los hijos de la luz.
Palabra del
Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
Este texto nos
habla de un administrador deshonesto, que al saber que está por perder su
puesto, se enfrenta a una situación angustiosa. Es hora de tomar decisiones
astutas y urgentes para poder sobrevivir.
Está por
quedarse en la calle, y necesita asegurar su futuro. Por eso, reduce parte de
la deuda a los deudores de su jefe; de esa manera se gana su amistad para que
luego lo reciban y lo auxilien cuando quede en la calle.
El texto
parece indicar que lo que hizo este administrador no era honesto. Muchos
comentadores han hallado una salida: decir que el porcentaje de la deuda que el
administrador perdonó a los deudores era en realidad lo que le correspondía a
él como ganancia por lograr cobrar las deudas.
También hoy,
cuando algunas deudas incobrables, se le ofrece al cobrador un porcentaje alto
para estimularlo a buscar la manera de cobrar esas deudas, y a veces se concede
hasta el 50% de la deuda. En ese caso, este administrador no habría sido
deshonesto, porque estaba disponiendo del porcentaje que le correspondía a él
por el cobro de las deudas. En ese caso, la astucia estaba en optar por
acumular amigos, en lugar de acumular dinero.
De cualquier
manera, tanto en esta parábola como en cualquier otra, no se trata de explicar
los detalles, sino de captar la enseñanza de fondo. Aquí simplemente se nos
invita a usar el dinero con inteligencia, haciendo el bien, compartiendo, dando
limosna, porque de esa manera acumulamos un tesoro en el cielo: “El que se
apiada del pobre presta dinero al Señor” (Prov. 19,17)
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
·
¿Qué es lo que resalta centralmente la parábola?
·
¿Cuál es mi actitud y apego hacia el dinero?
·
¿Soy buen mayordomo de las cosas que Dios puso a mi cuidado?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL
TEXTO BÍBLICO?
|
Señor,
ilumíname para que no me engañe a mí mismo creyendo que es la acumulación de
bienes lo que asegura mi futuro. Lo que Tú me pagarás abundantemente es lo que
yo haya entregado con generosidad. Por eso, Señor, enséñame a ver que lo que me
queda para el futuro son las obras de amor que haya realizado.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO
BÍBLICO?
|
Reflexiono en
la enseñanza central de la parábola y medito en mi actitud de corazón y acción
con los bienes materiales.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
·
¿Cómo ser un buen mayordomo de los bienes que Dios puso a mi cuidado?
·
¿Tengo actitudes de piedad hacia los necesitados?
·
¿Qué pasaría si el Señor me pidiera hoy cuentas de mi administración cristiana?
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