16 de diciembre de 2014


…Vino Juan…y los pecadores le creyeron…

PRIMERA LECTURA 
Lectura de la profecía de Sofonías    3, 1-2. 9-13

    Así habla el Señor:
    ¡Ay de la rebelde, de la impura, de la ciudad opresora! Ella no escuchó el llamado, no aprendió la lección, no puso su confianza en el Señor ni se acercó a su Dios.
    Entonces, yo haré que sean puros los labios de los pueblos, para que todos invoquen el nombre del Señor y lo sirvan con el mismo empeño. Desde más allá de los ríos de Cus, mis adoradores, los que están dispersos, me traerán ofrendas.
    Aquel día, ya no tendrás que avergonzarte de las malas acciones con las que me has ofendido, porque yo apartaré a esos jactanciosos prepotentes que están en medio de ti, y ya no volverás a engreírte sobre mi santa Montaña.
    Yo dejaré en medio de ti a un pueblo pobre y humilde, que se refugiará en el nombre del Señor. El resto de Israel no cometerá injusticias ni hablará falsamente; y no se encontrarán en su boca palabras engañosas. Ellos pacerán y descansarán sin que nadie los perturbe.
Palabra de Dios.

SALMO    
Sal 33, 2-3. 6-7. 17-18. 19 y 23 (R.: 7a) 
R.    El pobre invocó al Señor, y él lo escuchó.

    Bendeciré al Señor en todo tiempo,
    su alabanza estará siempre en mis labios.
    Mi alma se gloría en el Señor:
    que lo oigan los humildes y se alegren. R.

    Miren hacia él y quedarán resplandecientes,
    y sus rostros no se avergonzarán.
    Este pobre hombre invocó al Señor:
    él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

    El Señor rechaza a los que hacen el mal,
    para borrar su recuerdo de la tierra.
    Cuando los justos claman, el Señor los escucha
    y los libra de todas sus angustias. R.

    El Señor está cerca del que sufre
    y salva a los que están abatidos.
    El Señor rescata a sus servidores,
    y los que se refugian en él no serán castigados. R.

EVANGELIO
    X Lectura del santo Evangelio según san Mateo    21, 28-32

    Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
    « ¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: “Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña.” El respondió: “No quiero.” Pero después se arrepintió y fue.
    Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: “Voy, Señor”, pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?»
    «El primero», le respondieron.
    Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.
    En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

Sofonías escribe un siglo después de Isaías, aproximadamente en el 640. La historia del pueblo escogido es una larga serie de infidelidades: idolatrías, injusticias sociales, hipocresía religiosa.
Los primeros versículos que leemos hoy constituyen una queja dolorosa de Dios, al ver que Jerusalén, lejos de oír su voz, de buscarlo y arrepentirse con sincera conversión, se ha vuelto ciudad rebelde, manchada, opresora, ciudad materialista. Es tarea de los profetas denunciar ese mal.
Pero en la última parte del texto, Dios redunda en promesas de restauración mesiánica. Y no sólo para Jerusalén, sino para todos los pueblos, a los que dará “labios puros” para que “le invoquen y lo sirvan unánimes”.
El profeta tiene una visión mesiánica y universalista; anuncia que las desgracias que sobrevendrán a Jerusalén, la purificarán y que será el comienzo de una era nueva, que verá la conversión y la afluencia de paganos en el pueblo de Dios.
Un pueblo que experimenta su debilidad y su pobreza, encontrará su fortaleza en una vuelta sincera a Diosreconociéndose pobre y débil ante Él. Este reconocimiento es lo que lo hace grato a los ojos de Dios.
***
La conversación de ayer con los doctores de la ley viene seguida de la parábola de los dos hijos. Mientras uno de los hijos dice “sí”, sin medir las consecuencias, el otro reflexiona y vuelve sobre su primera afirmación y termina por cumplir la misión que su Padre la había confiado.
Jesús coloca a los fariseos como delante un espejo. De poco les sirve un piadoso cumplimiento y un santo discurso, si existe la distancia de dos mundos entre las palabras y las acciones.
No deja de asombrar el evangelio cuando Jesús coloca los publicanos y las prostitutas encabezando el cortejo que entra en el Reino de Dios. Jesús no hace apología del robo, ni de la prostitución. Detrás de estas comparaciones busca mostrar que a Dios sólo le interesa la confianza que el hombre es capaz de tener en su palabra de vida y salvación.
Los publicanos son justificados no por haber robado, sino por haber creído en quien los invitó a seguirlo. La salvación no se alcanza por acumular méritos, sino por creer en la gracia del que salva a los pobres y a los que se convierten de corazón. Juan Bautista recibió el odio de los fariseos, de los sacerdotes y de los ancianos por haber recibido a todo hombre sin pedirle otra cosa que la conversión del corazón, sin importar tanto el pasado, sino la vida nueva de la gracia, que mira siempre hacia adelante.

Para discernir

¿Somos capaces de volver sobre nuestros pasos cuan do nos equivocamos?
¿Juzgamos a los demás según su pasado o damos oportunidades?
¿Nos detenemos en el pasado o confiamos en lo que Dios puede obrar en nosotros?

Repitamos a lo largo de este día

…Quiero hacer tu voluntad Señor…

Para la lectura espiritual

…”Oh pueblos, oh tierra entera, gritemos al Señor, y escuchará nuestra oración, porque el Señor se alegra del arrepentimiento y de la conversión de los hombres. Todas las potencias celestes esperan que también gocemos de la suavidad de Dios y contemplemos la belleza de su rostro. Cuando los hombres conservan el santo temor de Dios, la vida en la tierra es serena y dulce. Ahora, sin embargo, los hombres han comenzado a vivir según su propia voluntad y su razón, y han abandonado los santos mandamientos, y esperan encontrar felicidad sin el Señor, no sabiendo que sólo el Señor es nuestra verdadera alegría y sólo en el Señor el hombre encuentra felicidad.
Él caldea el alma como el sol reaviva las flores del campo y como el viento le acuna, infundiéndole vida.
Señor, dirige tu pueblo hacia ti, para que conozca tu amor y todos vean en el Espíritu Santo la mansedumbre de tu rostro: que todos gocen aquí en la tierra de la visión de tu rostro y -viéndote como eres- se asemejen a ti. Gloria al Señor, porque nos ha concedido el arrepentimiento y por medio del arrepentimiento todos seremos salvados sin excepción”… 
Archimandrita Sofronio, Silvano del Monte Athos

Para rezar

De luz nueva se viste la tierra,
porque el sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.

El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.

Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia la alegría,
el Señor que en los cielos moraba
se hizo carne en la Virgen María.

Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén

LECTIO DIVINA 

Vino Juan y los pecadores creyeron en él 

     + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     21, 28-32

Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
« ¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: "Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña." El respondió: "No quiero." Pero después se arrepintió y fue.
Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: "Voy, Señor", pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?»
«El primero», le respondieron.
Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.
En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él.»
Palabra del Señor.
 

1.   LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:

En este texto Jesús muestra de una manera breve y directa las dos actitudes que puede haber ante la voluntad de Dios: la del que hace alarde de su entrega, de su perfección y de su generosidad, pero que cuando llega el momento no sabe reconocer ni cumplir con lo que Dios concretamente le pide; y la del que reconoce su incapacidad, su fragilidad y su imperfección, pero que finalmente abre su corazón y se entrega.
Dios siempre prefiere al que dice no, pero después va, antes que al que dice sí, pero luego no va.
Pero Jesús muestra también cómo se concretizaban en su época esas dos actitudes, y se detiene a ejemplificarlo precisamente con los pecadores y prostitutas; porque ellos con sólo escuchar el anuncio de Juan el Bautista se habían convertido, mientras las personas consagradas a Dios que veían y escuchaban nada menos que al Mesías, eran incapaces de abrir el corazón; se creían profundamente religiosos y servían a Dios, pero al Dios que se adaptaba a sus ideas y tradiciones, un Dios creado por ellos a la medida de sus propias estructuras y costumbres.
Muchas veces nos detenemos más a contemplar las estructuras y tradiciones que la acción de Dios en la vida de las personas.
Por eso a veces nos conviene tratar de descubrir sinceramente cuáles son las cosas que nos apasionan para ver si nuestras opciones son las de Dios. A Jesús le apasiona sobre todo el corazón humano, mucho más que todo lo que pueda rodear al hombre, mucho más que las apariencias mundanas y religiosas.  
Texto extraído de “El Evangelio de cada día”
Víctor M. Fernández - Editorial San Pablo – Página 28    

2.   MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·                       Preguntas para la meditación:

·        ¿Cuál es la actitud de corazón y de acción que realmente espera Dios que manifieste?
·        ¿Por qué Jesús es tan directo y duro en su comparación?
·        ¿Qué lugar ocupa el arrepentimiento en la parábola de Jesús?

3.   ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
                          
  Ayúdame Señor, para que valore lo maravilloso que es conocerte, escuchar tu Palabra, recibirte en la Eucaristía, de manera que no me sienta tan perfecto en mi respuesta, que experimente mi pequeñez ante un don tan grande. Dame tu gracia, para que no te responda con promesas, sino que tú mismo poder oriente mi vida a una respuesta generosa y a una conversión real.

4.  CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en la comparación de intención y de acción de la parábola. 
Medito en lo duro que debe haber sido semejante comparación para los jefes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos de esa época.  
Pienso en mi voluntad genuina, promesas sinceras y acciones reales de servicio a Dios. 

5.   ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción:

·        ¿Qué respuesta le daré al Señor ante un llamado práctico de servicio?
·        ¿Prometí algo piadoso que luego no cumplí? ¿Hice algún gesto de amor cristiano que en una primera reacción me rehusaba?

·        ¿Qué lugar ocupa el arrepentimiento ante las excusas que suelo dar para no servir al Señor?

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