17 de diciembre de 2014 –ADVIENTO – MIÉRCOLES DE LA SEMANA III
17 de diciembre
…De María nació Jesús llamado Cristo…
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del
Génesis 49, 1-2. 8-10
Jacob llamó a sus
hijos y les habló en estos términos:
«Reúnanse, para
que yo les anuncie lo que les va a suceder en el futuro:
Reúnanse y
escuchen, hijos de Jacob, oigan a Israel, su padre.
A ti, Judá, te
alabarán tus hermanos, tomarás a tus enemigos por la nuca y los hijos de tu
padre se postrarán ante ti. Judá es un cachorro de león. -¡Has vuelto de la
matanza, hijo mío!- Se recuesta, se tiende como un león, como una leona: ¿quién
lo hará levantar?
El cetro no se
apartará de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas, hasta que llegue
aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia.»
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17 (R.: cf. 7)
R. Que en sus días
florezca la justicia y abunde la paz eternamente.
Concede, Señor, tu
justicia al rey
y tu rectitud al
descendiente de reyes,
para que gobierne
a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con
rectitud. R.
Que las montañas
traigan al pueblo la paz,
y las colinas, la
justicia;
que él defienda a
los humildes del pueblo,
socorra a los
hijos de los pobres. R.
Que en sus días
florezca la justicia
y abunde la paz,
mientras dure la luna;
que domine de un
mar hasta el otro,
y desde el Río
hasta los confines de la tierra. R.
Que perdure su
nombre para siempre
y su linaje
permanezca como el sol;
que él sea la
bendición de todos los pueblos
y todas las
naciones lo proclamen feliz. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 1, 1-17
Genealogía de
Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham fue padre
de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá
fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de
Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de
Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este
fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre
de Jesé; Jesé, padre del rey David.
David fue padre de
Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue
padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de
Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de
Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de
Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de
Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
Después del
destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de
Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre
de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud;
Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob
fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado
Cristo.
El total de las
generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones;
desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el
destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
Palabra del Señor.
Para reflexionar
La escena del Génesis nos prepara para
escuchar luego la genealogía de Jesús. La salvación futura, se
perfila de un modo ya bastante concreto en este poema, en boca del anciano
Jacob, que se despide de sus hijos. Es la familia de su
hijo Judá, la elegida por Dios, para que de ella nazca
el Mesías.
***
Mateo empieza su evangelio con el
árbol genealógico de Jesús. No se trata de una enumeración de los antepasados
de Jesús. Es la historia del «adviento» de Jesús que nos ayuda a
entender mejor el misterio del Dios-con-nosotros.
El Hijo de Dios, la Palabra
eterna del Padre, se ha encarnado plenamente en la historia humana arraigándose
en el pueblo concreto de Israel. Pertenece con pleno derecho a la familia
humana. Jesús, no sólo está profundamente enraizado en nuestra historia, sino
que es el culmen de la historia humana.
Lo importante es que los nombres que
aparecen no son los de una letanía de Santos. El se ha unido con
el ser humano y no con el más limpio y puro, sino con una familia en
la que entre sus antepasados hay personajes famosos e ilustres, y también
criminales y pecadores de todo tipo. Jacob le arrancó con trampas su
primogenitura a Esaú. Judá vendió a su hermano
José. David es una mezcla de santo y pecador. La mayoría de
los reyes son idólatras y asesinos. Aun las
mujeres nombradas no tienen un legajo muy recomendable: incestuosas
como Tamar, prostitutas como Rahab, adúlteras como Betsabé; la única
que no tiene nada reprochable es Rut, pero pertenecía a Moab,
un pueblo odiado por los israelitas.
Después del destierro hay muy
pocos que se distingan por sus valores humanos y religiosos hasta
llegar a los dos últimos nombres, José y María. Los pensamientos de Dios
no son los de los hombres. Dios va construyendo la historia de la salvación a
partir personas concretas.
Pero el Mesías salvador nace por una
intervención directa de Dios en la historia humana. Jesús no es un hombre
cualquiera. El nacimiento virginal, por obra del Espíritu Santo, nos
muestra esta acción de Dios como una segunda creación, que supera la
descrita en el Génesis.
Jesús se arraiga en la humanidad al cabo
de una historia marcada por el pecado, pero también por la esperanza.
Todos somos solidarios de Cristo, primero por la carne y luego por la fe.
También la Navidad de cada año, la
celebramos hombres y mujeres débiles, pecadores y con un pasado tal
vez cargado de muchas sombras. Dios quiere conceder su gracia a
personas que tal vez tampoco son un modelo de santidad. Esto es
una invitación a mirar a todos con ojos nuevos, sin menospreciar a
nadie. Nadie está imposibilitado para recibir la salvación. Jesús
viene a sanar a los enfermos y a salvar a los pecadores, no
a felicitar a los sanos, a canonizar a los buenos. En esto se apoya nuestra
confianza.
En cada Navidad, el Señor quiere
darnos la oportunidad de rehacer nuestra vida, de tal forma que en
adelante, nos podamos manifestar como hijos de Dios, llenos de amor, de perdón
y de ternura, como Él se ha manifestado con nosotros.
Este tiempo de adviento es
un tiempo para mirarnos, reconocernos,
aceptarnos, para dejar que Dios nos ame y nos salve, en y desde la
historia concreta de cada uno.
Para discernir
¿Acepto mi historia y mi presente?
¿Puedo leer mi vida como una historia que
vamos haciendo codo a codo con Dios?
¿Tengo esperanza en las promesas de Dios?
Repitamos a lo largo de este día
…Que te reconozca Jesús…
Para la lectura espiritual
…”Los largos y prodigiosos siglos que
preceden al primer nacimiento no están vacíos de Cristo, sino penetrados por su
potente influjo.
Es la agitación de su concepción la que
mueve las masas cósmicas y dirige las primeras corrientes biosféricas. La
preparación de su nacimiento es la que
acelera el progreso del instinto y hace que el pensamiento desemboque en la tierra. No nos escandalicemos ingenuamente de la interminable espera que nos ha impuesto el Mesías.
acelera el progreso del instinto y hace que el pensamiento desemboque en la tierra. No nos escandalicemos ingenuamente de la interminable espera que nos ha impuesto el Mesías.
Se requería nada menos que las espantosas
y anónimas fatigas del hombre primitivo, la durable belleza egipcia, la espera
inquieta de Israel, el perfume destilado del misticismo oriental, la sabiduría
cien veces refinada de los griegos, para que del tronco de Jesé y de la
humanidad germinase un retoño y pudiese abrirse la Flor.
Todas estas preparaciones eran
cósmicamente, biológicamente necesarias para que Cristo entrase en la escena
humana. Y toda esta agitación se movía por el desvelo activo y
creador de su alma en cuanto que esta alma era elegida para animar al Universo.
Cuando Cristo aparece en brazos de María,
en él se elevaba todo el mundo.
No, yo no me escandalizo de estas esperas
interminables y de estos largos preparativos. Todavía lo contemplo en el
corazón de los hombres de hoy, que, de luz en luz, caminan lentamente hacia
aquel que es la luz. Caminan hacia esta Palabra que ha sido pronunciada, pero
todavía no escuchada, algo así como el esplendor de las estrellas que emplean
tantos años para llegar a nuestros ojos”…
P. Teilhard de Chardin, El medio divino.
Para rezar
Ven Señor Jesús
Ven Señor Jesús, hijo de Dios
que entraste en el mundo como uno de tantos,
que podamos en tu Iglesia mostrarte
como único salvador y redentor.
Ven Señor Jesús, a nuestra historia
de miseria y de pecado para que comprendiendo
tu amor redentor descubramos que cada momento
de nuestra existencia
forma parte de una historia de salvación.
Ven Señor Jesús, y danos tu sabiduría y dulzura
que nos permita trabajar en las cosas cotidianas
dejando una impronta de tu presencia.
LECTIO DIVINA
Genealogía de Jesucristo, hijo de David
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según
san Mateo 1,
1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de
Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos
fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de
Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre
de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de
este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.
David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de
Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre
de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de
Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán;
Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació
Jesús, que es llamado Cristo.
El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta
David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia,
catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce
generaciones.
Palabra del Señor.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
Algunas
personas creen que es inútil leer estas genealogías, que no son más que listas de
nombres. Quizá nosotros mismos alguna vez hemos tenido esa impresión negativa,
cuando nos hemos angustiado escuchando esa monótona lista de generaciones y
generaciones.
En
este caso, se trata de la lista de los antepasados de Jesús. Pero en realidad es
la culminación de las genealogías que aparecen en el antiguo libro de Génesis,
donde se nos narra la creación de todo el universo y del ser humano.
¿Qué
puede enseñarnos esta genealogía?
Nos
muestra que Jesús no es alguien aislado de toda la historia anterior, sino que
en él se cumplen las promesas de Dios, y que en Jesús logra su fruto más
perfecto la bendición de Dios a la humanidad.
En
esta genealogía de Mateo, Jesús es el que viene a cumplir las promesas de Dios
a su pueblo amado, a pesar de los pecados que hubo en la historia de ese pueblo
(la prostitución de Tamar en v.3 y el pecado de David en el v. 6); mientras que
en la genealogía de Lucas, que se remonta a Adán, Jesús es el resultado más
bello de la fecunda bendición que Dios dio al hombre cuando lo creó.
Aquella
bendición originaria de Dios, en los comienzos de la humanidad, alcanza a su
máxima expresión en Jesús, que es el fruto más precioso que Dios quiso producir
cuando bendijo a la humanidad al principio de los tiempos.
También
con nuestra historia, llena de pecados e infidelidades, Dios puede terminar
haciendo algo bello, si somos capaces de dejarlo entrar en nuestra vida con su
luz y su poder.
Texto
extraído de “El Evangelio de cada día”
Víctor
M. Fernández - Editorial San Pablo – Página 32.
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
·
¿Cuál es el motivo por el cual Mateo incluye esta
genealogía en su evangelio?
·
¿Qué diferencias fundamentales hay entre ésta
genealogía y la del evangelio de Lucas?
·
¿Por qué es importante que esta genealogía comience
con Abraham y culmine con Jesús?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO
BÍBLICO?
|
Señor,
quisiera presentarte mi propia historia, la de mi familia, la de mi pueblo sufrido,
y también los pecados que han manchado esa historia; para que te hagas
presente, reines en esa historia y saques de allí frutos preciosos.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
Reflexiono
acerca de la importancia que el texto bíblico le da a la historia de los
pueblos y de las personas.
Medito
sobre la vida de los personajes bíblicos que reconozco y la importancia de que
Jesús sea su descendiente.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
· ¿Qué
importancia le daré a cada persona nombrada en el texto bíblico, aún en
genealogías o largas listas por ejemplo en censos?
· ¿Cómo influye
en mi vida, saber que el Señor tiene interés en la historia de los pueblos y de
las personas?
·
¿Tendré
ahora partes del texto que no me parezcan necesarias de leer?
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