1 de febrero de 2015 – TO – DOMINGO
IV – Ciclo B
…Tiene
autoridad…
PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro del Deuteronomio
18,15-20.
Habló Moisés al pueblo diciendo: El Señor,
tu Dios, te suscitará un profeta como yo, de entre tus hermanos. A él le escucharéis.
Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: «No
quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese
terrible incendio; no quiero morir.»
El Señor me respondió: «Tienen razón;
suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su
boca y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que
pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la
arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en
nombre de dioses extranjeros, es reo de muerte..»
Palabra del Señor
SALMO
Sal 94,1-2. 6-7. 8-9
R: Ojalá escuchéis hoy su voz, no
endurezcáis vuestros corazones.
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos en su presencia dándole gracias,
vitoreándole al son de instrumentos.
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos en su presencia dándole gracias,
vitoreándole al son de instrumentos.
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto:
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.»
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto:
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.»
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del Apóstol
San Pablo
a los Corintios 7,32-35.
Hermanos:
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el
célibe se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en
cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su
mujer, y anda dividido.
Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera
se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma;
en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a
su marido.
Os digo todo esto para vuestro bien, no
para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el
Señor sin preocupaciones.
Palabra del Señor
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Marcos 1, 21 – 28
Llegó Jesús a Cafarnaún, y cuando el
sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su
enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un
hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
-¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno?
¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: El Santo de Dios.
Jesús lo increpó:
-Cállate y sal de él.
El espíritu inmundo lo retorció y, dando
un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:
-¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad
es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y lo obedecen.
Su fama se extendió en seguida por todas
partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra del Señor
Para reflexionar
El pueblo reclamaba un hombre que pudiera
hacer de intermediario entre él y el Señor. Moisés se muestra a sí mismo como
modelo del profeta enviado por el Señor. En el Horeb recibió Moisés la promesa
como el profeta que habría de venir. Moisés es el primero que hará de
intermediario. Este profeta es elegido de entre sus hermanos. La elección la
hace Dios, no el pueblo. Es Dios quien guía a su pueblo y, por lo tanto, quien
escoge sus enviados muchas veces de modo desconcertante.
***
En la lectura de hoy, san Pablo se centra
más en una visión escatológica de la vida del cristiano. Desearía ver a los
cristianos verdaderamente liberados, no con una liberación egoísta sino con una
liberación que permita una unión más directa y más constante con Dios, y que
favorezca el servicio a los demás.
Los corintios habían heredado de su propia
filosofía el dualismo según el cual la materia es mala y el cuerpo es como un
sepulcro del alma por lo cual no merece más que desprecio. De este principio
unos vivían en el libertinaje, dado que el cuerpo no podía contaminar al alma y
otros se iban hasta el extremo opuesto considerando malas las relaciones
conyugales dentro del matrimonio. Pablo pone las cosas en su lugar. El
matrimonio es santo y debe ser santificado moralmente. Sin embargo, el
matrimonio no es el único estado de vida posible, sino que, a la luz de las
enseñanzas de Cristo, existen otros valores como lo es la virginidad consagrada
como signo del reino de los cielos.
***
En la Palestina de la época de Jesús había
sinagogas no sólo en los centros importantes sino también en los pueblos y en
las aldeas. Allí acudían los israelitas para la oración y para la lectura y la
explicación de la ley. Cualquiera de los participantes podía ser invitado a
dirigir la palabra a los demás o podía pedir la palabra para intervenir.
En la sinagoga de Cafarnaúm Jesús toma la
palabra para enseñar. No interpreta los mandamientos, ni expone las verdades de
la Escritura, ni realiza sentencias avalado por los textos sagrados como lo
hacían los escribas. El maestro de Nazaret, por el contrario, se presenta como auténtico
profeta, investido de un poder que le viene de Dios.
Él es el Hijo a quien el Padre le ha
entregado todas las cosas y es consciente de que en él y en su mensaje la Ley y
los Profetas adquieren plenitud de sentido.
La gente se maravillaba de cómo enseñaba
porque no lo hace como los maestros de la ley, sino la autoridad del profeta
prometido que anuncia que el reino de Dios está cerca, con la autoridad que
brota de ser el “enviado” de Dios y de que su Palabra y su vida forman una
unidad plena En Jesús no existía división entre lo que decía y lo que vivía.
Probaba con sus obras sus palabras, vivía lo que enseñaba. Por eso los oyentes
experimentaban la fuerza de Dios en sus palabras porque sus palabras brotaban
de una experiencia profunda. Su enseñanza pone de manifiesto su persona y su
calidad de enviado de lo alto.
No sólo predica la Buena Nueva de Dios,
sino que es la Buena Nueva en acción La proclamación del reino de Dios lleva
consigo no solo el anuncio de una liberación futura, sino que impulsa a Jesús a
realizar obras liberadoras a favor del hombre.
El relato del exorcismo viene a confirmar
su persona y su misión. En tiempos de Jesús era corriente pensar que los
demonios estaban en el origen de cualquier enfermedad, especialmente en las
diversas enfermedades mentales que por sus manifestaciones hacían pensar que el
enfermo no era ya dueño de sí mismo. Se las consideraban con frecuencia como la
personificación del mal. Jesús viene a liberar al hombre del pecado; pero
también el mal físico, la enfermedad,
En este relato como en todos los
exorcismos del evangelio de Marcos se respira un aire de lucha entre el
“fuerte” (Satanás) y el “más fuerte” (Jesús). En aquel hombre Jesús descubre el
signo de la presencia del adversario, del que divide, de aquel que impide el
plan de Dios y que destruye al hombre, de aquel que se apropia de una criatura
de Dios.
El evangelista llama a este adversario
“espíritu inmundo” que en el sentido bíblico más amplio significa todo lo que
no es apto para la más mínima relación con Dios, que es el absolutamente “puro”
y “santo”.
Por eso es importante que este espíritu
inmundo sea expulsado para que el hombre deje de ser un prisionero, un poseído,
un dividido, y pueda encontrar la armonía, la unidad y la plenitud perdidas.
Jesús descubre esta situación de posesión y se enfrenta a ella con autoridad.
El proyecto de Jesús es todo lo contrario al de un hombre poseído. Por eso el
diablo se rebela contra Jesús: “¿Qué quieres de nosotros? ¿Has venido a acabar
con nosotros?”
La venida del Reino en Jesús se pone de
manifiesto en la derrota del demonio. Jesús ha venido a liberar al hombre de
toda esclavitud, a retornarlo a sí mismo, viene a ofrecer a todo el pueblo y a
cada hombre la posibilidad de encontrarse con un Dios que no esclaviza, sino
que libera.
El contenido “religioso” de todo el texto
no se reduce a la existencia de los demonios, sino la necesidad de luchar, en
nombre del Evangelio, contra todo aquello que oprime, que “posee” al hombre.
Lo fundamental del anuncio cristiano es que
el demonio y las fuerzas del mal han sido vencidas y que, con Jesús, nosotros
podemos hacer nuestra esa victoria.
Jesús se enfrenta con la mentira, con el
egoísmo, con el mal, con el pecado. Nosotros tenemos que ubicarnos claramente
de su lado. Tenemos que luchar contra el mal, esté donde esté: en nosotros
mismos, en la sociedad, en la Iglesia.
Hoy es común no creer en el demonio,
quizás como rechazo a ciertas espiritualidades que lo ven por todos lados. Ha
habido un abuso grotesco de lo demoníaco a tal punto que pensar o hablar del
demonio es entrar en el terreno de la ciencia ficción. La consecuencia más
grave es que nuestra sociedad actual niega en la práctica la existencia del
mal, niega la existencia de la línea que divide lo bueno de lo malo. Los demonios
o espíritus inmundos no son seres raros o monstruosos que ultrajan y golpean a
las personas; son situaciones internas o externas que desintegran al ser
humano.
Es demoniaca la ambición de poder y de
dinero, la manipulación política y las desigualdades económicas, las opresiones
de unos hombres y de unos pueblos por otros, la violencia institucionalizada,
la carrera armamentista, la irresponsabilidad ecológica, la idolatría y
degradación del sexo, las envidias, los rencores e incomprensiones a todos los
niveles, las drogas.
El demonio realiza bien su trabajo cuando
se cree que la vida no tiene sentido, que todo es malo, que no hay nada que
hacer; o se cree que el mundo es un paraíso y que se puede ser feliz sin el
esfuerzo cotidiano, que la vida cristiana puede existir al margen del amor, de
la cruz y de los hermanos.
Seguir a Jesús tiene que ayudarnos a
identificar los malos espíritus que habitan y dañan la vida personal o social.
Jesús tuvo y sigue teniendo autoridad. Con la presencia de Jesús los malos
espíritus quedan al descubierto y se hace visible lo que degrada al hombre y
destruye el mundo.
Nuestra misión como Iglesia, prolongando
la misión de Jesús, es también liberar a los hombres, ayudarlos a ser libres.
La comunidad cristiana debe ser el lugar
donde se proclama el evangelio como una novedad de vida; el lugar donde se lo
vive hasta las últimas consecuencias. La comunidad cristiana debe ser el
testimonio viviente de la presencia del reino que se opone y destruye de raíz
toda forma destructora de la vida.
Esto será posible si nuestras palabras
sólo tienen la fuerza de convicción que tenían las de Jesús si nacen de una
verdadera experiencia de encuentro con su palabra y su fuerza salvadora, si
hablamos de lo que realmente vivimos, si nuestras palabras van acompañadas por
el testimonio de las obras.
El mundo espera de los discípulos de Jesús
“maestros de vida”. Hombres y mujeres que enseñen el arte de abrir los ojos,
maravillados por la vida, preguntándose con pasión y sencillez por el sentido
último de todo.
Maestros que, con su testimonio personal,
siembren esperanza, contagien vida y ayuden a dignificarla. Maestros que nunca
dejan de ser discípulos, que entregan gratuitamente lo que gratuitamente
recibieron.
Para discernir
¿Creemos en la fuerza de la Palabra de
Dios?
¿Cuáles son los espíritus que nos guían?
¿Soy consciente de la presencia del mal?
Repitamos a lo largo de este día
…Señor, dame la verdadera libertad…
Para la lectura espiritual
«Este enseñar con autoridad es nuevo»
«El
espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.» Es esta la
manera de expresar su dolor: retorcerlo. El demonio, puesto que no había podido
alterar el alma del hombre, ejerció su violencia sobre su cuerpo. Estas
manifestaciones físicas eran, por otra parte, el único medio que tenía para dar
a entender que iba a salir de aquel hombre. Al manifestar su presencia el
espíritu puro, el impuro no puede hacer más que retirarse…
«Todos se preguntaron estupefactos: ‘¿Qué es esto?’». Fijémonos en los Hechos de los Apóstoles y en los signos que dieron los primeros profetas. ¿Qué dicen los magos del Faraón al ver los prodigios que hacía Moisés? «Es el dedo de Dios» (Ex 8,15). A pesar de ser Moisés quien los lleva a cabo, reconocen que hay un poder mayor. Más tarde los apóstoles obraron otros prodigios: «¡En el nombre de Jesús, levántate y camina!» (Hch 3,6); «Y Pablo, en el nombre de Jesucristo, ordenó al espíritu salir de aquella mujer» (Hch 16,18). Siempre se recurre al nombre de Jesús. Pero aquí ¿qué es lo que él mismo dice? «Sal de él» sin precisar más. Es en su propio nombre que ordena al espíritu de salir. «Todos preguntaron estupefactos: ‘¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo». La expulsión del demonio no era en sí mismo nada nuevo: los exorcistas de los hebreos lo hacían corrientemente. Pero ¿qué dice Jesús? ¿Cuál es esta enseñanza nueva? ¿Dónde está la novedad? La novedad reside en que Jesús manda a los espíritus impuros con autoridad propia. No cita a nadie: él mismo da la orden; no habla en nombre de otro sino en nombre de su propia autoridad.
«Todos se preguntaron estupefactos: ‘¿Qué es esto?’». Fijémonos en los Hechos de los Apóstoles y en los signos que dieron los primeros profetas. ¿Qué dicen los magos del Faraón al ver los prodigios que hacía Moisés? «Es el dedo de Dios» (Ex 8,15). A pesar de ser Moisés quien los lleva a cabo, reconocen que hay un poder mayor. Más tarde los apóstoles obraron otros prodigios: «¡En el nombre de Jesús, levántate y camina!» (Hch 3,6); «Y Pablo, en el nombre de Jesucristo, ordenó al espíritu salir de aquella mujer» (Hch 16,18). Siempre se recurre al nombre de Jesús. Pero aquí ¿qué es lo que él mismo dice? «Sal de él» sin precisar más. Es en su propio nombre que ordena al espíritu de salir. «Todos preguntaron estupefactos: ‘¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo». La expulsión del demonio no era en sí mismo nada nuevo: los exorcistas de los hebreos lo hacían corrientemente. Pero ¿qué dice Jesús? ¿Cuál es esta enseñanza nueva? ¿Dónde está la novedad? La novedad reside en que Jesús manda a los espíritus impuros con autoridad propia. No cita a nadie: él mismo da la orden; no habla en nombre de otro sino en nombre de su propia autoridad.
San Jerónimo. Comentario al evangelio de Marcos
Para rezar
Oración por la sanación interior
Padre de bondad, Padre de amor,
te bendigo, te alabo y te doy gracias
porque por amor nos diste a Jesús.
Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu
comprendemos que Jesús es la luz,
la verdad y el buen pastor,
que ha venido para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.
Hoy, Padre, me quiero presentar
delante de ti, como tu hijo.
Tú me conoces por mi nombre.
Pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida.
Tú conoces mi corazón
y conoces las heridas de mi historia.
Tú conoces todo lo que he querido hacer
y no he hecho.
Conoces también lo que hice
o me hicieron lastimándome.
Tú conoces mis limitaciones,
errores y mi pecado.
Conoces los traumas
y complejos de mi vida.
Hoy, Padre,
te pido que por el amor
que le tienes a tu hijo Jesucristo,
derrames tu Santo Espíritu sobre mí,
Para que el calor de su amor sanador,
penetre en lo más íntimo de mi corazón.
Tú que sanas los corazones destrozados
y vendas las heridas,
sáname aquí y ahora de mi alma,
mi mente, mi memoria y todo mi interior.
Entra en mí, Señor Jesús,
como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos
llenos de miedo.
Tú te apareciste en medio de ellos
y les dijiste:
“Paz a vosotros”.
Entra en mi corazón y dame tu paz.
Lléname de amor.
Sabemos que el amor echa fuera el temor.
Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Sabemos, Señor Jesús,
que tú lo haces siempre que te lo pedimos,
y te lo estoy pidiendo con María, mi Madre,
la que estaba en las bodas de Caná
cuando no había vino
y tú respondiste a su deseo,
transformando el agua en vino.
Cambia mi corazón
y dame un corazón generoso,
un corazón afable,
un corazón bondadoso,
dame un corazón nuevo.
Haz brotar en mi
los frutos de tu presencia.
Dame el fruto de tu Espíritu
que es amor, paz, alegría.
Haz que venga sobre mí
el Espíritu de las bienaventuranzas,
para que pueda saborear
y buscar a Dios cada día
viviendo sin complejos ni traumas
junto a los demás,
junto a mi familia,
junto a mis hermanos.
Te doy gracias, Padre,
por lo que estás haciendo hoy en mi vida.
Te doy gracias de todo corazón
porque tú me sanas,
porque tú me liberas,
porque tu rompes las cadenas
y me das la libertad.
Gracias, Señor Jesús,
porque soy templo de tu Espíritu
y este templo no se puede destruir
porque es la casa de Dios.
Te doy gracias, Espíritu Santo,
por la fe.
Gracias por el amor que has puesto en mi corazón.
¡Qué grande eres, Señor Dios
Trino y Uno!
Bendito y alabado seas, Señor
Padre
EmilianoTardif.
LECTIO DIVINA
Les enseñaba como quien tiene autoridad
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 1, 21-28
Jesús entró a Cafarnaún, y cuando llegó el sábado,
Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de su
enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los
escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu
impuro, que comenzó a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has
venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús lo increpó, diciendo: «Cállate y sal de
este hombre». El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran
alarido, salió de ese hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a
otros: «¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da
órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!» Y su fama se extendió
rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
Normalmente
el evangelio de Marcos presenta relatos breves, sintéticos, muy ágiles. En esta
narración, en cambio, Marcos se detiene un poco más, lo cual parece indicar que
le da a este relato una importancia especial.
Lo
que sucede es que este texto quiere mostrar a Jesús actuando, para hacer ver
que su predicación no consiste sólo en transmitir nociones, sino que él está
siempre lleno del poder de Dios, y de esa manera tiene la victoria sobre el mal
que oprime y esclaviza a los hombres.
Los
espíritus impuros se le someten y lo proclaman como “consagrado”. Llama la
atención ver esta especie de alabanza en labios de los demonios. No hay que
olvidar que los espíritus del mal no necesariamente niegan las verdades de fe
(Stg. 2,19), pero evidentemente en ese caso no se trata de la fe salvífica, que
se hace activa por el amor (Gal 5,6).
Además,
ya decía San Pablo que a veces “Satanás se disfraza de ángel luminoso” ( 2 Cor
11,14). Por eso muchas veces las cosas religiosas nos engañan. Alguien puede
ser aparentemente muy religioso pero estar luchando a favor del odio, la
injusticia y los poderes del mal; su religiosidad puede ser vacía (Stg. 1, 26).
Este
relato nos muestra que los espíritus impuros no tienen poder alguno ante Jesús,
no pueden resistirse a su presencia poderosa. Por eso la gente decía que Jesús
“enseñaba con autoridad”.
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
·
¿Por qué Jesús no admite una declaración correcta de
una fuente inmunda?
·
¿Qué significa la demostración de Jesús de su poder
sobre toda fuerza sobrenatural?
·
¿En qué otros relatos de los Evangelios vemos a Jesús
enseñar de una manera nueva y llena de autoridad?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL
TEXTO BÍBLICO?
|
Señor, yo reconozco que tienes poder para liberarnos de los males
que nos oprimen, y que sobre todo quieres liberarnos de los males que
atormentan el corazón, a veces trastornado. Por eso te ruego que manifiestes tu
poder en mis seres queridos y reines en sus vidas con tu fuerza liberadora.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO
BÍBLICO?
|
Reflexiono
sobre la “discusión teológica” de Jesús con el espíritu impuro.
Medito
sobre los conceptos reales de una vida con autoridad según el ejemplo de Jesús.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
·
¿Cómo acercar la enseñanza nueva y llena de autoridad
de Jesús a las personas que viven atormentadas?
·
¿Qué bases de “autoridad de vida” debo cultivar?
·
¿Cómo oraré por las personas prisioneras del mal?
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