13 de enero de
2015 – TO – MARTES DE LA SEMANA I
…Habla con autoridad…
PRIMERA LECTURA
Lectura de la
carta a los Hebreos 2,5-12
Hermanos:
Dios no ha sometido a los ángeles el nuevo
orden de la salvación, del cual estamos hablando. Un salmo lo atestigua
solemnemente diciendo: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes, ese pobre
ser humano, para que de él te preocupes? Sin embargo, lo hiciste un poquito
inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad. Todo lo sometiste
bajo sus pies.
Al decir aquí la Escritura que Dios le
sometió todo, no se hace ninguna excepción. Es verdad que ahora todavía no
vemos el universo entero sometido al hombre; pero sí vemos ya al que por un
momento Dios hizo inferior a los ángeles, a Jesús, que por haber sufrido la
muerte, está coronado de gloria y honor. Así, por la gracia de Dios, la muerte
que él sufrió redunda en bien de todos.
En efecto, el creador y Señor de todas las cosas, quiere que todos sus hijos tengan parte en su gloria. Por eso convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación.
El santificador y los santificados tienen la misma condición humana. Por eso no se avergüenza de llamar hermanos a los hombres, cuando dice: Hablaré de ti a mis hermanos; en medio de la asamblea te alabaré.
Palabra de Dios.
En efecto, el creador y Señor de todas las cosas, quiere que todos sus hijos tengan parte en su gloria. Por eso convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación.
El santificador y los santificados tienen la misma condición humana. Por eso no se avergüenza de llamar hermanos a los hombres, cuando dice: Hablaré de ti a mis hermanos; en medio de la asamblea te alabaré.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 8, 2ab. 5-9
R. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
¡Qué admirable es, Señor y Dios nuestro,
tu poder en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que de él te
acuerdes;
ese pobre ser humano, para que de él te
preocupes?
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles,
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de tus
manos
y todo lo sometiste bajo sus pies.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas,
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas,
todos los animales salvajes, las aves del
cielo
y los peces del mar, que recorren los
caminos de las aguas.
EVANGELIO
EVANGELIO
Lectura del
santo evangelio según san Marcos 1, 21-28
En aquel tiempo, se hallaba Jesús en Cafarnaúm y el sábado fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por
un espíritu inmundo, que se puso a gritar: “¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús
de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de
Dios”.
Jesús le ordenó: “¡Cállate y sal de él!”
El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido,
salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: “¿Qué es esto? ¿Qué
nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los
espíritus inmundos y lo obedecen”. Y muy pronto se extendió su fama por toda
Galilea.
Palabra del Señor.
Para reflexionar
·
La idea en torno a la misión de los
ángeles, había adquirido una gran importancia en el mundo judío
después del exilio. El autor se aprovecha de esa relevancia de los
ángeles como mediadores, para presentar la superioridad de Cristo y
mediación exclusiva. Esta realidad es posible porque es Hijo, y
está en íntima comunión con el Padre.
·
Jesús es la «perfección del proyecto de Dios», su «cumplimiento»: en El se
lleva a término la transformación radical del hombre elevándolo hasta Dios. En
Jesús contemplamos al hombre cabal, al hombre tal como
Dios le soñó el primer día.
·
Jesús es el santificador y los
santificados somos de la misma raza. Por eso no se avergüenza de llamarnos
hermanos. Se ha querido hacer hermano nuestro. “Es el
primogénito de una multitud de hermanos” que compartió toda la
aventura humana, él es “la salvación de todos”. El hombre
que recorrió el camino del hombre, y abrió para todos la vía que da acceso a la
vida en plenitud.
·
«Consagrado por los sufrimientos»,
habiendo experimentado lo que es sufrir, incluida la muerte, nos ha salvado
desde dentro, haciéndose totalmente solidario de nuestra vida.
***
·
De este hombre, en el evangelio de
hoy, todos se asombran de lo que decía y hacía. Reúne a sus
primeros discípulos y comienza a predicar. Lo hace a partir de la
plataforma religiosa de Israel: las celebraciones de los sábados en las
sinagogas. Su fama crece en Galilea. Es que no sólo predica,
sino que actúa. Enseña y cura. Libera a
los posesos de los espíritus malignos y enseña como ninguno ha enseñado, con
autoridad. Hasta los espíritus del mal tienen que reconocer que es el
Santo de Dios, el Mesías.
·
Jesús apoya su enseñanza en los hechos, da
una nueva dimensión a la Ley y a la tradición, valora a las personas frente al
templo, la sinagoga y la ley que eran las instituciones dominantes de su
tiempo. Por eso, su mensaje sencillo pero vital, cala
hondo en el pueblo sencillo y choca tanto en las estructuras y en
sus dirigentes.
·
Su autoridad estaba al servicio del ser humano, para que pueda
reconocer su propia dignidad, su lugar en la vida y en la historia. Este
episodio del hombre poseído por un espíritu impuro, además de demostrar la
autoridad de Jesús sobre las fuerzas espirituales del mal, muestra cómo Jesús
vuelve a integrar al que era excluido y rechazado en el seno de la comunidad.
·
También ahora
su existencia de Resucitado, sale al paso de los que seguimos siendo débiles, pecadores y esclavos, en la novedad de su palabra y en la potencia de su gracia; al igual que cuando iba por los caminos de Galilea atendiendo a los enfermos y a los posesos. Nos quiere liberar para que en la solidaridad compasiva y eficaz con nuestros hermanos también débiles, los pecadores y excluídos
experimenten la obra de Cristo en ellos.
su existencia de Resucitado, sale al paso de los que seguimos siendo débiles, pecadores y esclavos, en la novedad de su palabra y en la potencia de su gracia; al igual que cuando iba por los caminos de Galilea atendiendo a los enfermos y a los posesos. Nos quiere liberar para que en la solidaridad compasiva y eficaz con nuestros hermanos también débiles, los pecadores y excluídos
experimenten la obra de Cristo en ellos.
·
En este camino, su palabra poderosa y
eficaz, no sólo nos instruye sino que nos sana y nos libera. Modela nuestro
corazón al modo del alfarero a imagen de su propio corazón.
Para discernir
·
¿Qué relación
hay entre nuestras palabras y nuestros hechos?
·
¿Nos
contentamos sólo con anunciar la Buena Noticia, o en verdad nuestras palabras
van acompañadas por los hechos?
·
¿De qué clase
de demonios contribuimos a que se liberen los que conviven con nosotros?
Repitamos a lo largo de este día
…Tú eres el Santo
de Dios…
Para la lectura espiritual
¡Silencio! ¡Sal de este hombre!»
…”Jesús increpó al demonio diciendo:
‘¡Cállate y sal de este hombre!’»La Verdad no tiene ninguna necesidad del
testimonio del Mentiroso… «No tengo ninguna necesidad del reconocimiento de
aquel que consagro al desgarramiento. ¡Cállate! Que mi gloria estalle en tu
silencio. No quiero que sea tu voz la que me elogie, sino tus tormentos; porque
tu desgarramiento es mi triunfo… ¡Cállate y sal de este hombre!». Es como si
dijera: «Sal de mi casa, ¿qué haces tu bajo mi techo? Soy yo quien quiere
entrar: entonces, cállate y sal de este hombre, del hombre, este ser dotado de
razón. Deja esta morada preparada a mi intención. El Señor desea su casa: sal
de este hombre»…
Ved hasta qué punto es preciosa el alma
del hombre. Esto va dirigido a los que piensan que nuestra alma y la de los
animales son idénticas y que estamos dotados de un mismo espíritu. En otro
pasaje, el demonio es expulsado de un solo hombre y es enviado a dos mil cerdos
(Mt 8,32); el espíritu precioso se opone al espíritu vil, uno es salvado, el
otro se pierde. «Sal de este hombre, vete a los cerdos, vete donde quieras,
vete a los abismos. Sal de este hombre, es decir de lo que es mío en propiedad;
no dejaré que poseas al hombre porque sería injurioso para mí si te instalarás
en él en lugar de hacerlo yo. He asumido un cuerpo humano, habito en el hombre:
esta carne que tú posees es parte de mi carne. Sal de este hombre.”…
San Jerónimo
(347-420), presbítero, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia –
Comentario sobre el evangelio de Marcos, 2; PLS 2, 125s
Para rezar
Oración por el cambio y la transformación
Señor, tú amas
la justicia y estableces la paz en la tierra.
Traemos ante ti la desunión del mundo de hoy;
la violencia absurda, el militarismo, la explotación, y
la opresión que amenazan la vida en el planeta.
La codicia humana y la injusticia,
que alimentan el odio y las contiendas.
Por el cambio en nuestro mundo, oremos
Señor, en tu gracia, transforma el mundo.
Señor, envía tu espíritu y renueva la faz de la tierra;
enséñanos a ser compasivos con toda la familia humana;
conduce a todas las naciones hacia el camino de la paz.
Por la paz que solo tú puedes darnos, oremos
Señor, en tu gracia, transforma el mundo.
Enséñanos cómo comerciar con justicia y amor.
Recuérdanos que evitemos la codicia y
permítenos a todos ensalzar a quienes viven en la pobreza.
Recuérdanos que todos nosotros y toda la creación
te pertenecemos y que solo somos administradores.
Perdónanos por no obrar conforme a tu voluntad en tu Reino sobre la tierra.
Danos la fuerza y el coraje de trabajar por la justicia y la paz.
Traemos ante ti la desunión del mundo de hoy;
la violencia absurda, el militarismo, la explotación, y
la opresión que amenazan la vida en el planeta.
La codicia humana y la injusticia,
que alimentan el odio y las contiendas.
Por el cambio en nuestro mundo, oremos
Señor, en tu gracia, transforma el mundo.
Señor, envía tu espíritu y renueva la faz de la tierra;
enséñanos a ser compasivos con toda la familia humana;
conduce a todas las naciones hacia el camino de la paz.
Por la paz que solo tú puedes darnos, oremos
Señor, en tu gracia, transforma el mundo.
Enséñanos cómo comerciar con justicia y amor.
Recuérdanos que evitemos la codicia y
permítenos a todos ensalzar a quienes viven en la pobreza.
Recuérdanos que todos nosotros y toda la creación
te pertenecemos y que solo somos administradores.
Perdónanos por no obrar conforme a tu voluntad en tu Reino sobre la tierra.
Danos la fuerza y el coraje de trabajar por la justicia y la paz.
Consejo Mundial de Iglesias
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