5
de enero de 2015 – TIEMPO DE NAVIDAD
Unos Momentos con Jesús y María
Lecturas
del Lunes 5-01-2015 (Ferias de Navidad)
Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel
PRIMERA LECTURA
Primera carta del
apóstol san Juan 3, 11-20
Queridos hermanos:
La noticia que oyeron desde el principio es esta: que nos amemos los unos a los otros. No hagamos como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran justas.
No se extrañen, hermanos, si el mundo los aborrece. Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la Vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida, y ustedes saben que ningún homicida posee la Vida eterna.
En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
Si alguien vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesidad,
le cierra su corazón, ¿cómo permanecerá en él el amor de Dios?
Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad.
En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.
Palabra de Dios.
SALMO
Queridos hermanos:
La noticia que oyeron desde el principio es esta: que nos amemos los unos a los otros. No hagamos como Caín, que era del Maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano, en cambio, eran justas.
No se extrañen, hermanos, si el mundo los aborrece. Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la Vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida, y ustedes saben que ningún homicida posee la Vida eterna.
En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
Si alguien vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesidad,
le cierra su corazón, ¿cómo permanecerá en él el amor de Dios?
Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad.
En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 99, 1-2. 3. 4. 5 (R.: 1)
R. Aclame al Señor toda la tierra.
Aclame al Señor toda la tierra,
sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos. R.
Reconozcan que el Señor es Dios:
él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
Entren por sus puertas dando gracias,
entren en sus atrios con himnos de alabanza,
alaben al Señor y bendigan su Nombre. R.
íQué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones. R.
EVANGELIO
R. Aclame al Señor toda la tierra.
Aclame al Señor toda la tierra,
sirvan al Señor con alegría,
lleguen hasta él con cantos jubilosos. R.
Reconozcan que el Señor es Dios:
él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
Entren por sus puertas dando gracias,
entren en sus atrios con himnos de alabanza,
alaben al Señor y bendigan su Nombre. R.
íQué bueno es el Señor!
Su misericordia permanece para siempre,
y su fidelidad por todas las generaciones. R.
EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio según san Juan 1,
43-51
Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme.» Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret.»
Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?» «Ven y verás», le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez.»
«¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael.
Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.»
Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees . Verás cosas más grandes todavía.»
Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.
Reflexión
Este pasaje del evangelio nos muestra a Jesús, acompañado tal vez de sus dos primeros discípulos, los que habían sido discípulos de Juan el Bautista, que se pone en marcha hacia su tierra Galilea.
Tal vez allí podrá anunciar el Reino con mayor libertad y lejos del control de las autoridades del templo y de los fariseos.
Y en ese lugar va a buscar a un hombre llamado Felipe y lisa y llanamente le dice: sígueme.
Y Felipe..., lo siguió.
Llama la atención en este pasaje, cómo Jesús, "va a buscarlo".
Jesús, no lo encontró por casualidad, la mejor traducción de este texto del evangelio, dice que Jesús va a buscarlo.
Y Felipe lo sigue con gusto y hace algo más, va a traerle un nuevo compañero, Natanael.
Probablemente ambos, Felipe y Natanael, esperaban la salvación. Felipe era de Betsaida, que era una pequeña ciudad comercial, en la que vivían judíos y gentiles.
Este pasaje del evangelio nos deja a nosotros también una enseñanza, porque Jesús nos llamó también a nosotros, nos buscó, probablemente muchas veces. Jesús nos llama para acompañarlo, para ser sus testigos en el mundo concreto en que vivimos. Y nosotros deberíamos tener la misma disposición de Felipe y simplemente seguir al Señor.
Pero además, Felipe tiene una actitud a imitar. Felipe no se guarda a Jesús para él. Felipe quiere compartir con su amigo Natanael la alegría de haber encontrado a Jesús.
Y Natanael le responde con frialdad
"¿Cómo va a salir nada bueno de Nazaret?"
Nazaret era una aldea insignificante, que no había dado ningún personaje importante y Natanael piensa que entonces tampoco Jesús puede ser nada bueno.
La actitud de Felipe es no entrar en discusiones. Le dice simplemente "Ven y lo verás".
Y consigue su propósito, porque ni bien Natanael ve a Jesús y Jesús lo reconoce, Natanael tiene para con él una maravillosa profesión de fe, lo reconoce al "Señor" como "Hijo de Dios" y "Rey de Israel".
La profesión de fe de Natanael se debe a que conocía las escrituras y esperaba la llegada del Hijo de Dios.
Nosotros muchas veces, no encontramos a Dios, porque lo desconocemos, desconocemos las Sagradas Escrituras, que nos hablan de él.
Pero también desconocemos a Dios porque no intentamos entrar en contacto con él
Por eso Felipe nos dice a nosotros hoy, como le dijo a Natanael hace casi 2000 años, Ven y lo verás.
Esa decisión de ir, es responsabilidad nuestra.
Hoy vamos a pedirle al Señor que nos busque, así como los buscó a Felipe y a Natanael, nosotros también queremos seguirlo.
Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme.» Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret.»
Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?» «Ven y verás», le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez.»
«¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael.
Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.»
Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees . Verás cosas más grandes todavía.»
Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.
Reflexión
Este pasaje del evangelio nos muestra a Jesús, acompañado tal vez de sus dos primeros discípulos, los que habían sido discípulos de Juan el Bautista, que se pone en marcha hacia su tierra Galilea.
Tal vez allí podrá anunciar el Reino con mayor libertad y lejos del control de las autoridades del templo y de los fariseos.
Y en ese lugar va a buscar a un hombre llamado Felipe y lisa y llanamente le dice: sígueme.
Y Felipe..., lo siguió.
Llama la atención en este pasaje, cómo Jesús, "va a buscarlo".
Jesús, no lo encontró por casualidad, la mejor traducción de este texto del evangelio, dice que Jesús va a buscarlo.
Y Felipe lo sigue con gusto y hace algo más, va a traerle un nuevo compañero, Natanael.
Probablemente ambos, Felipe y Natanael, esperaban la salvación. Felipe era de Betsaida, que era una pequeña ciudad comercial, en la que vivían judíos y gentiles.
Este pasaje del evangelio nos deja a nosotros también una enseñanza, porque Jesús nos llamó también a nosotros, nos buscó, probablemente muchas veces. Jesús nos llama para acompañarlo, para ser sus testigos en el mundo concreto en que vivimos. Y nosotros deberíamos tener la misma disposición de Felipe y simplemente seguir al Señor.
Pero además, Felipe tiene una actitud a imitar. Felipe no se guarda a Jesús para él. Felipe quiere compartir con su amigo Natanael la alegría de haber encontrado a Jesús.
Y Natanael le responde con frialdad
"¿Cómo va a salir nada bueno de Nazaret?"
Nazaret era una aldea insignificante, que no había dado ningún personaje importante y Natanael piensa que entonces tampoco Jesús puede ser nada bueno.
La actitud de Felipe es no entrar en discusiones. Le dice simplemente "Ven y lo verás".
Y consigue su propósito, porque ni bien Natanael ve a Jesús y Jesús lo reconoce, Natanael tiene para con él una maravillosa profesión de fe, lo reconoce al "Señor" como "Hijo de Dios" y "Rey de Israel".
La profesión de fe de Natanael se debe a que conocía las escrituras y esperaba la llegada del Hijo de Dios.
Nosotros muchas veces, no encontramos a Dios, porque lo desconocemos, desconocemos las Sagradas Escrituras, que nos hablan de él.
Pero también desconocemos a Dios porque no intentamos entrar en contacto con él
Por eso Felipe nos dice a nosotros hoy, como le dijo a Natanael hace casi 2000 años, Ven y lo verás.
Esa decisión de ir, es responsabilidad nuestra.
Hoy vamos a pedirle al Señor que nos busque, así como los buscó a Felipe y a Natanael, nosotros también queremos seguirlo.
LECTIO DIVINA
Tú eres el Hijo de Dios, tú
eres el Rey de Israel
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Juan 1, 43-51
Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme.»
Felipe era de Betsaida, la ciudad de
Andrés y de Pedro.
Felipe encontró a Natanael y le dijo:
«Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas.
Es Jesús, el hijo de José de Nazaret.»
Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?» «Ven y verás», le dijo Felipe.
Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?» «Ven y verás», le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo:
«Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez.»
«¿De dónde me conoces?», le preguntó
Natanael.
Jesús le respondió: «Yo te vi antes que
Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.»
Natanael le respondió: «Maestro, tú eres
el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía.»
Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía.»
Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo
abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE
EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
La vocación de Natanael acontece el cuarto día del
ministerio de Jesús. Juan sugiere con ironía que lo mejor va a salir de la
humilde aldea de Nazaret. Este “verdadero israelita” contrasta con el primer
Israel o patriarca Jacob, famoso por su astucia y engaños (Gn 27-30).
Natanael le da a Jesús los dos títulos mesiánicos más
grandes que un judío podía dar a una persona “Hijo de Dios” y “Rey de Israel”.
De este modo, Jesús reunió en torno suyo a los verdaderos israelitas para
construir el nuevo Israel de Dios. Este nuevo pueblo va a tener una visión de
ángeles, como la del patriarca Jacob en Betel (Gn 28, 10-12), pues será testigo
de la gloria de Dios que va a comenzar a revelarse tres días después en Caná
(Jn 2,11)
Comentario
extraído de “Evangelios de la Biblia de la Iglesia en América” (BIA) – Consejo
Episcopal Latinoamericano (CELAM)
2. MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas
para la meditación:
· ¿Por qué
Natanael desconfió al principio que Jesús era el Mesías y qué le hizo cambiar
de opinión?
· ¿Por qué
Jesús reconoció a la distancia a Natanael como un judío piadoso?
· ¿De qué
manera en el Evangelio se verificó el anuncio de Jesús de: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de
Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO
A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
|
Señor, que puedas reconocer en mí una persona íntegra
y sin doblez en mi fe, como Natanael.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO
INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
Reflexiono en el alcance, significado y cumplimiento
de la promesa de Jesús:
«Les aseguro que verán el cielo abierto, y
a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL
TEXTO BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
· ¿Cuántas veces he compartido con familiares y amigos que un aspecto
central de mi fe es que “He hallado al Mesías”?
· ¿Me consideraría hoy Jesús una persona verdadera y sin doblez en mi fe?
· ¿Le he dicho hoy a Jesús que Él es el Rey de mi vida?
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