1 de mayo de 2015

1 de mayo de 2015 – VIERNES DE LA SEMANA IV DE PASCUA

Yo soy el camino, la verdad y la vida

PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles    13, 26-33

    Habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
    «Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios. En efecto, la gente de Jerusalén y sus jefes no reconocieron a Jesús, ni entendieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado, pero las cumplieron sin saberlo, condenando a Jesús.
    Aunque no encontraron nada en él que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo condenara. Después de cumplir todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del patíbulo y lo pusieron en el sepulcro.
    Pero Dios lo resucitó de entre los muertos y durante un tiempo se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos delante del pueblo.
    Y nosotros les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros padres, fue cumplida por él en favor de sus hijos, que somos nosotros, resucitando a Jesús, como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.» 
Palabra de Dios.

SALMO    
Sal 2, 6-7. 8-9. 10-12a (R.: 7) 
R.    Tú eres mi hijo, hoy yo te he engendrado.

    «Yo mismo establecí a mi Rey
    en Sión, mi santa Montaña.»
    Voy a proclamar el decreto del Señor:
    El me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
    yo te he engendrado hoy.» R.

    «Pídeme, y te daré las naciones como herencia,
    y como propiedad, los confines de la tierra.
    Los quebrarás con un cetro de hierro,
    los destrozarás como a un vaso de arcilla» R.

    Por eso, reyes, sean prudentes;
    aprendan, gobernantes de la tierra.
    Sirvan al Señor con temor;
    temblando, ríndanle homenaje. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan    14, 1-6

    Jesús dijo a sus discípulos:
    «No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.»
    Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
    Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.» 
Palabra del Señor.

Para reflexionar

Pablo al comienzo de su predicación, como lo hace en la Sinagoga de Antioquía de Pisidia, se dirige a los judíos y a los que «temen a Dios». Más tarde, a causa de los rechazos y las persecuciones, se verá obligado a dirigirse directa y prioritariamente a los gentiles.
En la segunda parte de su discurso en la sinagoga, Pablo afronta ya directamente el tema de Jesús como enviado, como el Mesías, y no reconocido por el pueblo judío. Más aún, las autoridades de Jerusalén lo han llevado a la muerte. Pero Dios lo resucitó.
Pablo se atreve a anunciar gozosa y claramente que Dios ha cumplido la promesa que hizo a sus padres, resucitando a Jesús y lo hace presentando una serie de «hechos» históricos y conocidos. El cristianismo no es una ideología, sino un acontecimiento que tuvo una historia y una geografía: eso sucedió en tal época y en tal ciudad… eso continúa hoy y aquí. De Jerusalén a Antioquía de Pisidia.
***
Jesús, después de lavar los pies a los discípulos, anuncia su muerte, la traición de Judas y las negaciones de Pedro. Los apóstoles están inquietos, estos anuncios han creado un clima de tristeza pero Jesús pide un acto de fe en su persona, total y sin reserva; que les traerá la paz a pesar de que ha anunciado el futuro de su muerte.
El motivo de la confianza, es que Jesús ha venido al mundo para asociar con Él a sus discípulos, unión que se realiza ahora por el Espíritu, pero tendrá plenitud cuando Jesús “vuelva”.
La pregunta de Tomás muestra la incomprensión de los discípulos respecto a todo lo que Jesús les ha ido enseñando. Jesús ha explicado muchas veces que va hacia la plenitud de la vida del Padre y que el camino que conduce a esta plenitud es su entrega por amor hasta la muerte. Los discípulos, a pesar de que también deben seguir este camino, aún no lo han comprendido.
Jesús responde presentándose a sí mismo como camino: el que se una a Él y haga como Él, irá al Padre. Cristo, va delante y abre los caminos. El ha roto el círculo infernal de la finitud humana, de la mortalidad y del pecado. Jesús ha abierto “la salida“.
Pero añade aún un nuevo paso: Él es “la verdad”, es decir, la auténtica realización humana, porque manifiesta y hace lo que Dios es y quiere. Sin Cristo la humanidad está encerrada en sus límites; pero aquí se abre una esperanza. No seremos siempre egoístas, injustos, duros, impuros, débiles.
Y también es “la vida”, es decir, la plenitud del ser hombre, la culminación de todo, la superación de todo mal y de la misma muerte. La humanidad no será siempre violenta, excluyente, racista, injusta, agresiva y no estará dividida.
Esta es la “buena nueva”: la historia tiene un sentido, el hombre tiene un sentido, todo hombre está destinado a vivir cerca del Padre.
Ante este mundo desconcertado y perdido que busca la felicidad en ideologías mesiánicas o en placeres pasajeros, evangelizar será en definitiva anunciar a Cristo Jesús como la gran respuesta de Dios.
Fuera de Él no hay verdad ni vida, porque Él es el único camino. Eso debe notarse en los pequeños detalles de cada día. Estamos llamados a seguir su estilo de vida en nuestro trato con los demás, en nuestra mirada de la historia, en nuestra manera de juzgar los acontecimientos. Jesús camina por donde la vida está amenazada, donde la vida quiere crecer, donde la vida vale. Para darnos certeza, se adelanta.
El seguimiento de Jesús nos plantea algo más que su imitación. Nuestro camino tiene que ser el de la comunidad de discípulos que encontraron en Jesús un camino para el encuentro con Dios, que se traduce en el amor a todos los hombres y a todo hombre; especialmente a los más pobres y desamparados.
Esta manera de ver y vivir la vida cristiana nos lleva a arriesgarnos creativamente a andar por nuevos caminos. Hoy como ayer, el verdadero discípulo de Jesús sabe que “se hace camino al andar”.

Para discernir

¿Cuáles son nuestros temores en la fe?
¿Esperamos el encuentro definitivo con Dios?
¿Por dónde va mi camino para entrar en la “morada” de Jesús?

Repitamos a lo largo de este día

Tú eres el camino, la verdad y la vida.

Para la lectura espiritual

…Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Mientras Jesús está ausente, los discípulos han de defenderse de la turbación y afirmar su fe en Dios y en Él mismo, puesto que llegará un día en que volverá el Señor a colocarlos junto a Sí en la vida bienaventurada. Cuando Jesús responde a Tomás, se da a conocer como Camino, Verdad y Vida.
Comenta San Agustín:
«Si lo amas, vete detrás de Él. Lo amo, contestas, ¿por qué camino seguirlo? Si el Señor Dios tuyo te hubiera dicho: “Yo soy la Verdad y la Vida”, tu deseo de la Verdad y tu amor a la Vida te llevarían ciertamente a la búsqueda del camino que te pudiera conducir a ellas y te dirías a ti mismo: “Magnífica cosa es la Verdad y magnífica cosa es la Vida, si existiera el camino de llegar a ellas mi alma”. ¿Buscas
el camino? Oye lo primero que te dice: “Yo soy el Camino”… Dice primero por dónde has de ir y luego adónde has de ir. En el Señor del Padre está la Verdad y la Vida; vestido de nuestra carne es el Camino»
 
Tratado 34, 9 sobre el Evangelio de San Juan

Para rezar

Señor Jesús,
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
‘para que estuvieran contigo’.

Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.

Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.

Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.

Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
‘Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí’.
Gonzalo 

1 de Mayo - SAN JOSÉ OBRERO-

PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas 3, 14-15. 17. 23-24
    Hermanos:
    Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
    Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
    Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por él a Dios Padre.
    Cualquiera sea el trabajo de ustedes, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el Señor y no para los hombres. Sepan que el Señor los recompensará, haciéndolos sus herederos. Ustedes sirven a Cristo, el Señor. 
Palabra de Dios.

SALMO    
Sal 89, 2. 3-4. 12-13. 14 y 16 (R.: 17c) 
R.    El Señor haga prosperar la obra de nuestras manos.

    Antes que fueran engendradas las montañas,
    antes que nacieran la tierra y el mundo,
    desde siempre y para siempre, tú eres Dios. R.

    Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
    con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos.»
    Porque mil años son ante tus ojos
    como el día de ayer, que ya pasó,
    como una vigilia de la noche. R.

    Enséñanos a calcular nuestros años,
    para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
    ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo?
    Ten compasión de tus servidores. R.

    Sácianos en seguida con tu amor,
    y cantaremos felices toda nuestra vida.
    Que tu obra se manifieste a tus servidores,
    y que tu esplendor esté sobre tus hijos. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo    13, 54, 58

    En aquel tiempo:
    Al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados.
    « ¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
    Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.
    Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia.»
    Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
Palabra del Señor.

A finales del siglo XIX y principio del XX, el 1 de mayo se convirtió en una fecha reivindicativa y revolucionaria a favor de la clase obrera. El Papa Pío XII, en 1955, quiso darle una dimensión cristiana, e instituyó la fiesta de San José Obrero, que no sólo fue trabajador, artesano humilde, sino el modelo de todo trabajador cristiano desde su dedicación a la familia de Nazaret. De esta manera el Papa proyectaba una luz nueva sobre la dignidad del trabajo, que ofrece el medio de perfeccionar la creación, sirviendo a Dios y a los hombres, imitando a Dios Creador y al Hijo de Dios también artesano como su padre José, y uniendo los sufrimientos y contrariedades del propio trabajo a la cruz de Cristo.

Para rezar

Los evangelios nos dicen muy poco de San José, sin embargo lo presentan con cinco títulos, importantes y significativos que lo definen y definen su lugar en la historia de la salvación: se lo llama “hijo de David” (Mt 1,20), “esposo de María” (Mt 1,16), “padre de Jesús” (Lc 2,48), “hombre justo” (Mt 1,19), y “el carpintero” (Mt 13,55) que enseñó su mismo oficio a Jesús (Mc 6,3).
Hoy celebramos al sencillo carpintero de Nazaret que tiene que trabajar cada día, para sostener a su familia con el esforzado y humilde trabajo en una vida oculta y laboriosa. 
El título de “carpintero” en San José, define no sólo un trabajo, sino una actitud frente a la vida. El trabajo es el modo concreto y cotidiano con que expresa su amor a la familia de Nazaret. Jesús participa en el trabajo y en el estilo de vida de José, y llega a ser conocido como el “hijo del carpintero”. Jesús ha redimido el trabajo que sólo era una carga, para que sea una colaboración generosa en la transformación del mundo. …”En el artesano de Nazaret, Dios nos quiere revelar la dignidad del trabajo por más simple que seaLa laboriosidad, es una virtud por la cual el ser humano puede participar en la obra de Dios, Creador y Redentor, puede hacerse en cierto sentido más humano, y puede profundizar en la amistad con Cristo. San José nos enseña a santificar la vida diaria, elevando a Cristo las obras comunes, humildes y sencillas. Redemptoris Custos, Juan Pablo II.
El evangelio no recoge ni una sola palabra suya, por eso la tradición, nos muestra a José como un hombre de profundo silencio, y fe madura, capaz de percibir la acción de Dios. San José, más que con sus palabras, habla con sus actitudes y gestos. Con su silencio, su obediencia, su trabajo. Fue un obrero auténtico.
La vivencia del trabajo de San José es modélica para todos los trabajadores; de ahí que sea considerado su patrono. Al hablar de la realidad del trabajo, la Iglesia nos dice que “los fieles laicos deben desempeñar su trabajo con competencia profesional, con honestidad humana, con espíritu cristiano y especialmente como forma de su propia santificación… Es más, sabemos que mediante el trabajo ofrecido a Dios, las personas se asocian con la obra redentora de Jesucristo, cuyo trabajo con sus manos en Nazaret, ennobleció grandemente la dignidad del trabajo” (GS. 67). En este mensaje fuerte y sencillo el cristiano inmerso en el mundo está invitado a encontrar su propia espiritualidad.
El 5 de enero de 1964, desde Nazareth, exhortaba el Papa Paulo VI a aprender la lección del trabajo, la conciencia de su dignidad. Y nos señalaba a todos “al gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas las causas justas, es decir: a Cristo, Nuestro Señor”, el hijo del carpintero, como era conocido Jesús. Y con el hijo, el padre, San José, obrero. “La Obra Bien Hecha”. El realizaría tareas sencillas, pero pondría toda su alma en hacer las cosas bien. No haría cosas extraordinarias, pero lo ordinario lo haría extraordinariamente. Que él sea nuestro ejemplo a seguir en las tareas que hagamos cada día de nuestra vida, y pidamos a él su intercesión para que nuestro trabajo sea siempre agradable a los ojos de Dios.

Para discernir

¿Desde qué perspectiva valoro el trabajo?
¿Descubro en el trabajo un modo de santificación personal y de construcción del Reino?
¿Me siento colaborador en la obra creadora de Dios? 

Repitamos a lo largo de este día

…Señor yo soy tu siervo…

Para la lectura espiritual

…”El ejemplo de Tomás Moro demuestra que le es posible a un cristiano vivir en el mundo según el Evangelio y actuar en él a imitación de Cristo; y ello en medio de su propia familia, de sus posesiones y de la vida política: es posible llevar una vida santa en medio de estas distintas situaciones, con sobriedad, sencillez y honestidad, sin caer en fanatismos ni «beaterías», de modo serio y alegre al mismo tiempo.
¿Qué es, pues, lo más importante para un cristiano que vive en el mundo? Realizar, en la fe, una opción radical por Dios, por el Señor y por su Reino, a pesar de todas las inclinaciones pecaminosas, y conservarla intacta a través de los acontecimientos ordinarios de cada día. Conservar, viviendo en el mundo, la libertad fundamental respecto al mundo, en medio de la familia, de las posesiones y de la vida política, al servicio de Dios y de los hermanos. Poseer la alegre prontitud que permite ejercer esta libertad, en cualquier momento, a través de la renuncia, y cuando estemos llamados a hacerlo, a través de la renuncia total. Sólo en esta libertad respecto al mundo, buscada por amor a Dios, es donde el cristiano, que vive en el mundo, pero recibe la libertad como don de la gracia de Dios, encuentra la fortaleza, el consuelo, el poder y la alegría que son su victoria”… 
H. Küng, Libertad en el mundo. Brescia 1966, 44s. 

Para rezar

¡San José, guardián de Jesús y casto esposo de María,
Tú empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber.
Tú mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti.
Tú conoces sus aspiraciones y sus esperanzas.
Ellos se dirigen a ti porque saben que tú los comprendes y proteges.
Tú también supiste de pruebas, cansancio y trabajo.
Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría
debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios
que te fue confiado a ti a la vez a María, su tierna Madre. Amén
JUAN XXIII

Oremos

Dios nuestro, creador del universo, que has establecido que el hombre coopere con su trabajo al perfeccionamiento de tu obra, haz que, guiados por el ejemplo de San José y ayudados por sus plegarias, realicemos las tareas que nos asignas y alcancemos la recompensa que nos prometes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

LECTIO DIVINA 

Yo soy el camino, la verdad y la vida

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     14, 1-6

Jesús dijo a sus discípulos:
«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.»
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
Palabra del Señor.

1.     LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:
              
Este capítulo 14 está lleno de promesas consoladoras, es un verdadero discurso de despedida de Jesús que quiere dar ánimo a sus discípulos. 
El primer consuelo que les da es decirles que él se va, pero que volverá y los tomará para que estén con él en el lugar que él preparará. Para este evangelio, nuestra relación con Cristo es “estar con él”, porque él es “Dios con nosotros”.
Pero este estar con Jesús no sucederá después de nuestra muerte; comienza ahora, en la vida de la comunidad que lo ha descubierto resucitado. La partida de Jesús ha sido desaparecer de un modo visible para entrar de un modo más profundo en lo íntimo de nuestras vidas. 
Los apóstoles sufrieron con la muerte de Jesús, pero luego de su resurrección tuvieron un encuentro mucho más bello e intenso con Jesús, porque comenzaron a experimentar su presencia en lo íntimo de sus corazones y en medio de la comunidad. Por eso, el anuncio de volver a tomarlos con él para estar juntos, no se refería a la muerte de los Apóstoles, sino a la nueva relación que iban a tener luego de la resurrección.  
Cuando los discípulos le preguntan dónde va y cómo harán para seguirlo, Jesús responde que él mismo es el camino, la verdad, y la vida; es decir, que simplemente deben dejarse tomar por él y que con él encontrarán todo. Creyendo en él encontrarán la verdad y la vida que anhelan.  
También nosotros deberíamos dejarnos consolar por estas palabras. Muchas cosas nos ha negado la vida, muchas cosas hemos perdido o nos han quitado, pero hay en nuestras vidas una presencia que nos permite superar toda ausencia, hay un gozo diferente que nos permite superar todo dolor y toda pérdida.

2.  MEDITACIÓN - ¿QUÉ  ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
  
·                       Preguntas para la meditación:
                 
·        ¿Cuál es el fundamento sobre el cuál Jesús nos invita a no inquietarnos?
·        ¿A qué se refiere Jesús cuando dice que irá a preparar el lugar y volverá?
·        Él es el camino, la verdad y la vida ¿hacia dónde?

3.  ORACIÓN - ¿QUÉ  LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, quiero dejarme tomar por ti, que estás resucitado, que estás buscando entrar en mi vida para llenarla de tu vida y de tu verdad. Tómame Señor, tómame contigo, para que me libere de la soledad interior.

4.  CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en el significado actual y futuro de vivir en la Casa del Padre.
Me gozo en la preparación de Jesús para llevarme allí.
Reflexiono en la autorreferencialidad de Jesús como camino, verdad y vida.

5.  ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción:

·        ¿Cómo alivian mis ansiedades y temores estos dichos de Jesús sobre la Casa del Padre?
·        ¿De qué manera Jesús es Camino para mí y hacia dónde?

·        ¿De qué manera Jesús es Verdad y Vida para mí?

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