1 de mayo de 2015 – VIERNES DE LA
SEMANA IV DE PASCUA
Yo
soy el camino, la verdad y la vida
PRIMERA LECTURA
Lectura de
los Hechos de los Apóstoles 13, 26-33
Habiendo
llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
«Hermanos,
este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham
y los que temen a Dios. En efecto, la gente de Jerusalén y sus jefes no
reconocieron a Jesús, ni entendieron las palabras de los profetas que se leen
cada sábado, pero las cumplieron sin saberlo, condenando a Jesús.
Aunque
no encontraron nada en él que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo
condenara. Después de cumplir todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del
patíbulo y lo pusieron en el sepulcro.
Pero
Dios lo resucitó de entre los muertos y durante un tiempo se apareció a los que
habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus
testigos delante del pueblo.
Y
nosotros les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo
a nuestros padres, fue cumplida por él en favor de sus hijos, que somos
nosotros, resucitando a Jesús, como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres
mi Hijo; yo te he engendrado hoy.»
Palabra de
Dios.
SALMO
Sal 2, 6-7.
8-9. 10-12a (R.: 7)
R. Tú
eres mi hijo, hoy yo te he engendrado.
«Yo
mismo establecí a mi Rey
en
Sión, mi santa Montaña.»
Voy
a proclamar el decreto del Señor:
El
me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
yo
te he engendrado hoy.» R.
«Pídeme,
y te daré las naciones como herencia,
y
como propiedad, los confines de la tierra.
Los
quebrarás con un cetro de hierro,
los
destrozarás como a un vaso de arcilla» R.
Por
eso, reyes, sean prudentes;
aprendan,
gobernantes de la tierra.
Sirvan
al Señor con temor;
temblando,
ríndanle homenaje. R.
EVANGELIO
Lectura del
santo Evangelio según san Juan 14, 1-6
Jesús
dijo a sus discípulos:
«No
se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay
muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a
prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré
otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también
ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.»
Tomás
le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús
le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino
por mí.»
Palabra del
Señor.
Para reflexionar
Pablo al
comienzo de su predicación, como lo hace en la Sinagoga de Antioquía de
Pisidia, se dirige a los judíos y a los que «temen a Dios». Más tarde, a causa
de los rechazos y las persecuciones, se verá obligado a dirigirse directa
y prioritariamente a los gentiles.
En la
segunda parte de su discurso en la sinagoga, Pablo afronta ya directamente el
tema de Jesús como enviado, como el Mesías, y no reconocido por el pueblo
judío. Más aún, las autoridades de Jerusalén lo han llevado a la muerte. Pero
Dios lo resucitó.
Pablo se atreve
a anunciar gozosa y claramente que Dios ha cumplido la promesa que hizo a
sus padres, resucitando a Jesús y lo hace presentando una serie de «hechos»
históricos y conocidos. El cristianismo no es una ideología, sino un
acontecimiento que tuvo una historia y una geografía: eso sucedió en tal época
y en tal ciudad… eso continúa hoy y aquí. De Jerusalén a Antioquía de Pisidia.
***
Jesús,
después de lavar los pies a los discípulos, anuncia su muerte, la traición de
Judas y las negaciones de Pedro. Los apóstoles están inquietos, estos anuncios
han creado un clima de tristeza pero Jesús pide un acto de fe en su
persona, total y sin reserva; que les traerá la paz a pesar de que ha
anunciado el futuro de su muerte.
El motivo
de la confianza, es que Jesús ha venido al mundo para asociar con Él a sus
discípulos, unión que se realiza ahora por el Espíritu, pero tendrá plenitud
cuando Jesús “vuelva”.
La pregunta
de Tomás muestra la incomprensión de los discípulos respecto a todo lo que
Jesús les ha ido enseñando. Jesús ha explicado muchas veces que va hacia la
plenitud de la vida del Padre y que el camino que conduce a esta plenitud es su
entrega por amor hasta la muerte. Los discípulos, a pesar de que también deben
seguir este camino, aún no lo han comprendido.
Jesús
responde presentándose a sí mismo como camino: el que se una a Él y
haga como Él, irá al Padre. Cristo, va delante y abre los caminos. El ha
roto el círculo infernal de la finitud humana, de la mortalidad y del
pecado. Jesús ha abierto “la salida“.
Pero añade
aún un nuevo paso: Él es “la verdad”, es decir, la auténtica realización
humana, porque manifiesta y hace lo que Dios es y quiere. Sin Cristo la
humanidad está encerrada en sus límites; pero aquí se abre una esperanza. No
seremos siempre egoístas, injustos, duros, impuros, débiles.
Y
también es “la vida”, es decir, la plenitud del ser hombre, la culminación
de todo, la superación de todo mal y de la misma muerte. La humanidad no será
siempre violenta, excluyente, racista, injusta, agresiva y no estará
dividida.
Esta es la
“buena nueva”: la historia tiene un sentido, el hombre tiene un sentido, todo
hombre está destinado a vivir cerca del Padre.
Ante este
mundo desconcertado y perdido que busca la felicidad en ideologías mesiánicas o
en placeres pasajeros, evangelizar será en definitiva anunciar a Cristo
Jesús como la gran respuesta de Dios.
Fuera de Él
no hay verdad ni vida, porque Él es el único camino. Eso debe notarse en los
pequeños detalles de cada día. Estamos llamados a seguir su estilo de vida en
nuestro trato con los demás, en nuestra mirada de la historia, en nuestra
manera de juzgar los acontecimientos. Jesús camina por donde la vida está
amenazada, donde la vida quiere crecer, donde la vida vale. Para darnos
certeza, se adelanta.
El seguimiento
de Jesús nos plantea algo más que su imitación. Nuestro camino tiene que ser el
de la comunidad de discípulos que encontraron en Jesús un camino para el
encuentro con Dios, que se traduce en el amor a todos los hombres y a todo
hombre; especialmente a los más pobres y desamparados.
Esta manera
de ver y vivir la vida cristiana nos lleva a arriesgarnos creativamente
a andar por nuevos caminos. Hoy como ayer, el verdadero discípulo de Jesús sabe
que “se hace camino al andar”.
Para discernir
¿Cuáles son
nuestros temores en la fe?
¿Esperamos
el encuentro definitivo con Dios?
¿Por dónde
va mi camino para entrar en la “morada” de Jesús?
Repitamos a lo largo de este día
Tú eres el
camino, la verdad y la vida.
Para la lectura espiritual
…Yo soy el
Camino, la Verdad y la Vida. Mientras Jesús está ausente, los discípulos han de
defenderse de la turbación y afirmar su fe en Dios y en Él mismo, puesto que
llegará un día en que volverá el Señor a colocarlos junto a Sí en la vida
bienaventurada. Cuando Jesús responde a Tomás, se da a conocer como Camino,
Verdad y Vida.
Comenta San
Agustín:
«Si lo
amas, vete detrás de Él. Lo amo, contestas, ¿por qué camino seguirlo? Si el
Señor Dios tuyo te hubiera dicho: “Yo soy la Verdad y la Vida”, tu deseo de la
Verdad y tu amor a la Vida te llevarían ciertamente a la búsqueda del camino
que te pudiera conducir a ellas y te dirías a ti mismo: “Magnífica cosa es la
Verdad y magnífica cosa es la Vida, si existiera el camino de llegar a ellas mi
alma”. ¿Buscas
el camino? Oye lo primero que te dice: “Yo soy el Camino”… Dice primero por dónde has de ir y luego adónde has de ir. En el Señor del Padre está la Verdad y la Vida; vestido de nuestra carne es el Camino»…
el camino? Oye lo primero que te dice: “Yo soy el Camino”… Dice primero por dónde has de ir y luego adónde has de ir. En el Señor del Padre está la Verdad y la Vida; vestido de nuestra carne es el Camino»…
Tratado 34, 9 sobre el Evangelio de San Juan
Para rezar
Señor
Jesús,
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
‘para que estuvieran contigo’.
Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.
Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.
Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.
Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
‘Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí’.
Gonzalo
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
‘para que estuvieran contigo’.
Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.
Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.
Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.
Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
‘Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí’.
Gonzalo
1 de Mayo - SAN JOSÉ OBRERO-
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los cristianos de Colosas 3, 14-15. 17. 23-24
Hermanos:
Sobre todo,
revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de
Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque
formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Todo lo que
puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando
gracias por él a Dios Padre.
Cualquiera sea
el trabajo de ustedes, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para
el Señor y no para los hombres. Sepan que el Señor los recompensará,
haciéndolos sus herederos. Ustedes sirven a Cristo, el Señor.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 89, 2. 3-4. 12-13. 14 y 16 (R.:
17c)
R. El Señor haga
prosperar la obra de nuestras manos.
Antes que
fueran engendradas las montañas,
antes que
nacieran la tierra y el mundo,
desde siempre y
para siempre, tú eres Dios. R.
Tú haces que
los hombres vuelvan al polvo,
con sólo
decirles: «Vuelvan, seres humanos.»
Porque mil años
son ante tus ojos
como el día de
ayer, que ya pasó,
como una
vigilia de la noche. R.
Enséñanos a
calcular nuestros años,
para que
nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete,
Señor! ¿Hasta cuándo?
Ten compasión
de tus servidores. R.
Sácianos en
seguida con tu amor,
y cantaremos
felices toda nuestra vida.
Que tu obra se
manifieste a tus servidores,
y que tu
esplendor esté sobre tus hijos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 13, 54, 58
En aquel tiempo:
Al llegar a su
pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos
estaban maravillados.
« ¿De dónde le
vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el
hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos
suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus
hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
Y Jesús era
para ellos un motivo de tropiezo.
Entonces les
dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia.»
Y no hizo allí
muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
Palabra del Señor.
A finales del siglo XIX y principio del
XX, el 1 de mayo se convirtió en una fecha reivindicativa y revolucionaria a
favor de la clase obrera. El Papa Pío XII, en 1955, quiso darle una dimensión
cristiana, e instituyó la fiesta de San José Obrero, que no sólo fue
trabajador, artesano humilde, sino el modelo de todo trabajador cristiano desde
su dedicación a la familia de Nazaret. De esta manera el Papa proyectaba una
luz nueva sobre la dignidad del trabajo, que ofrece el medio de perfeccionar la
creación, sirviendo a Dios y a los hombres, imitando a Dios Creador y al Hijo
de Dios también artesano como su padre José, y uniendo los sufrimientos y
contrariedades del propio trabajo a la cruz de Cristo.
Para rezar
Los evangelios nos dicen muy poco
de San José, sin embargo lo presentan con cinco títulos,
importantes y significativos que lo definen y definen su lugar en la historia
de la salvación: se lo llama “hijo de David” (Mt 1,20), “esposo de
María” (Mt 1,16), “padre de Jesús” (Lc 2,48), “hombre
justo” (Mt 1,19), y “el carpintero” (Mt 13,55) que enseñó su mismo
oficio a Jesús (Mc 6,3).
Hoy celebramos al sencillo carpintero
de Nazaret que tiene que trabajar cada día, para sostener a su familia con el
esforzado y humilde trabajo en una vida oculta y laboriosa.
El título de “carpintero” en
San José, define no sólo un trabajo, sino una actitud frente a la
vida. El trabajo es el modo concreto y cotidiano con que expresa su
amor a la familia de Nazaret. Jesús participa en el trabajo y en el estilo de
vida de José, y llega a ser conocido como el “hijo del carpintero”. Jesús
ha redimido el trabajo que sólo era una carga, para que sea una colaboración
generosa en la transformación del mundo. …”En el artesano de Nazaret,
Dios nos quiere revelar la dignidad del trabajo por más simple que sea. La
laboriosidad, es una virtud por la cual el ser humano puede participar en la
obra de Dios, Creador y Redentor, puede hacerse en cierto
sentido más humano, y puede profundizar en la amistad con Cristo.
San José nos enseña a santificar la vida diaria, elevando a Cristo las
obras comunes, humildes y sencillas. Redemptoris Custos, Juan Pablo II.
El evangelio no recoge ni una sola
palabra suya, por eso la tradición, nos muestra a José como un hombre de
profundo silencio, y fe madura, capaz de percibir la acción de Dios. San José,
más que con sus palabras, habla con sus actitudes y gestos. Con su
silencio, su obediencia, su trabajo. Fue un obrero auténtico.
La vivencia del trabajo de San José es
modélica para todos los trabajadores; de ahí que sea considerado su patrono. Al
hablar de la realidad del trabajo, la Iglesia nos dice que “los fieles
laicos deben desempeñar su trabajo con competencia profesional, con honestidad
humana, con espíritu cristiano y especialmente como forma de su propia
santificación… Es más, sabemos que mediante el trabajo ofrecido a Dios, las
personas se asocian con la obra redentora de Jesucristo, cuyo trabajo con sus
manos en Nazaret, ennobleció grandemente la dignidad del trabajo” (GS.
67). En este mensaje fuerte y sencillo el cristiano inmerso en el mundo está
invitado a encontrar su propia espiritualidad.
El 5 de enero de 1964, desde Nazareth,
exhortaba el Papa Paulo VI a aprender la lección del trabajo, la
conciencia de su dignidad. Y nos señalaba a todos “al gran modelo, al
hermano divino, al defensor de todas las causas justas, es decir: a Cristo,
Nuestro Señor”, el hijo del carpintero, como era conocido Jesús. Y con el
hijo, el padre, San José, obrero. “La Obra Bien Hecha”. El realizaría
tareas sencillas, pero pondría toda su alma en hacer las cosas bien. No haría
cosas extraordinarias, pero lo ordinario lo haría extraordinariamente. Que
él sea nuestro ejemplo a seguir en las tareas que hagamos cada día de nuestra
vida, y pidamos a él su intercesión para que nuestro trabajo sea siempre
agradable a los ojos de Dios.
Para discernir
¿Desde qué perspectiva valoro el trabajo?
¿Descubro en el trabajo un modo de
santificación personal y de construcción del Reino?
¿Me siento colaborador en la obra
creadora de Dios?
Repitamos a lo largo de este día
…Señor yo soy tu siervo…
Para la lectura espiritual
…”El ejemplo de Tomás Moro demuestra
que le es posible a un cristiano vivir en el mundo según el Evangelio y actuar
en él a imitación de Cristo; y ello en medio de su propia familia, de sus
posesiones y de la vida política: es posible llevar una vida santa en medio de estas
distintas situaciones, con sobriedad, sencillez y honestidad, sin caer en
fanatismos ni «beaterías», de modo serio y alegre al mismo tiempo.
¿Qué es, pues, lo más importante para
un cristiano que vive en el mundo? Realizar, en la fe, una opción radical por
Dios, por el Señor y por su Reino, a pesar de todas las inclinaciones
pecaminosas, y conservarla intacta a través de los acontecimientos ordinarios
de cada día. Conservar, viviendo en el mundo, la libertad fundamental respecto
al mundo, en medio de la familia, de las posesiones y de la vida política, al
servicio de Dios y de los hermanos. Poseer la alegre prontitud que permite
ejercer esta libertad, en cualquier momento, a través de la renuncia, y cuando
estemos llamados a hacerlo, a través de la renuncia total. Sólo en esta
libertad respecto al mundo, buscada por amor a Dios, es donde el cristiano, que
vive en el mundo, pero recibe la libertad como don de la gracia de Dios,
encuentra la fortaleza, el consuelo, el poder y la alegría que son su victoria”…
H.
Küng, Libertad en el mundo. Brescia 1966, 44s.
Para rezar
¡San José, guardián de Jesús y casto
esposo de María,
Tú empleaste toda tu vida en el
perfecto cumplimiento de tu deber.
Tú mantuviste a la Sagrada Familia de
Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se
vuelven confiadamente a ti.
Tú conoces sus aspiraciones y sus
esperanzas.
Ellos se dirigen a ti porque saben que
tú los comprendes y proteges.
Tú también supiste de pruebas,
cansancio y trabajo.
Pero, aun dentro de las preocupaciones
materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y
cantó llena de verdadera alegría
debido al íntimo trato que gozaste con
el Hijo de Dios
que te fue confiado a ti a la vez a
María, su tierna Madre. Amén
JUAN XXIII
Oremos
Dios nuestro, creador del universo, que
has establecido que el hombre coopere con su trabajo al perfeccionamiento de tu
obra, haz que, guiados por el ejemplo de San José y ayudados por sus plegarias,
realicemos las tareas que nos asignas y alcancemos la recompensa que nos
prometes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
LECTIO DIVINA
Yo
soy el camino, la verdad y la vida
+ Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Juan 14,
1-6
Jesús dijo a sus discípulos:
Jesús dijo a sus discípulos:
«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa
de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a
ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado
un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté,
estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.»
Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a
conocer el camino?»
Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie
va al Padre, sino por mí.»
Palabra del Señor.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Guías para la lectura:
Este
capítulo 14 está lleno de promesas consoladoras, es un verdadero discurso de
despedida de Jesús que quiere dar ánimo a sus discípulos.
El primer
consuelo que les da es decirles que él se va, pero que volverá y los tomará
para que estén con él en el lugar que él preparará. Para este evangelio,
nuestra relación con Cristo es “estar con él”, porque él es “Dios con
nosotros”.
Pero
este estar con Jesús no sucederá después de nuestra muerte; comienza ahora, en
la vida de la comunidad que lo ha descubierto resucitado. La partida de Jesús
ha sido desaparecer de un modo visible para entrar de un modo más profundo en
lo íntimo de nuestras vidas.
Los
apóstoles sufrieron con la muerte de Jesús, pero luego de su resurrección
tuvieron un encuentro mucho más bello e intenso con Jesús, porque comenzaron a
experimentar su presencia en lo íntimo de sus corazones y en medio de la
comunidad. Por eso, el anuncio de volver a tomarlos con él para estar juntos,
no se refería a la muerte de los Apóstoles, sino a la nueva relación que iban a
tener luego de la resurrección.
Cuando
los discípulos le preguntan dónde va y cómo harán para seguirlo, Jesús responde
que él mismo es el camino, la verdad, y la vida; es decir, que simplemente
deben dejarse tomar por él y que con él encontrarán todo. Creyendo en él
encontrarán la verdad y la vida que anhelan.
También
nosotros deberíamos dejarnos consolar por estas palabras. Muchas cosas nos ha
negado la vida, muchas cosas hemos perdido o nos han quitado, pero hay en
nuestras vidas una presencia que nos permite superar toda ausencia, hay un gozo
diferente que nos permite superar todo dolor y toda pérdida.
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
·
¿Cuál es el fundamento sobre el cuál Jesús nos invita a no inquietarnos?
·
¿A qué se refiere Jesús cuando dice que irá a
preparar el lugar y volverá?
·
Él es el camino, la verdad y la vida ¿hacia dónde?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL
TEXTO BÍBLICO?
|
Señor,
quiero dejarme tomar por ti, que estás resucitado, que estás buscando entrar en
mi vida para llenarla de tu vida y de tu verdad. Tómame Señor, tómame contigo,
para que me libere de la soledad interior.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO
BÍBLICO?
|
Reflexiono
en el significado actual y futuro de vivir en la Casa del Padre.
Me
gozo en la preparación de Jesús para llevarme allí.
Reflexiono
en la autorreferencialidad de Jesús como camino, verdad y vida.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
·
¿Cómo alivian mis ansiedades y temores estos dichos
de Jesús sobre la Casa del Padre?
·
¿De qué manera Jesús es Camino para mí y hacia
dónde?
·
¿De qué manera Jesús es Verdad y Vida para mí?
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