20 de septiembre de 2015

20 de septiembre de 2015 – TO – DOMINGO XXV – Ciclo B

El que quiera ser el primero que sea servidor de todos

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de la Sabiduría        2, 12. 17-20

         Dicen los impíos:
         «Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final.
         Porque si el justo es hijo de Dios, Él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará.»
Palabra de Dios.

SALMO
Sal 53, 3-4. 5. 6 y 8 (R.: 6b)
R.      El Señor es mi verdadero sostén.

         Dios mío, sálvame por tu Nombre,
         defiéndeme con tu poder.
         Dios mío, escucha mi súplica,
         presta atención a las palabras de mi boca.

         Porque gente soberbia se ha alzado contra mí,
         hombres violentos atentan contra mi vida,
         sin tener presente a Dios.

         Pero Dios es mi ayuda,
         el Señor es mi verdadero sostén:
         Te ofreceré un sacrificio voluntario,
         daré gracias a tu Nombre, porque es bueno.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol Santiago      3, 16-4, 3

         Hermanos:
         Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura; y además, pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien; es imparcial y sincera. Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que trabajan por la paz.
         ¿De dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que combaten en sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Marcos   9, 30-37

         Al salir de allí atravesaron la Galilea ; Jesús no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará.» Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.
         Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: «¿De qué hablaban en el camino?» Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.
         Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos.»
         Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

·         Es normal que todos busquen realizarse; como se dice frecuentemente: “ser alguien en la vida”.  En este tiempo, de un modo particular, esta realización se encuentra muy emparentada con la idea del triunfo y del éxito. El problema reside en qué consiste tener éxito, triunfar y “ser alguien”.
·         El mundo promueve una desenfrenada carrera por alcanzar el “éxito” en la que casi todos buscan subirse a la tarima de los ganadores. Nadie quiere estar entre los últimos. En la búsqueda de triunfar en la vida, el “éxito” tiene el rostro de logros económicos, muchas veces, más allá de lo necesario para vivir dignamente, girando alrededor del reconocimiento social, del poder que permite  manejar la vida de los otros, en la superficial vanidad de ser admirado y envidiado por todos, en ascender lo más alto posible a costa de cualquier precio, en ser buscado e invitado a no importa qué evento o qué tapa de revista, en poseer y consumir los ultísimos productos para no estar “out”.
·         Todo parece estar permitido con tal de permanecer en la carrera. En este stress de competitividad lo importante es tener “mente ganadora” con la consecuente agresividad, falta de conciencia y límites. Todo vale: mentiras, simulaciones, codazos y zancadillas, serruchadas de piso, arreglos, tranzas, calumnias. En este estilo de vida: se confunde ser bueno con ser ingenuo, ser honesto con carecer de ambiciones y querer ser justo por ser un tonto idealista.
·         Una vida así acarrea inmenso sufrimiento en aquellos que son las víctimas de los egoísmos e intereses desmedidos de los demás, a lo que se suma el drama de las frustraciones de los que van quedando en el camino a la espera de la revancha. En esta carrera son muchos los perdedores y pocos los ganadores.
***
·         El autor del libro la Sabiduría pone en boca de los impíos un estilo de vida basado en una mentalidad hedonista. Liberarse es para ellos alejarse de toda preocupación que pueda poner freno a los placeres de la vida. En esa situación, la sola presencia del “justo” se les hace insufrible y ponen a prueba su fidelidad. “El justo” es la piedra de choque de sus contemporáneos.

***
·         Estos versículos de la carta de Santiago hay que encuadrarlos dentro del tema de la fe y las obras. La conversión que exige el Evangelio debe llevar a una transformación mucho más radical de la persona humana. Un cambio de actitud que no se manifiesta en obras es estéril; “Quien no vive como piensa acaba pensando cómo vive”.
  ***
·         En la línea del domingo pasado, Jesucristo continúa anunciando a sus discípulos el camino del Mesías según Dios.  La respuesta va acompañada con la afirmación acerca de quién es mayor en el Reino de los Cielos. Ante las pretensiones “lógicas” de sus apóstoles, Jesús expresa un criterio opuesto que supone un cambio total de actitud. La discusión de los discípulos preocupados en el reparto de los cargos de gobierno en un reino al estilo del mundo es desarmada y reorientada a través  de una situación tomada de la vida diaria.
·         Jesús toma un niño y lo pone en medio de ellos. Con este hermoso gesto Jesús presentaba concretamente lo que en sus palabras podía dar margen a interpretaciones equívocas. En la cultura antigua el niño era considerado insignificante. Por su edad y condición física no estaba en condiciones de participar en la guerra, ni en la vida productiva, ni en la política, ni en la vida religiosa. El niño es presentado como la imagen de todos los que no son considerados dignos de atención y de valoración.
·         La imagen del niño para Jesús dice mucho más y es signo de la actitud que debe tener todo aquel que quiera pertenecer al Reino. El niño puede ser grande en la medida que otro lo alza. Los niños no andan con vueltas, se entregan confiadamente a quien descubren que los ama y lo aceptan como guía; son necesitados y no paran de pedir hasta conseguir lo que quieren. Los niños son la imagen de la vida que comienza y podrán llegar a ser grandes en la medida que se hagan capaces de recibir. Jesús pone de manifiesto que los niños pueden entender el mensaje del Reino porque aún no tienen prejuicios y no pueden ostentar riquezas ni poder. La novedad de Jesús consiste en engrandecer lo pequeño, lo simple e insignificante. “Lo que convierte al cristiano en cristiano, no es un acto religioso particular, sino la participación en el sufrimiento de Dios en la vida del mundo… Jesús no nos invita a una nueva religión: Jesús nos invita a la vida. ¿Qué es esta vida y esta participación en la impotencia de Dios en el mundo?”  DIETRICH BONHOEFFER
·         Desde Cristo el criterio acerca de la autoridad cambia radicalmente y sus palabras piden una fe real y amor hecho servicio hacia todos; dentro y fuera de la Iglesia. A nuestro modo todos tenemos nuestra autoridad. Autoridad  como padres de familia, como jefes en cualquier empresa o trabajo, como líder  nato en cualquier ámbito, como docentes o maestros en el camino de la fe.
·         Ejercer la autoridad en la fe  es vivir el afán cotidiano de servir a aquellos que Dios nos confía con todo lo que somos, gastándonos sin reserva , dejando nuestra vida en este propósito; movidos por un amor concreto como el de Jesús que, “Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo”. Este es el test de la fe de los cristianos que ejercen autoridad.
·         Para Jesús lo único verdaderamente importante es el amor, y el servicio como práctica concreta del amor. Este es el único título de dignidad y de honor y de importancia. Sólo los que aman, los que son capaces de lavar los pies, los que no viven más que para ayudar, los que sólo buscan el bien de los demás están en el primer lugar. Para Jesús solo vale el servicio por amor, el ponerse a los pies del otro despojándose de todo rango considerando a los demás más que a uno mismo. Esta es la dignidad de Jesús y la de sus discípulos.
·         Ante los espejismos del éxito mundano, Jesucristo nos anuncia la Buena Noticia del triunfo según Dios, que es el triunfo del Siervo que con su vida entregada instaura otra lógica y otras actitudes.  El verdadero camino de éxito pasa por el despojamiento y la entrega; ser como el último hacerse servidor de todos. En esta propuesta no hay espacio para la competencia agresiva ni para la vanidad de las apariencias, no hay espacio para el poder manipulador ni la fuerza del dinero, no hay espacio para el que se impone por la fuerza o la violencia. Sólo tiene espacio y cabida el servicio solidario y fraterno a todos, el compartir generoso, el amor por la justicia y la verdad, el perdón incondicional, la cercanía a los pequeños de este mundo. Finalmente la muerte que les anuncia Jesús será el último servicio por el que el Padre le entregará el Reino.
·         Las palabras de este domingo son un enérgico llamado a una conversión personal e institucional y pastoral. Los cristianos debemos vivir el ejercicio de la autoridad con estilo de Cristo que no vino a ser servido sino a servir. La Iglesia como comunidad animada por el Espíritu de Jesús está llamada a instaurar ese estilo inconfundible del Señor hecho siervo para hacer creíble el Evangelio que anuncia y no quedar entrampada en las formas mundanas de pensar y actuar.
·         La Iglesia del servidor de los hombres es la que actúa callada y anónimamente; la que no aparenta, no busca honores, ni se encumbra haciendo alarde de ciencia o de autoridad. La Iglesia que abraza a los pequeños y los recibe en nombre de Jesús sintiendo el gozo y el orgullo de no tener más poder que el que otorga el amor sencillo y desinteresado. Cualquier afán de dominio sobre los demás velará el rostro de Jesús que debe transparentar.
·         Para cada discípulo y para la Iglesia en su totalidad no hay otra ruta para el seguimiento de Jesucristo que la del Servidor ni otra fuente de eficacia que la que brota de la Cruz.

Para discernir

·         ¿Por dónde pasan mis expectativas en la búsqueda del reino?
·         ¿Cuáles son los criterios determinantes de mis valoraciones?
·         ¿Qué concepción tengo del  poder?

Repitamos a lo largo de este día

…Dame un corazón de niño…

Para la lectura espiritual

El niño pequeño sabe que lo es y acepta el hecho sin fingir ser grande, por lo que su mundo es un mundo de maravilla. Para todo chiquillo pequeño, su padre es un gigante.
La capacidad de maravillarse ha sido extinguida en muchas universidades. El hombre empieza interesándose en si es el primero o el último de la clase, o en si figura entre los medianos y pretende elevarse o no. Ese interés en sí mismo y en la calibración moral que tiene, envenena la vida de los orgullosos, porque pensar demasiado en uno mismo es siempre una forma de la soberbia.
El deseo de aprender, de cambiar y de crecer es una cualidad propia de quien se olvida a sí mismo y es realmente humilde.
El orgullo y el exhibicionismo nos imposibilitan el aprender, y hasta nos impiden enseñar lo que sabemos. Sólo el ánimo que se humilla ante la verdad desea transmitir su sabiduría a otras mentalidades. El mundo nunca ha conocido educador más humilde que Dios mismo, que enseñaba con parábolas sencillas y ejemplos comunes que se referían a ovejas, cabras y lirios del campo, sin olvidar los remiendos de las ropas gastadas, ni el vino de las botas nuevas.
El orgullo es como un perro guardián de la mente, que aleja la prudencia y la alegría de la vida. El orgullo puede reducir todo el vasto universo a la dimensión de un solo yo restringido a sí mismo y que no desea expandirse.
Fulton J. Sheen, Paz interior

Para rezar

Toda la providencia es un anhelo de servir.
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde hay un árbol que plantar, plántalo tú;
donde hay un error que enmendar, enmiéndalo tú;
donde haya un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú;
se el que apartó del camino la piedra,
el odio de los corazones
y las dificultades del problema.
Hay la alegría de ser sano y la de ser justo,
pero hay sobre todo, la inmensa,
la hermosa alegría de servir.
Qué triste sería el mundo
si todo él estuviera hecho;
si no hubiera un rosal que plantar,
una empresa que emprender.
No caigas en el error
de que sólo se hacen méritos
con los grandes trabajos;
hay pequeños servicios:
arreglar una mesa,
ordenar unos libros,
peinar una niña.
Aquél el que critica,
éste el que destruye;
sé tú el que sirve.
El servir no es una faena de seres inferiores.
Dios que es el fruto y la luz, sirve.
Pudiera llamarse… ¡el que sirve!
Y tiene sus ojos en nuestras manos
y nos pregunta cada día:
¿Serviste hoy? ¿A quién?
¿Al árbol? ¿A tu hermana? ¿A tu madre?
Gabriela Mistral

LECTIO DIVINA   

El Hijo del hombre va a ser entregado.
El que quiera ser el primero debe hacerse el servidor de todos.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     9, 30-37

    Jesús atravesaba la Galilea junto con sus discípulos y no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará». Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.
    Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: «¿De qué hablaban en el camino?» Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.
    Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos».
    Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado».
Palabra del Señor.

1.     LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:                        

Así como el domingo pasado, hoy también estamos en el  contexto de la formación de los discípulos. El lugar de esta nueva lección de vida tiene dos espacios: el CAMINO en región de Galilea y la CASA en Cafarnaún.

De acuerdo a esto, podemos dividir el texto del evangelio en dos partes: 
1º) La primera parte (versículos 30 a 32) corresponde a la segunda confesión de Jesús sobre su pasión, muerte y resurrección en el camino.
2º) La  segunda parte (versículos 33 a 37) corresponde a la enseñanza de Jesús sobre “ser el primero” en su escuela, cuando llegan a la casa en Cafarnaún.

PRIMERA PARTE: La formación en el CAMINO (versículos 30 a 32)
Jesús, en la misma dinámica que comenzó en Cesarea de Filipo, les presenta una vez más cuál es el tipo de Mesías que está llamado a ser.
A estas declaraciones se les llama “confesiones” o “anuncios” de la pasión (Marcos 8,31; 9,31;10,33-34). Jesús, de forma insistente, advierte a sus discípulos a dónde conduce el camino que están recorriendo. Jesús no va a Jerusalén con planes de conquista; su enseñanza y su vida suscitan la incomprensión y ésta conduce al rechazo y a la muerte.
Sin embargo, la última palabra no la tendrán sus adversarios. La promesa es que  “tres días después resucitará”.
A diferencia del primer y tercer anuncio en los que identifica a “los ancianos, los  jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley” como los responsables de su muerte, en esta ocasión los responsables son mencionados como “los hombres”. Lo que quiere decir es que todos, incluyendo a los discípulos, son responsables de su muerte. Quizás sea esta afirmación la que suscita el desconcierto y el temor de preguntar al maestro. El relato de la pasión confirmará este anuncio: uno de ellos lo entregará en manos de los jefes de los sacerdotes (Leer Marcos 14,10-11), otro lo negará tres veces (Leer Marcos 14,68.70.71) y, en definitiva, todos terminarán por huir y dejarlo solo (Leer Marcos 14,50).
Lo que resulta más desconcertante es que la discusión de los discípulos por el camino será sobre “quién de ellos era el más importante”.  Este hecho nos deja no sólo la sensación de que ellos no comprenden la gravedad de lo que Jesús anuncia, sino que tampoco quieren aceptar este tipo de mesianismo. Es como si  los discípulos insistieran en la misma actitud de Simón Pedro (Leer Marcos 8,32). Ellos  ven las cosas como las ven los hombres (Marcos 8,33). Ellos  se niegan a aceptar la humillación del maestro, porque no quieren asumir el camino del servicio. La ambición los hace caminar por la senda del orgullo y la vanagloria, no por la ruta de la cruz.

SEGUNDA PARTE: La formación en la CASA (versículos 33 a 37)
Al llegar a Cafarnaún, luego de recorrer Galilea, vuelven al mismo lugar donde fueron llamados y comenzaron su experiencia como discípulos de Jesús. Vuelven a la CASA de la comunidad, muy posiblemente la “Casa de Pedro” que todavía se venera en Tierra Santa.
Allí, Jesús adopta la actitud de maestro: evalúa el comportamiento de los discípulos y se sienta para enseñarles.
Así como le pidió a Pedro que dejara su postura de opositor (Satanás) y que siguiera aprendiendo (Marcos 8,33), también a los doce discípulos les insiste en la necesidad de cambiar de mentalidad y aprender a ver las cosas como las ve Dios.
Para Dios, los primeros son los últimos, los más importantes son los que asumen una actitud de servicio. Jesús sabe lo difícil que les resulta aceptar esto a sus discípulos. Ellos están acostumbrados desde muy pequeños a ambicionar lo grande, lo poderoso, lo que resulta  más llamativo. No es fácil desintoxicarse de esta cultura que exalta la lógica del poder y menosprecia la lógica del servicio. Por eso, Jesús tendrá que reforzar sus palabras con un ejemplo viviente: la realidad de los niños en el ámbito de la familia y de la sociedad.
El niño que Jesús coloca en medio de ellos y que abraza con ternura, seguramente era de la familia de Pedro, un niño conocido para ellos. Jesús destaca a un miembro de la familia que seguramente es ignorado en la vida cotidiana.  Este niño  es la paradoja del poder de Dios: lo pequeño expresa la grandeza del Reino de Dios (Leer Marcos 4,30-32).
Con frecuencia, en el mundo antiguo se confunden los términos “niño”, “siervo” y “esclavo”. De hecho, ninguno de ellos tenía derechos, sino que dependían totalmente de la autoridad del padre o del amo. Nadie que tuviera ambiciones de poder consideraría la realidad de los niños como el modelo de vida a seguir.
Jesús les advierte que este niño lo representa a Él y representa también a su Padre Dios. Quién no es capaz de acoger lo pequeño o asumir una actitud de servicio humilde, tampoco es capaz de entender a Jesús, ni de seguirlo con fidelidad, ni de abrazar su cruz, ni de asumir como propio el plan de salvación de Dios.
Jesús invita a sus discípulos a  renunciar a una imagen falsa de Dios que busca el poder ostentoso y a asumir aquella del Dios verdadero que ama al humilde y se humilla para salvar al ser humano.

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ  ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·                       Propuesta para la meditación:

A modo de meditación consideremos estas palabras de San Agustín: 
“Observen el árbol: echa primero raíces hacia abajo para crecer después hacia arriba, clava su raíz en lo humilde para lanzar al cielo sus ramas más altas. ¿Dónde se  afianza si no es en la humildad? ¿Quieres tú, sin caridad, alcanzar a Dios? ¿Buscas sin raíz el cielo? Esto es la ruina, no el crecimiento.” (Sermón 117,17) 
No nos resulta fácil soñar el futuro, cumplir nuestros deseos sin que aparezca el egoísmo, la vanidad y el orgullo.
¿Seguimos pensando como la sociedad que nos rodea? ¿Seguimos dejándonos seducir por los modelos de vida que nos presentan los medios de comunicación?
Si no asumimos el amor por la humildad, el servicio desinteresado y la caridad en el trato con los demás, no podemos entender a Jesús ni a su Padre Dios.

3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
                                              
ORACIÓN PARA APRENDER A AMAR 
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.
Madre Teresa de Calcuta M.C.
 
4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Jesús nos invita hoy a contemplar en el rostro de los niños la actitud que el discípulo está llamado a asumir para estar en comunión con Él y con su Padre. El rostro de un niño que con inocencia se dispone a aprender.
Pero también 
“Rostros de niños,  golpeados por la pobreza desde antes de nacer, por obstaculizar sus posibilidades de realizarse a causa de deficiencias mentales y corporales irreparables, los niños vagos y muchas veces explotados de nuestras ciudades, fruto de la pobreza y desorganización moral familiar” 
Documento de Puebla 32 
En estos rostros el Señor nos sigue cuestionando e interpelando

5.     ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Para la acción:

Tu familia, tu lugar de estudio o  trabajo, tu comunidad de fe están esperando por ti.
Por tu testimonio de servicio, por tu humildad, por tu capacidad de entrega:
¿Cómo ejerces tu liderazgo? ¿Te gusta aparecer? ¿Te gusta el continuo reconocimiento? 
Si quieres ser líder como discípulo misionero de Jesús, deberás ser el último de todos, y servirlos a todos.


Gentileza Lectionautas


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