8
de septiembre
Natividad de la Santísima Virgen María (F)
…El salvará a
su pueblo…
PRIMERA
LECTURA
Lectura de la profecía de
Miqueas 5, 1-4a
Así habla el
Señor:
Y tú, Belén
Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti me nacerá el que debe
gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial.
Por eso, el Señor
los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces
el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. El se mantendrá de pie
y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor,
su Dios.
Ellos habitarán
tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra. ¡Y él mismo
será la paz!
Palabra de Dios.
O bien:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de
Roma 8, 28-30
Hermanos:
Sabemos, además,
que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos
que él llamó según su designio.
En efecto, a los
que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo,
para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó,
también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que
justificó, también los glorificó.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 12, 6ab. 6c (R.: Is 61, 10)
R. Yo desbordo de
alegría en el Señor.
Yo confío en tu
misericordia:
que mi corazón se
alegre porque me salvaste. R.
¡Cantaré al Señor
porque me ha favorecido! R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 1, 1-16. 18-23
Genealogía de
Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac,
padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares
y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón,
padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón,
padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz
fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé,
padre del rey David.
David fue padre de
Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue
padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de
Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de
Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de
Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón padre de Josías; Josías, padre de
Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
Después del
destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de
Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre
de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud;
Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob
fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado
Cristo.
Este fue el origen
de Jesucristo:
María, su madre,
estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos,
concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un
hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en
secreto.
Mientras pensaba
en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de
David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en
ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el
nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió
para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen
concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que
traducido significa: «Dios con nosotros.»
Palabra del Señor.
Para
reflexionar
Para explicar el origen de Jesús, en el
evangelio de hoy Mateo emplea un recurso literario utilizado en la antigüedad,
que es la genealogía. Las genealogías servían para conocer los antepasados de
una persona, y esto era de suma importancia en la cultura de los pueblos del
oriente antiguo, en la que el individuo se entendía a sí mismo, y
era visto por los demás, como parte de un grupo con el que
establecía una relación de parentela por los lazos de la sangre y de la carne.
La familia era el depósito de honor acumulado por todos los antepasados, y cada
uno de sus miembros participaba de dicho honor y estaba obligado a defenderlo.
La intención de Mateo al comenzar su
evangelio con esta genealogía es dar a conocer la ilustre ascendencia de Jesús,
que se remonta nada menos que a David y a Abraham, presentándolo así como
un personaje muy importante y honorable a los ojos de sus
contemporáneos.
Los textos litúrgicos de la Escritura
seleccionados para honrar hoy a María no hablan de su Natividad,
este hecho quedó desde el primer momento perdido en un anonimato similar
al de cientos de hijos de Israel.
En los planes de Dios, la humildad,
el silencio, el pasar desapercibido, se hacen
habituales. El misterio escondido en el nacimiento será iluminado desde
acontecimientos posteriores.
Por eso, la liturgia se fija en el gran
acontecimiento de la natividad de un Niño, de un Elegido, Predestinado, Jesús,
que, proviniendo de la casa y familia de David, da cumplimiento a cuanto en la
Biblia se dijo sobre el Mesías, Salvador.
Los textos muestran con claridad que hemos
conocido la verdadera historia de la predestinación de María a
través de la sorprendente historia de salvación que realizó su Hijo,
Jesús.
Hoy nosotros, desde la salvación que Jesús
nos ofrece con su muerte y resurrección, orientamos nuestra mirada hacia la
Mujer que fue objeto de predilección, haciendo nuestra la aclamación: ¡Dichoso
el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron!
Todos los títulos de grandeza de María,
desde su concepción hasta su coronación en el cielo, derivan de la misión de
Madre del Mesías. ¡Dichosa porque has creído y has sido llamada para ser Madre
de Dios y Madre nuestra!
Celebremos esta fiesta evocando en nuestra
memoria el recuerdo de aquellos que nos han marcado un camino en la fe.
Que el recuerdo de María como Madre de Jesús, parte de una familia y de un
pueblo nos ayude a asumir nuestra responsabilidad histórica de hacer crecer y
pasar la herencia de la fe.
Para
discernir
¿Discierno mi vida sabiéndome inserto en
el plan de salvación de Dios?
¿He tenido experiencia que los caminos de
Dios no son mis caminos? ¿Lo he vivido con docilidad y humildad?
¿Qué pasos de profundidad tengo que dar en
mi pertenencia a la Iglesia?
Repitamos a
lo largo de este día
…El plan del Señor subsiste para siempre…
Para la
lectura espiritual
Fiesta de la de la Natividad de la Santísima virgen
María
“Una fiesta como la de la Natividad de la
Santísima Virgen María, por la época en que se celebra —es decir, cuando el
tiempo, después de los calores estivales, se hace más suave, y cuando la uva y
tantos otros frutos llegan a madurar— expresa muy bien dos conceptos: el de la
“plenitud de los tiempos” (Cf. Gál 4,4; Ef. 1,10; Heb 9,26) y el del alivio
beneficioso aportado por el nacimiento de María.
Todo en el AT converge hacia el tiempo de
la Encarnación, y en este punto comienza el NT. En ese momento de plenitud se
inserta María, La Natividad de María —comenta san Andrés de Creta en la homilía
sobre la segunda lectura del oficio de la fiesta (Cf. Sermón 1: PG 97, 810) —
“representa el tránsito de un régimen al otro, en cuanto que convierte en
realidad lo que no era más que símbolo y figura, sustituyendo lo antiguo por lo
nuevo”.
La liturgia de la fiesta de la
Natividad de la Santísima Virgen María reafirma en diversos tonos la idea de la
plenitud de los tiempos: en la primera lectura del oficio se preanuncia el gran
momento de la aparición de la íntima colaboradora de aquel que conseguiría la
victoria definitiva sobre la serpiente infernal, aparición, por ello, destinada
a iluminar a toda la iglesia.
a) María es “la virgen que concebirá”. La profecía de Miqueas representa una de las profecías mesiánicas más conocidas. El profeta ha anunciado la ruina de los reinos del norte y del sur como castigo de sus pecados; pero en medio de las tinieblas he aquí que brilla una luz… ¡Siempre es así! Dios entregará a los hijos de Israel al poder de otro hasta que… El autor parece que se quiere hacer el misterioso, el enigmático, porque sabe que va a decir una cosa ya muy sabida: que de Belén de Efratá “saldrá” el abanderado, el nuevo guía.
Verdaderamente, el autor piensa en Belén,
patria de David, y en el Mesías, descendiente de David como si la historia se
hubiese detenido y empezase otra vez con un nuevo David, el Mesías. Pero ya en
los tiempos de Jesús (Cf. Mt 2,5-6) la expresión era entendida no sólo en el
sentido teológico de un recomenzar la historia, sino en sentido geográfico
verdadero y propio. Miqueas, de una manera que podría parecer cuando menos
curiosa, presenta, más que al nuevo guía, a la mujer que lo va a dar a luz. Del
guía dice que será un dominador que pastoreará con la gracia del Señor, y que
su reino será un reino de paz universal. De la madre dice palabras más
maravillosas todavía y envueltas en un cierto halo de misterio, pero que sus
contemporáneos ya estaban en condiciones de comprender y valorar: “…hasta el
tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz” (5,2). Es evidente que Miqueas,
y con él sus destinatarios, pensarían en el célebre oráculo de la álmah de Is
7,14s pronunciado unos treinta años antes. El mismo VAT II reconoce “apertis
verbis” que la profecía de Miqueas encuentra cumplimiento en María: “Ella es la
Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo, cuyo nombre será Emmanuel” (Cf. Is
7,14; Miq 5,2-3; Mt 1,22-23). “Ella misma sobresale entre los humildes y pobres
del Señor, que de Él esperan con confianza la salvación. En fin, con Ella,
excelsa hija de Sión, tras larga espera de la promesa, se cumple la plenitud de
los tiempos y se inaugura la nueva economía, cuando el Hijo de Dios asumió de
Ella la naturaleza humana para librar al hombre del pecado mediante los
misterios de su carne” (LG 55).
b) María es la “madre del Hombre nuevo”.
La segunda lectura está tomada de Rm.8, 28-30 y trata de la justificación que
encuentra su culminación en la vida futura. En esta visión se inscribe el papel
de la Virgen, destinada ab aeterno a ser la madre del Salvador, el alma
colaboradora en toda la obra de la salvación. Hay que precisar que Pablo no
separa nunca a Dios creador del Dios salvador, de modo que el hombre creatura
está ligado al hombre que hay que salvar, y toda la creación, unida a su vez al
hombre, está destinada asimismo a la salvación. La creación entera está
sometida a la vanidad o caducidad en el sentido de que el hombre está llamado a
dar significado y valor a la creación, y cuando el hombre no se sirve de ella
según los planes de Dios, las creaturas, violentadas, gimen y sufren. La
creación, por tanto, está sometida al destino del hombre y, por consiguiente,
está fundamentada sobre la condición, o sea sobre la esperanza de la
liberación del hombre, liberación futura. Se trata de un mundo nuevo en
gestación en el actual, y que supera a éste en plenitud.
El hombre deberá salvarse con la creación
y en la creación; su quehacer de salvarse, con la gracia de Dios, se refiere a
su alma y a su cuerpo, más aún: a todas las creaturas. El esfuerzo del hombre
consiste en mejorar el mundo; por eso aquellos que aman a Dios colaboran en
ello activamente. Es un quehacer extraordinario y comprometido. Para conseguir
realizarlo, el hombre debe ser una copia de la imagen del Hijo de Dios: debe
asociarse con Cristo, transformarse en él, asumiendo sus directrices y sus
comportamientos.
Como consecuencia de esta semejanza con
Cristo se seguirá una relación de fraternidad, porque “Cristo es el primogénito
entre muchos hermanos”. En este punto Pablo pone en relación encadenada los
diversos estadios de la iniciativa divina, considerándolos, sin embargo, más
allá de la actuación en el tiempo; por eso usa siempre el aoristo: “… ha
conocido…, ha predestinado…, ha llamado…, ha justificado…, ha glorificado…”
(Cf. vv. 29-30).
En esta visión el nacimiento de la
Virgen aparece íntimamente ligado a la salvación del hombre y de la creatura
entera. María es verdaderamente la aurora de un mundo nuevo, mejor: del mundo
nuevo tal como había sido pensado por Dios desde la eternidad. “Ella, la Mujer
nueva, está junto a Cristo, el Hombre nuevo, en cuyo misterio solamente
encuentra verdadera luz el misterio del hombre” (MC 57; GS 22).
c) “José, el esposo de María, de la
cual nació Jesús, llamado Cristo”. El relato evangélico (Mt.1, 1-16.18-23)
presenta una genealogía de Jesús a primera vista no necesaria, y refiere cómo
José asume la paternidad legal de Jesús. Después de haber relatado lo referente
al nombre del protagonista de su evangelio, Jesucristo, Mateo nos ofrece una
demostración de la realidad singular del mismo con una genealogía
voluntariamente artificiosa: el mismo número “14″ (7 + 7) de los tres grupos en que
subdivide la prehistoria de Cristo indica perfección y plenitud. En nuestro
caso la perfección es la providencia especial de Dios en la disposición de la
historia salvífica, que culmina en Cristo:
historia presentada en sus orígenes, en sus momentos más importantes y en su
coronamiento y plenitud”.
Benedicto XVI
Conocemos
algo más
Esta fiesta mariana tiene su origen en la
dedicación de una iglesia en Jerusalén, pues la piedad cristiana siempre ha
venerado a las personas y acontecimientos que han preparado el nacimiento de
Jesús. María ocupa un lugar privilegiado, y su nacimiento es motivo de gozo
profundo. En esta basílica, que había de convertirse en la iglesia de Santa Ana
(siglo XII), san Juan Damasceno saludó a la Virgen niña: “Dios te salve,
Probática, santuario divino de la Madre de Dios… ¡Dios te salve, María,
dulcísima hija de Ana!”. Aunque el Nuevo Testamento no reporta datos directos
sobre la vida de la Virgen María, una tradición oriental veneró su nacimiento
desde mediados del siglo V, ubicándolo en el sitio de la actual Basílica de
“Santa Ana”, en Jerusalén. La fiesta pasó a Roma en el siglo VII y fue apoyada
por el Papa Sergio I. Su fecha de celebración no tiene un origen claro, pero
motivó que la fiesta de “La Inmaculada Concepción” se celebrara el 8 de
diciembre (9 meses antes). El Papa Pío X quitó esta celebración del grupo de
las fiestas de precepto.
Para rezar
Poesía a la Natividad de María
Canten hoy, pues nacéis Vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.
Digan, Señora, de Vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.
Canten y digan, por Vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Y nosotros, que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también,
el corazón y las manos.
Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Amén.
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.
Digan, Señora, de Vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.
Canten y digan, por Vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Y nosotros, que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también,
el corazón y las manos.
Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Amén.
Lope de Vega
LECTIO
DIVINA
Lo que ha
sido engendrado en ella
proviene del Espíritu Santo
proviene del Espíritu Santo
+ Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 1, 1-16. 18-23
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.
David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había
sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías;
Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám,
padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre
de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón padre
de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en
Babilonia.
Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel;
Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de
Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de
Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán;
Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual
nació Jesús, que es llamado Cristo.
Este fue el origen de Jesucristo:
María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no
habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su
esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió
abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en
sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa,
porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará
a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su
Pueblo de todos sus pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había
anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien
pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»
Palabra del Señor.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ
DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
Hoy, 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, el
evangelio nos presenta la genealogía o el carnet de identidad de Jesús. Por
medio de una lista de nombres de los antepasados, el evangelista cuenta a las
comunidades quién es Jesús y cómo Dios actúa de forma sorprendente para cumplir
en él su promesa. Nuestros carnets de identidad llevan nuestro nombre y el
nombre de nuestro país. Algunas personas, para decir quiénes son, recuerdan también
todos los nombres de los antepasados de la familia. Otras se avergüenzan de
algunos de ellos, y se esconden detrás de apariencias que engañan. El carnet de
identidad de Jesús tiene muchos nombres. En la lista de estos nombres hay una
gran novedad. En aquel tiempo, las genealogías traían a menudo los nombres de
hombres. Por esto extraña el que Mateo coloque a cinco mujeres entre los
antepasados de Jesús: Tamar, Raab, Ruth, la mujer de Urías y María. ¿Por
qué escogió exactamente a estas cinco mujeres y no a otras? Esta es la pregunta
que el evangelio de Mateo deja en nuestra cabeza.
• Mateo 1,1-17: La larga lista de nombres – el comienzo y el final
de la genealogía.
En el comienzo y en el final de la genealogía, Mateo deja claro
cuál es la identidad de Jesús: él es el Mesías, hijo de David e hijo de
Abrahán. Como descendiente de David, Jesús es la respuesta de Dios a las
expectativas del pueblo judío (2 Sam 7,12-16). Como descendente de Abrahán, es
una fuente de bendición y de esperanza, para todas las naciones de la tierra
(Gén 12, 13). Así, tanto los judíos como los paganos que formaban parte de
las comunidades de Siria y de Palestina, en la época de Mateo, podían ver sus
esperanzas realizadas en Jesús.
Al elaborar la lista de los antepasados de Jesús, Mateo adoptó un
esquema de 3 x 14 generaciones (Mt 1,17). El número 3 es el número de la
divinidad. El número 14 es dos veces 7, que es el número de la perfección. En
aquel tiempo, era común interpretar o calcular la acción de Dios a través de
números y fechas. Por medio de estos cálculos simbólicos, Mateo revela la
presencia de Dios a lo largo de generaciones y expresa la convicción de las
comunidades: Jesús apareció en el templo establecido por Dios. Con su llegada
la historia alcanza su pleno cumplimiento.
• El mensaje de las cinco mujeres citadas en la genealogía.
Jesús es la respuesta de Dios a las expectativas tanto de judíos
como de paganos, sí, pero lo es de una forma totalmente sorprendente. En las
historia de las cuatro mujeres del AT, citadas en la genealogía, existe algo
anormal. Las cuatro eran extranjeras, concibieron a sus hijos fuera de los
patrones normales del comportamiento de la época y no satisficieron las
exigencias de las leyes de la pureza en el tiempo de Jesús. Tamar, una cananea,
viuda, se vistió de prostituta para obligar a Judá a que fuera fiel a la ley y
a darle un hijo (Gén 38,1-30). Raab, una cananea, prostituta de
Jericó, hizo alianza con los israelitas. Los ayudó a entrar en la Tierra
Prometida y profesó su fe en Dios libertador del Éxodo (Js 2,1-21).
Betsabé, una hitita, mujer de Urías, fue seducida, violentada y fue puesta
encinta por el rey David, que, además de esto, mandó matar a su marido (2 Sam
11,1-27). Rut, una moabita, viuda pobre, optó por quedar con Noemí y adhirió al
Pueblo de Dios (Rut 1,16-18). Aconsejada por la suegra Noemí, Rut imitó a Tamar
y pasó la noche en la era, junto a Booz, forzándolo a que observara la ley y a
que le diera un hijo. De la relación entre los dos nació Obed, el abuelo del
rey David (Rut 3,1-15; 4,13-17). Estas cuatro mujeres cuestionan los patrones
de comportamiento impuestos por la sociedad patriarcal. Asimismo, sus
iniciativas poco convencionales darán continuidad al linaje de Jesús y traerán
la salvación de Dios para todo el pueblo. Fue a través de ellas que Dios
realizó su plan y envió al Mesías prometido. ¡Realmente, la manera de actuar de
Dios sorprende y hace pensar! Al final, el lector o la lectora queda con una
pregunta: ¿Y María? ¿Existe también en ella alguna irregularidad? ¿Cuál?” La
respuesta nos la da la historia de San José que sigue en el texto (Mt 1,18-23).
• Mateo 1,18-23: San José era justo. La irregularidad en María es
que ella quedó embarazada antes de convivir con José, su esposo prometido, que
era un hombre justo. Jesús dice: “Si vuestra justicia no es mayor que la
justicia de los fariseos y de los escribas, no vais a poder entrar en el Reino
de los cielos”. Si José hubiese sido justo según la justicia de los fariseos,
hubiera tenido que denunciar a María y ella hubiera sido apedreada. Jesús
hubiera muerto. Gracias a la verdadera justicia de José, Jesús pudo nacer.
Tomado por gentileza “Lectionautas” citando a página “Las
Carmelitas”
2. MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
Cuando
me presento a los demás ¿qué digo de mí y de mi familia?
Si
el evangelista coloca apenas estas cinco mujeres al lado de más de cuarenta
hombres, sin duda, quiere comunicar un mensaje. ¿Cuál es este mensaje?
¿Qué nos dice sobre la
identidad de Jesús? ¿Qué nos dice sobre nosotros mismos?
3. ORACIÓN -
¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
|
Señor, gracias por dejar constancia en tu palabra de la genealogía
de Jesús. Cada nombre es importante y tiene una enseñanza para nosotros hoy.
Gracias por el coraje de José y la obediencia de María.
4. CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
Releo los nombres en la genealogía y medito que se trata de
personas especiales por ser antepasados de Jesús.
Reflexiono sobre el lugar que el texto les da a las
mujeres en general y a esas en particular.
5. ACCIÓN -
¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
¿Tomaré
como importante cualquier pasaje de la Escritura, aún aquellos como las genealogías
que aparentan ser "de relleno"?
¿De
qué manera puedo imitar el coraje espiritual de José?
¿De qué manera puedo imitar la obediencia de María?
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