9 de noviembre de 2015 –
TO – LUNES DE LA XXXII SEMANA
9 de noviembre
- Dedicación de la Basílica de San Juan
de Letrán (F)
Somos las piedras vivas del nuevo templo
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de
Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12
En aquellos días:
El hombre me hizo volver a la
entrada de la Casa, y vi que salía agua por debajo del umbral de la Casa, en
dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente. El
agua descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del altar.
Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta
por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente.
Allí vi que el agua fluía por el costado derecho.
Entonces me dijo: «Estas aguas
fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el
Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas. Hasta
donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven
por el suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta
el Mar, sus aguas quedarán saneadas, y habrá vida en todas partes adonde llegue
el torrente.
Al borde del torrente, sobre
sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se
marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán
nuevos frutos, porque el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de
alimento y sus hojas de remedio».
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9 (R.: 5)
R. Los canales del río alegran
la ciudad de Dios,
la más
santa morada del Altísimo.
El Señor es nuestro refugio y
fortaleza,
una ayuda siempre pronta en
los peligros.
Por eso no tememos, aunque la
tierra se conmueva
y las montañas se desplomen
hasta el fondo del mar. R.
Los canales del Río alegran la
Ciudad de Dios,
la más santa Morada del
Altísimo.
El Señor está en medio de
ella: nunca vacilará;
él la socorrerá al despuntar
la aurora. R.
El Señor de los ejércitos está
con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de
Jacob.
Vengan a contemplar las obras
del Señor,
él hace cosas admirables en la
tierra. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Juan 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los
judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de
bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo
un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus
bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los
vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre
una casa de comercio.»
Y sus discípulos recordaron
las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.
Entonces los judíos le
preguntaron: « ¿Qué signo nos das para obrar así?»
Jesús les respondió:
«Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar.»
Los judíos le dijeron: «Han
sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a
levantar en tres días?»
Pero él se refería al templo
de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús
resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la
Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Palabra del Señor.
Para reflexionar
La región sur de Jerusalén, es la más
infértil de todas las regiones del país, con excepción de Jericó y alguno que
otro torrente inhabitado. El cambio de aridez en fertilidad, es utilizado para
resaltar el efecto que va a producir en el pueblo, las trágicas experiencias
vividas en los últimos años.
El templo, centro religioso y símbolo nacional de
Israel, se ha convertido en lugar de comercio y explotación. San
Juan nos presenta a Jesús, expulsando a los vendedores y cambistas, que se
habían ido apoderando poco a poco del lugar santo.
Juan junta el relato del agua convertida en vino en
las bodas de Caná; con este de la purificación del templo, y la discusión con
los judíos acerca de su destrucción y reconstrucción, aprovechando el marco de
la celebración de la Pascua. La intención fundamental, es dar a
entender mejor, cuál es el programa de su actividad evangelizadora. El vino que
surge de las tinajas de agua, dispuestas para la purificación de los judíos,
muestra la presencia del Hijo de Dios en la fiesta de boda. Pero la gran boda
es la de Dios con su pueblo a través de su Hijo. Así que el gesto de Jesús en
el templo, indica que era necesario que la novedad, su presencia,
se hiciera sentir en un lugar tan paradigmático del pueblo judío como el
templo.
La acción de Jesús contra los mercaderes es una excusa provocadora. Jesús
está decididamente en contra, de quienes han obligado a una gran parte del
pueblo, a vivir en condiciones injustas y hasta profanas. Los bandidos,
son los dirigentes y manipuladores económicos que explotaban a
los pobres con el fraude de lo sagrado, y saben que sus ganancias por el cobro
de impuesto a los mercaderes ubicados allí, se van a venir abajo. Por eso
increpan y piden una señal a Jesús para desautorizarlo y sacárselo de encima.
De ahí en adelante la vida y obra entera de
Jesús estarán consagradas a generar una ruptura con aquellas
modalidades, estructuras e instituciones que sean un obstáculo para la
realización del proyecto de Dios.
La afirmación de Jesús sobre el nuevo templo proclama
la destrucción definitiva de la distancia entre Dios y nosotros. No necesitamos
ya ningún lugar separado para entrar en relación con Él porque todos
los lugares pueden ser santos. El lugar por excelencia es el mismo cuerpo
de Cristo. En éste, el templo nuevo, nosotros somos las
piedras. La relación con Dios está ligada al reconocimiento de su
presencia, en todos aquellos que constituimos el cuerpo de Cristo.
La dedicación o consagración de la basílica de san
Juan de Letrán es celebrada en toda la iglesia católica por tratarse de
la catedral del Papa, obispo de Roma. Se trata de la primera y
de la cabeza de todas las iglesias del mundo católico. Fue mandada
construir en el siglo IV por el emperador Constantino, el primero de los
emperadores cristianos.
Desde muy antiguo, el ser humano ha sentido la
necesidad de reservar espacios que favorezcan el encuentro con Dios. Al
principio del cristianismo, los lugares de encuentro con Dios eran las casas
particulares, en las que se reunían las comunidades para la oración y la
fracción del pan. Con el paso del tiempo, las comunidades fueron
construyendo edificios dedicados a las reuniones litúrgicas, la
predicación de la Palabra y la oración. Y así es como en el cristianismo, con
el paso de la persecución a la libertad religiosa en el Imperio Romano, aparecieron
las grandes basílicas, entre ellas San Juan de Letrán, la catedral de Roma.
San Juan de Letrán es el símbolo de la unidad de todas
las Iglesias del mundo con la Iglesia de Roma, y por eso, esta basílica, lleva
el título de Iglesia principal y madre de todas las Iglesias.
Pero no debemos perder de vista que el verdadero lugar
de encuentro del hombre con Dios, el auténtico templo, es Jesucristo que
gracias a la entrega de su vida por nosotros, ha hecho de la comunidad de
creyentes un templo vivo de Dios.
Para discernir
¿Experimento la presencia de Dios en los miembros de
la Iglesia?
¿Me siento piedra viva de este nuevo templo?
¿Reconozco lo sagrado de cada vida?
Repitamos a lo largo de este día
…el templo de Dios es sagrado…
Para la lectura espiritual
«Destruid este Templo, y en tres días lo reedificaré»
“… El Templo judío quedaba confinado a un solo lugar.
El mundo entero no podía estar en él, ni tan sólo toda una nación, sino tan
sólo algunos de la multitud. Pero el templo cristiano es invisible y
espiritual, por tanto puede estar en todas partes… Jesús dijo a la Samaritana:
«Vendrá el tiempo en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu
y en verdad» (Jn 4,23). «En espíritu y en verdad» porque, si no es invisible,
su presencia no puede ser real. Lo que es visible no es lo real; lo que es
material de desintegrará; lo que está en alguna parte no es más que un
fragmento.
El templo de Dios, en el régimen cristiano, está en
todas las partes donde hay cristianos en nombre de Cristo; él esta tan
plenamente presente en cada lugar como si no estuviera en ninguna otra parte. Y
nosotros podemos entrar y unirnos a los santos que lo habitan, a la familia
celeste de Dios, de manera tan real como el judío entraba en los atrios
visibles del Templo. Nosotros no vemos nada de nuestro templo espiritual, pero
es la condición requerida para que él esté en todas partes. No estaría en todas
partes si le viéramos en alguna parte; no vemos nada, pero gozamos de todo.
Es así como nos lo presentan ya los profetas del
Antiguo Testamento. Isaías escribe: «Al final de los días estará firme el monte
de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos» (2,2). El templo
cristiano ya fue desvelado a Jacob… cuando vio en sueños «una escalinata,
apoyada en la tierra, y con la cima tocaba el cielo. Ángeles de Dios subían y
bajaban por ella» (Gn 28,12) y también al servidor de Eliseo: «Abrió el Señor
los ojos del criado y vio que la montaña estaba llena de caballos y carros de
fuego» (2R 6,17). Todo ello eran anticipaciones de lo que se tenía que
establecer cuando Cristo vino y «abrió el Reino de Dios a todos los creyentes».
Es lo que hace decir a san Pablo: «Os habéis acercado al monte de Sión, a la
ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, a miríadas de ángeles en
fiesta, a la asamblea de los primogénitos cuyos nombres están inscritos en el
cielo» (Hb 12,22)”…
Cardenal John Henry Newman (1801-1890),
Cardenal John Henry Newman (1801-1890),
presbítero, fundador de comunidad religiosa,
teólogo –
PPS, Vol. 4, nº 12: «La Iglesia una casa
para los solitarios”
Para rezar
Oración por la Iglesia
Que no olvide yo ni un instante
que Tú has establecido en la tierra
un reino que te pertenece;
que la Iglesia es tu obra,
tu institución, tu instrumento;
que nosotros estamos bajo tu dirección,
tus leyes y tu mirada;
que cuando la Iglesia habla,
Tú eres el que hablas.
Que la familiaridad que tengo
con esta verdad maravillosa
no me haga insensible a esto;
que la debilidad de tus representantes
humanos
no me lleve a olvidar, que eres Tú quien
hablas
y obras por medio de ellos. Amén.
Cardenal Newman
LECTIO DIVINA
Se refería al templo de su cuerpo
+ Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio».
Y sus discípulos recordaron
las palabras de la Escritura :
"El celo por tu Casa me
consumirá".
Entonces los judíos le
preguntaron: «¿Qué signo nos das para obrar así?»
Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar».
Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar».
Los judíos le dijeron: «Han
sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a
levantar en tres días?»
Pero Él se refería al templo
de su cuerpo.
Por eso, cuando Jesús
resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la
Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
En la Ley se dice que los varones
israelitas debían peregrinar tres veces al año a Jerusalén para participar en
las fiestas de Pascua, de las Semanas y de las Tiendas (o Chozas). Los rabinos
no entendieron esto como una obligación, sino como un consejo, e interpretaron
que los que vivían en países extranjeros y los pobres cumplían suficientemente
haciendo este viaje una vez al año e incluso una sola vez en la vida.
El incidente de la expulsión de los
mercaderes del Templo, que en los sinópticos se encuentra al comenzar la última
semana, ha sido puesto por Juan en el principio de su evangelio, como acto
inaugural de la actividad de Jesús en Jerusalén.
Al entrar en el Templo, Jesús encontró a
los vendedores que proveían a los fieles los animales necesarios para los
sacrificios, y a los que cambiaban monedas romanas por las de Tiro, únicas
permitidas en el templo porque eran de mejor calidad y no llevaban grabadas las
imágenes del Cesar. Al ver todo esto, Jesús expulsó a los vendedores y les
ordenó que sacaran de allí todos los animales, derribó las mesas de los
cambistas y desparramó las monedas. La acción de Jesús está dirigida a sacar
del Templo los animales y las monedas, un gesto que implica la abolición de
todo el sistema sacrificial del Antiguo Testamento.
En dos momentos el relato introduce
palabras de Jesús (vs. 16 y 19). Cada una de las intervenciones viene seguida
de una reflexión de los discípulos (vs. 17 y 22). Jesús define al
Templo como “la casa de su Padre” e inmediatamente se manifiesta como el Hijo
de Dios.
La interpretación del gesto y las palabras
de Jesús está tomada del libro de los Salmos y puesta como un comentario de los
discípulos: “El celo por tu casa me consumirá” (Sal 69,10). La versión LXX
tradujo el verbo en futuro (…me consumirá), y Juan asume el texto de esa forma,
entendiéndolo como una profecía que se refiere directamente a Jesús y que
apunta hacia la pasión. Efectivamente, en la segunda intervención de Jesús se
introducirá el tema de la Pascua.
Las autoridades judías del Templo,
identificadas aquí como “los judíos” (v 18), piden a Jesús “una señal, un
signo” que acredite su autoridad para obrar de esta manera. En un primer nivel,
“los judíos” piden una razón que explique el gesto de expulsar a los vendedores
del Templo, pero en el nivel en el que el evangelista está dialogando con sus
lectores, se trata de la autoridad con la que Jesús ha dado fin a los sacrificios
del Antiguo Testamento. Se supone que “los judíos” quieren ver algún prodigio
que demuestre que Jesús actúa como enviado divino, como los profetas del
Antiguo Testamento.
Ante este pedido, Jesús hace su
segunda intervención remitiendo a un “signo” que Él dará, y que al mismo tiempo
explicará el gesto que acaba de realizar: “Destruyan este Templo y en tres días
lo volveré a levantar”. Aquí Jesús no amenaza con destruir el Templo, sino que
dice: “Destruyan (ustedes)…y yo lo volveré a levantar”.
“Los judíos” permanecen en el nivel
terrenal de las palabras de Jesús y piensan que el Señor se refiere al Templo
material que tienen ante sus ojos. Les parece imposible que se pueda reedificar
en tres días un edificio que ya lleva cuarenta y seis años en construcción (v.
20). Pero Jesús, como sucede siempre en el evangelio de Juan, utiliza las
palabras en otro sentido, aludiendo a las realidades celestiales que sus
interlocutores no alcanzan a comprender.
Los discípulos introducen su segunda
reflexión, interpretando el verdadero sentido de las palabras de Jesús: “Él se
refería al templo de su cuerpo”. El Templo que Jesús va a levantar no será otro
como el que existía en Jerusalén, sino que será su cuerpo glorificado. Su
cuerpo muerto en la cruz y resucitado a los tres días será el “signo” que se
ofrecerá a “los judíos”.
Párrafos extraídos de “El evangelio de
Juan” – Luis Heriberto Rivas – Editorial San Benito –Páginas 154-156
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
|
· Preguntas
para la meditación:
· ¿Cuál es el centro de la denuncia pública de Jesús?
· ¿Qué significa tener celo por la casa de Dios?
· ¿Cuál es la enseñanza profética inicial y cuál la
final del texto?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL
TEXTO BÍBLICO?
|
Señor, que el celo por Tu Casa me consuma.
Que vea en Jesús el templo a celar. Que entienda en tu resurrección el sentido
de la esperanza de vida.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO
BÍBLICO?
|
Reflexiono en la acción purificadora de
Jesús en el Templo y medito en la alusión que hace a su persona como centro del
texto.
Doy gracias a Dios por la resurrección de
Cristo.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
· ¿Puedo hacer de la
Casa de Oración un uso inapropiado hoy?
· ¿Reflexiono como lo
hicieron los discípulos sobre las palabras y obras de Jesús luego de su
resurrección?
· ¿Con quién compartiré
lo reflexionado en la Lectio de hoy?
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