26 de enero de 2016


Martes de la 3ra.semana

Santos Timoteo y Tito, obispos (M.O)

La mies es abundante y los obreros pocos

Lectura de la segunda carta
del Apóstol San Pablo a Timoteo 1,1-8.

Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de Vida que está en Cristo Jesús, saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones.
Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para que mi felicidad sea completa.
Porque tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy convencido de que tú también tienes.
Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos.
Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.
No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios.

Palabra de Dios

O Tito 1, 1-5

SALMO Sal 96 (95), 1-3.7-8.10.

R: Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

Proclamad día tras día su victoria.
contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.

Decid a los pueblos: “El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.” R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10,1-9
Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.
¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’.
Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.
Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’.
Palabra del Señor.
Para reflexionar
·         Ayer celebrábamos la conversión de San Pablo, hoy hacemos memoria de dos discípulos y colaboradores suyos: Timoteo y Tito.
·         Al primero lo nombró Pablo responsable de la comunidad de Éfeso. Al segundo de la de Creta. A ambos les escribió cartas pastorales, con recomendaciones detalladas sobre la manera de animar y llevar las comunidades.
·         Pablo invita a Timoteo a no tener miedo, a no acobardarse y a reavivar el don de la fe. A Tito, convertido a la fe por la predicación del apóstol, le encomendó misiones difíciles, como intermediario con la comunidad de los corintios. Comparte con ellos la misión de evangelizar.
***
·         Jesús se hace ayudar en su tarea misionera. Envía a setenta y dos discípulos para que vayan de dos en dos a prepararle el camino.
·         Ante todo quiere que recen a Dios pidiéndole que envíe obreros a la mies. El campo está preparado para la siega, pero faltan obreros que quieran trabajar en la proclamación del Evangelio; y que tengan el estilo que El enseña: fieles, disponibles; llenos de la misión a la que los envía: anunciar que el Reino de Dios está cerca.
·         Hoy celebramos la memoria de dos valientes colaboradores de Pablo: Timoteo y Tito. Es bueno que se nos recuerde y recemos este mandato misionero.
·         Los cristianos hemos recibido el encargo de ser apóstoles en el mundo, testigos de la verdad. Nuestro ideal debería ser que todos conozcan a Cristo, y crean en El.
·         Nos viene bien escuchar las palabras de ánimo a Timoteo: “No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor, toma parte en los duros trabajos del Evangelio”…
·         Jesús también nos da ánimos, asegurándonos que las fuerzas para esta misión nos vienen de su presencia de Resucitado en medio nuestro.

Para discernir
·         ¿Renovamos nuestra misión y envío apoyados en la fuerza de la Palabra?
·         ¿Discernimos en comunidad, contagiando a otros nuestra misión?
·         ¿A qué conversión nos invita la Palabra de este día en nuestro discipulado?

Repitamos a lo largo de este día
…Digo que sí Señor a tu llamado…
Para la lectura espiritual
Timoteo y Tito, dos colaboradores de Pablo

Tres de las cartas tradicionalmente atribuidas a Pablo están dirigidas a dos de sus colaboradores más inmediatos: Timoteo y Tito. Timoteo es un nombre griego que significa: «el que honra a Dios». Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, le nombra seis veces; Pablo, en sus cartas hace referencia a él diecisiete veces (y además, en la Carta a los Hebreos, se encuentra su nombre una vez). De ello se deduce que gozaba de gran consideración a los ojos de Pablo…
En cuanto a la figura de Tito, cuyo nombre es de origen latino, sabemos que era griego de nacimiento, es decir, pagano (cf Ga 2,3). Pablo lo lleva a Jerusalén para lo que llamamos el Concilio apostólico (Hch 15; Gal 2), en el curso del cual fue solemnemente aceptada la predicación del Evangelio a los paganos… Después que Timoteo hubo marchado de Corintio, Pablo envió allí a Tito con el encargo de reconducir a la obediencia a esta comunidad indócil.
Si consideramos conjuntamente las dos figuras de Timoteo y Tito, nos damos cuenta de algunos datos muy importantes. El más importante es que Pablo recurrió a colaboradores en el desarrollo de sus misiones. Es innegable que es el Apóstol por excelencia, fundador y pastor de numerosas Iglesias. Sin embargo es cierto que él no hacía nada solo sino que se apoyaba en personas de confianza con quien compartía trabajos y responsabilidades. Otra observación es la disponibilidad de sus colaboradores. Las fuentes que se refieren a Timoteo y a Tito expresan claramente su prontitud en asumir tareas muy variadas que, a menudo, consistían en representar a Pablo incluso en ocasiones nada fáciles. En una palabra, nos enseñan a estar al servicio del Evangelio con generosidad, sabiendo que ello comporta también un servicio a la Iglesia misma… Para nuestro compromiso concreto, debemos y podemos… ser también nosotros ricos en obras buenas y así abrir las puertas del mundo a Cristo, nuestro Salvador.

Comentario del Evangelio por el Papa Benedicto XVI – Audiencia general del 13/12/2006
Para rezar

Oración por las misiones

Padre de bondad,
Tú que eres rico en amor y misericordia,
que nos enviaste a tu Hijo Jesús
para nuestra salvación,
escucha a tu iglesia misionera.
Que todos los bautizados
sepamos responder al llamado de Jesús:
“Vayan y hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos”.
Fortalece con el fuego de tu Espíritu
a todos los misioneros,
que en tu nombre anuncian
la Buena Nueva del Reino.
María, Madre de la Iglesia
y estrella de la evangelización,
acompáñanos y concédenos
el don de la perseverancia
en nuestro compromiso misionero.
Amén.



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