21 de julio de 2017


El Hijo del Hombre es dueño del sábado

Lectura del libro del Éxodo    11, 10-12, 14

Moisés y Aarón realizaron todos estos prodigios delante del Faraón; pero el Señor le había endurecido el corazón, y él no dejó partir de su país a los israelitas.
Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto: Este mes será para ustedes el mes inicial, el primero de los meses del año. Digan a toda la comunidad de Israel: El diez de este mes, consíganse cada uno un animal del ganado menor, uno para cada familia. Si la familia es demasiado reducida para consumir un animal entero, se unirá con la del vecino que viva más cerca de su casa. En la elección del animal tengan en cuenta, además del número de comensales, lo que cada uno come habitualmente.
Elijan un animal sin ningún defecto, macho y de un año; podrá ser cordero o cabrito. Deberán guardarlo hasta el catorce de este mes, y a la hora del crepúsculo, lo inmolará toda la asamblea de la comunidad de Israel. Después tomarán un poco de su sangre, y marcarán con ella los dos postes y el dintel de la puerta de las casas donde lo coman. Y esa misma noche comerán la carne asada al fuego, con panes sin levadura y verduras amargas. No la comerán cruda ni hervida, sino asada al fuego; comerán también la cabeza, las patas y las entrañas. No dejarán nada para la mañana siguiente, y lo que sobre, lo quemarán al amanecer. Deberán comerlo así: ceñidos con un cinturón, calzados con sandalias y con el bastón en la mano. Y lo comerán rápidamente: es la Pascua del Señor.
Esa noche yo pasaré por el país de Egipto para exterminar a todos sus primogénitos, tanto hombres como animales, y daré un justo escarmiento a los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre les servirá de señal para indicar las casas donde ustedes estén. Al verla, yo pasaré de largo, y así ustedes se librarán del golpe del Exterminador, cuando yo castigue al país de Egipto.
Este será para ustedes un día memorable y deberán solemnizarlo con una fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán a lo largo de las generaciones como una institución perpetua. 
Palabra de Dios.

SALMO    Sal 115, 12-13. 15-16. 17-18 (R.: 13) 
R.    Alzaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Señor.


¿Con qué pagaré al Señor
todo el bien que me hizo?
Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del Señor. R.

¡Qué penosa es para el Señor
la muerte de sus amigos!
Yo, Señor, soy tu servidor,
tu servidor, lo mismo que mi madre:
por eso rompiste mis cadenas. R.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo    12, 1-8

Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.
Al ver esto, los fariseos le dijeron: «Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado.»
Pero él les respondió: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?
¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?
Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo. Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado.» 
Palabra del Señor.

Para reflexionar

Hoy se nos describe la cena pascual, tal como la celebran cada año los judíos, haciendo memoria del aquel momento en el que Moisés, con la ayuda de Dios, los condujo en la salida de Egipto. Así empieza el éxodo.
La cena de despedida está descrita con los ritos usuales: la reunión familiar, el sacrificio del cordero con cuya sangre marcan las puertas, la cena a toda prisa con panes ácimos, sin acabar de fermentar.
«Pascua» significa «paso. Fue Dios el que «pasó de largo» ante las puertas de los judíos, señaladas con sangre. E Israel el que «pasó» de la esclavitud a la libertad, sobre todo a través de las aguas del Mar Rojo hacia la nueva tierra.
Esta celebración, repetida cada año, será para Israel «un día memorable y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor para siempre». Es la gran prueba de amor de Dios, que salva a su pueblo.
***
Continuando las controversias anteriores, Jesús enfrenta la actitud autoritaria y déspota de los fariseos. Estos lo cuestionan por la acción que cometen los discípulos “arrancando espigas en sábado”. El sábado es el día de descanso dedicado al Señor, y no se puede realizar ninguna actividad física. Arrancar espigas era equivalente a cosechar, trabajo no permitido durante el descanso obligatorio.
Jesús los contradice con los hechos referidos al rey David, cuando infringió la ley para alimentar a su tropa; los sacerdotes por el exceso de actividad cúltica violan el descanso obligatorio. Luego les cita la misma escritura, donde se hace evidente en la boca de los profetas, que lo importante es la misericordia y no los sacrificios.
Jesús corrige la meticulosidad de los rabinos, que hacía insoportable la ley del descanso sabático evocando un episodio de David y sus hombres, que comieron el pan de la ofrenda del templo. También les recuerda que los sacerdotes pueden violar la ley del sábado en el templo, sin incurrir en ninguna falta.
En los dos pasajes bíblicos que cita, el remedio de una necesidad, fue más importante que la rigidez de la norma. Coloca la misericordia por encima de los sacrificios cultuales. Jesús se ubica como mayor que el templo y que los sacerdotes, y se declara Señor del Sábado, Señor de la ley y de las instituciones religiosas.
Fácilmente tendemos a convertir las normas y las instituciones sociales o religiosas, o las costumbres, en absolutos, aún a costa de las personas; sin embargo, el mandamiento por excelencia es el amor a Dios y a las personas, con todas sus consecuencias; y la persona humana, es el verdadero templo, el auténtico sagrario, el legítimo altar, y la práctica de la misericordia el culto grato a Dios.
El verdadero culto a Dios no está en los ritos externos sino en el tener un corazón como el de Él. Cuando esto no es claro se puede caer en posturas condenatorias, que si bien son coherentes con la norma escrita, pueden no coincidir con la prioridad de Dios, que es la vida plena del hombre. Jesús nos enseña que ni el tiempo, ni los lugares, ni las cosas, se pueden colocar por encima de la vida; ellos existen en función de servir y de mejorar la vida y no para disminuirla y oprimirla.
Ningún motivo excusa de ayudar a los hermanos. La caridad verdadera respeta las exigencias de la justicia, evitando el capricho o la arbitrariedad, pero debe impedir que el rigorismo mate el espíritu de la ley de Dios, que es una invitación continua a amar, a darse a los demás. Dios, rico en misericordia, nos invita a una vida de misericordia.

Para discernir

¿Qué lugar ocupa la ley en mi vida de fe?
¿Qué es lo que rige mis actos de piedad y mi vínculo con los hermanos?
¿Cuál es la prioridad en mi práctica religiosa?

Repitamos a lo largo de este día

…Señor, quieres misericordia y no sacrificios

Para la lectura espiritual

…El paso de Jesús de este mundo al Padre abarca, en una unidad estrechísima, pasión y resurrección: a través de su pasión es como llegó Jesús a la gloria de la resurrección. Pasión y paso van unidos entre sí; la Pascua cristiana es un “transitus per passionem”: un paso a través de la pasión. Pero hay una síntesis más importante: la que se da entre la Pascua de Dios y la pascua del hombre. ¿Cómo se lleva a cabo esa síntesis en la nueva definición de la Pascua?
En Jesús, los dos protagonistas de la Pascua -Dios y el hombre- dejan de aparecer como alternativos o yuxtapuestos y se convierten en uno solo, porque, en Cristo, la humanidad y la divinidad son una misma persona. El autor y el destinatario de la salvación se han encontrado; la gracia y la libertad se han besado. Ha nacido la «nueva y eterna alianza»; eterna, porque ahora nadie podrá separar ya a los dos contrayentes, convertidos, en Cristo, en una sola persona.
Con todo, queda una duda por disipar: entonces ¿es sólo Jesús quien lleva a cabo la Pascua? ¿Es sólo Él quien pasa de este mundo al Padre? ¿Y nosotros?
El de Jesús no es un paso solitario, sino un paso colectivo, de toda la humanidad, al Padre. En Pascua nació la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, como espiga crecida en la tumba de Cristo.
En consecuencia, todos hemos pasado ya, con Cristo, al Padre y «nuestra vida está escondida ya con Cristo en Dios» cf. Col 3,3; sin embargo, todos debemos pasar aún. Hemos pasado “in spe e in sacramento”, en esperanza y por el bautismo, pero debemos pasar en la realidad de la vida cotidiana, imitando su vida y, sobre todo, su amor… 
R. Cantalamessa, El misterio pascual, Milán 1985, pp. 19-21.

Para rezar

De todas maneras

Las personas son irrazonables, ilógicas y centradas en sí mismas,
AMALAS DE TODAS MANERAS.
Si haces el bien, te acusarán de tener motivos egoístas,
HAZ EL BIEN DE TODAS MANERAS.
Si tienes éxito ganarás falsos y verdaderos enemigos,
TEN EXITO DE TODAS MANERAS.
El bien que hagas se olvidará mañana,
HAZ EL BIEN DE TODAS MANERAS.
La honestidad y la franqueza te hacen vulnerable,
SE HONESTO Y FRANCO DE TODAS MANERAS.
Lo que te tomó años en construir puede ser destruido en una noche,
CONSTRUYE DE TODAS MANERAS.
La gente de verdad necesita ayuda pero te podrían atacar si lo haces,
AYUDALES DE TODAS MANERAS.
Dale al mundo lo mejor que tienes y te patearán en los dientes,
DALE AL MUNDO LO MEJOR QUE TIENES DE TODAS MANERAS.

-De un letrero en la pared de Shishu Vahaban, la casa para niños en Calcuta.



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