20 de septiembre de 2011

20 de septiembre de 2011 – TO – MARTES DE LA SEMANA XXV – Lectio Divina

Mi madre y mis hermanos
son los que escuchan la palabra de Dios y la practican


+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 8, 19-21

Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte.»
Pero Él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican.»
Palabra del Señor.

LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Guías para la lectura:

Lucas propone en su evangelio un ejemplo de escucha de la Palabra que se convierte en “práctica” de la misma Palabra. Así, al recordar un episodio en el que su madre y sus hermanos van a ver a Jesús, Lucas suprime toda referencia a lo que pudiera hacer suponer la existencia de una tensión entre Jesús y su familia de origen, porque para el evangelista lo decididamente importante es concentrarse en la figura espiritual de la madre de Jesús: “Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud”. La venida de sus familiares proporciona a Jesús la ocasión para brindar una enseñanza decisiva sobre el verdadero parentesco con él, un parentesco no creado por vínculos de sangre, sino por la escucha obediente y activa de la Palabra.
Como es obvio, sus parientes carnales no están excluidos de esta posibilidad. Todos están incluidos, empezando por su madre. Lucas quiere confirmar la importancia de la nueva familia que se reúne en torneo a Jesús, una familia engendrada por la Palabra. Por otra parte, está clara la intención del texto, a saber: afirmar el primado absoluto de la Palabra de Dios. Es la Palabra lo que nos pone en comunión con Jesús; es la Palabra la que forma su comunidad.
Esta última experimenta, de manera paradójica, un engendramiento de Cristo en su propio interior, un acogerle en la fe que hace nacer a la vida nueva. Entre los distintos miembros se experimentan, por consiguiente, una relación de fraternidad, comprensible a la luz del hecho de que éstos se reconocen como “hermanos en Cristo” e “hijos del mismo Padre”. Lucas recuerda después que esta Palabra no se puede quedar en una escucha superficial y no activa: requiere, efectivamente, una escucha atenta y reflexiva, exige su traducción a la práctica moral de la existencia (v 21).
Texto extraído de “Lectio divina para cada día del año” – Editorial Verbo Divino – Páginas 355-356.

MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la meditación:

¿Qué espera el Señor de mí como miembro de su familia?
¿Qué ejemplo de escucha y obediencia de la Palabra encuentro en María?
¿A quiénes dirige Jesús en realidad estas palabras?

ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Reconozco ante ti, Señor; la belleza de la llamada a formar parte de la familia del Reino, a experimentar en ella la ternura y la fuerza del amor del Padre que me quiere como hijo suyo, a convertirme cada vez más en tu hermano y amigo.

CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Recreo la escena en mi mente, y me reconozco como miembro de la familia de Dios que debe escuchar y cumplir la Palabra.

ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la acción:

¿Estoy dispuesto a estar realmente atento a escuchar la Palabra?
¿Estoy dispuesto a vivir genuinamente al Palabra escuchada?
¿Qué me identifica como miembro de la familia de Dios?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/inicio/lecturas.html y bajar la lectura.

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