Lorenzo de Irlanda, obispo (a. 1180)
“De la misma manera que Moisés levantó en alto la
serpiente en el desierto,
también es necesario que el Hijo del hombre sea
levantado en alto,
para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.”
PRIMERA
LECTURA
Lectura de los Hechos de los
Apóstoles 4, 32-37
La multitud de los creyentes
tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como
propios, sino que todo era común entre ellos.
Los Apóstoles daban testimonio
con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima.
Ninguno padecía necesidad,
porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a
disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus
necesidades.
Y as¡ José, llamado por los
Apóstoles Bernabé -que quiere decir hijo del consuelo- un levita nacido en
Chipre que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los
Apóstoles.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 92, 1ab. 1c-2. 5 (R.: 1a)
R. ¡Reina el Señor, revestido
de majestad!
¡Reina el Señor, revestido de
majestad!
El Señor se ha revestido, se
ha ceñido de poder. R.
El mundo está firmemente
establecido:
¡no se moverá jamás!
Tu trono está firme desde
siempre,
tú existes desde la eternidad.
R.
Tus testimonios, Señor, son
dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos. R.
EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio
según san Juan 3, 7b-15
Jesús dijo a Nicodemo: «Ustedes tienen que renacer de
lo alto.» «El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde
viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu.»
« ¿Cómo es posible todo esto?», le volvió a preguntar
Nicodemo.
Jesús le respondió: « ¿Tú, que eres maestro en Israel,
no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y
damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si no creen cuando les hablo
de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán
cuando les hable de las cosas del cielo?
Nadie ha subido al cielo, sino
el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés
levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo
del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan
Vida eterna.»
Palabra del Señor.
PARA
REFLEXIONAR
Jesús entra en diálogo con Nicodemo, un judío maestro
de la ley y seguramente del grupo de los fariseos. Su observancia no le impide
a Nicodemo sentir vacío e inquietud, y, por tanto, hacerse preguntas en torno a
su fe. Probablemente por esto decide hablar con el Maestro.
Jesús lo invita a “nacer
de nuevo”; ¿será que debe
entrar de nuevo al seno materno? Lo que Jesús pide es un cambio interior
radical y necesario en la vida de todo creyente. Es un renacer por la
misericordia de Dios. Es un renacer espiritual, por tanto integral, es decir,
que envuelve todo nuestro ser.
Aquí Jesús habla de “vida eterna”, es
decir, de Dios mismo presente en la vida, en las relaciones, en los anhelos de
paz para el mundo. Dios, en Jesús, ofrece así a todos la vida plena. El ser
humano tiene que optar entre la vida y la muerte. Quien de alguna manera es
enemigo de la vida, se condena él mismo a morir.
En resumen, el diálogo con Nicodemo nos enseña que
no se puede obtener plenitud y vida por la observancia de la Ley, sino por la capacidad de amar.
no se puede obtener plenitud y vida por la observancia de la Ley, sino por la capacidad de amar.
***
En estos versículos del Libro de los Hechos nos
encontramos con una enunciación del ideal de la
Iglesia según Lucas. Todos los miembros escuchan con
atención la enseñanza apostólica; hay comunidad de vida, se participa de una
comida comunitaria, terminando con la Eucaristía o Cena, tal como Jesús había
ordenado; se participa de la oración en la sinagoga porque ya no había
sacrificios, pues el Templo había sido destruido, así como de la oración
específicamente cristiana, pidiendo sobre todo la venida del Reino; se hacen
prodigios y señales que maravillan o impresionan a todos.
Sin embargo la descripción de la primera
comunidad queda resumida en la afirmación: “lo ponían todo en común”, que pasa a ser el
ideal de los cristianos y una fuerza evangelizadora importante para la Iglesia
naciente. No son sólo los bienes materiales los que se ponen en común; es también la oración, la fe en la presencia del
resucitado, la alegría de estar juntos, las preocupaciones y las esperanzas.
***
En el evangelio continúa el diálogo entre Jesús y Nicodemo. A esta altura de la
conversación Jesús pone de relieve el carácter misterioso de la realización
del nuevo nacimiento “por el agua y el
Espíritu Santo”.Su obra va más allá de lo que
el hombre puede entender. Por eso la imagen del viento como figura
del Espíritu, ayuda a hacer presente lo imposible de expresar en categorías
humanas.
La libertad,
docilidad y apertura hacia el futuro, es la gran característica del hombre que nace del Espíritu.
Al comienzo del diálogo, Nicodemo había reconocido a Jesús como Maestro venido
de Dios. Ahora Jesús exige ser reconocido verdaderamente en su autoridad y que
se acepte su testimonio.
Jesús trata de
trasmitir en palabras la experiencia que únicamente Él ha podido traer “del cielo”. Esta experiencia es ahora patrimonio
de aquellos que aceptan su testimonio y lo comparten.
Se trata de una experiencia
muy distinta a la que viven Nicodemo y su gente, que manejan la Ley
y la Escritura a la perfección; pero se quedan en el campo del cumplimiento
legalista, sin dar lugar a unaverdadera experiencia del
espíritu de la Ley y de la Escritura. Por eso aquellos que representa
Nicodemo, no pueden dar el testimonio que brindan los discípulos de Jesús que
experimentan desde adentro, la vida
completamente nueva que los llama a trascender y a compartirla.
Este nuevo comienzo exige de nuestra parte la fe en el
Hijo de Dios, enviado por el Padre, como signo de su amor. El
simbolismo final de la serpiente de Moisés, no afirma que la humanidad
podrá comprender el acontecimiento de la salvación, por medio de la cruz y
curar de su mal, como los judíos curaron en el desierto de las picaduras de las
serpientes mirando la serpiente de bronce; los discípulos podrán hacerlo, obedeciendo a Dios y dirigiendo la mirada al crucificado
portador de la vida eterna. Elnuevo nacimiento
de Dios y la fe en el Hijo de Dios nos
conducen a la verdadera vida.
PARA DISCERNIR
¿Experimento que la vida puede ser distinta desde la
Pascua?
¿Miro las cosas desde lo alto?
¿Pido la fuerza del Espíritu para vivir como
resucitado?
REPITAMOS A LO
LARGO DE ESTE DÍA
Reina, El Señor, glorioso en medio de nosotros».
PARA LA LECTURA
ESPIRITUAL
…El fin de una comunidad no puede ser sólo ofrecer a sus componentes un sentimiento de bienestar. Su objetivo y su significado son más bien hacer que todos los miembros puedan incitarse unos a otros, día a día, a recorrer juntos el camino de la confianza, con madurez, con lealtad y en medio de la afectividad; que puedan aclarar los malentendidos que se producen; que puedan resolver los conflictos y, sobre todo, que puedan arraigarse en Dios. Y es que, en una comunidad, sólo podremos vivir bien a la larga si dirigimos de continuo nuestra mirada a Dios como nuestra verdadera meta y causa última de nuestra vida…
A. Grün, A onore del cielo, come segno per la terra, Brescia 1999, p. 151.
PARA REZAR
Señor resucitado
Tú vives, has resucitado de entre los muertos.
Tú vives, ha sido un milagro patente.
Tú vives, la muerte ha sido vencida.
Tú vives, la vida es más grande que la muerte.
Tú vives, primicia de todos los vivos.
Tú vives, y eres la vida.
Tú vives, tu carne no ha conocido la corrupción.
Tú vives, no has sido abandonado a la muerte.
Tú vives, y nos enseñas el camino de la vida.
Señor Resucitado, sé nuestra fuerza, nuestra vida.
Señor Resucitado, danos la alegría de vivir.
Señor Resucitado, ábrenos a la inteligencia de las Escrituras.
Señor Resucitado, enséñanos a caminar como hermanos a tu encuentro.
Señor Resucitado, haz de nosotros una comunidad en marcha,
una comunidad viva y de vida.
Señor Resucitado, pon calor en nuestros corazones.
Señor Resucitado, pon claridad en nuestros ojos de creyentes.
Señor Resucitado, pon humildad en nuestra vida entera
para reconocerte como vivo.
Señor Resucitado, pon espíritu en nuestra alma
para confesarte delante de todos con valentía.
LECTIO DIVINA
Nadie ha subido al cielo,
sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre
sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 3, 7b-15
Jesús dijo a
Nicodemo: «Ustedes tienen que renacer de lo alto.»
«El viento
sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.
Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu.»
«¿Cómo es
posible todo esto?», le volvió a preguntar Nicodemo.
Jesús le
respondió: «¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro
que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos
visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si no creen
cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de
las cosas del cielo?
Nadie ha
subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está
en el cielo.
De la misma
manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es
necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que
creen en él tengan Vida eterna.»
Palabra del
Señor.
LECTURA
- ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la
lectura:
El evangelio
de hoy nos trae la conversación de Jesús con Nicodemo. Nicodemo había oído
hablar de las cosas que Jesús hacía, se había quedado impresionado y quería
hablar con Jesús para poder entender mejor. Pensaba saber las cosas de Dios.
Vivía con la libreta del pasado en la mano para ver si la novedad que Jesús
anunciaba era conforme con lo antiguo. En la conversación, Jesús dice a
Nicodemo que la única manera que él, Nicodemo, tiene de entender las cosas de
Dios es ¡nacer de nuevo! Hay veces que somos como Nicodemo: aceptamos solamente
aquello que concuerda con nuestras viejas ideas. Otras veces, nos dejamos sorprender
por los hechos y no tenemos miedo a decir: "¡Nací de nuevo!"
Cuando los
evangelistas recuerdan las palabras de Jesús, tienen bien presentes los
problemas de las comunidades para quienes escriben. Las preguntas de Nicodemo a
Jesús, son un espejo de las preguntas de las comunidades de Asia Menor, del
final del siglo primero. Por esto, las respuestas de Jesús a Nicodemo son, al
mismo tiempo, una respuesta para los problemas de aquellas comunidades. Así los
cristianos hacían la catequesis en aquel tiempo. Muy probablemente, el relato
de la conversación entre Jesús y Nicodemo formaba parte de la catequesis
bautismal, pues allí se dice que las personas han de renacer del agua y del
espíritu (Jn 3,6).
Juan 3,7b-8: Nacer de lo alto, nacer de nuevo, nacer
del Espíritu.
En griego, la
misma palabra significa de nuevo y de lo alto. Jesús había dicho: “Quien no
nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3,5).
Y añadió: "Lo que nace de la carne es carne. Lo que nace del Espíritu
es Espíritu" (Jn 3,6). Aquí, carne significa aquello que nace
solamente de nuestras ideas. Lo que nace de nosotros tiene nuestro tamaño.
Nacer del Espíritu es ¡otra cosa! Y Jesús vuelve a afirmar otra vez lo que
había dicho antes: “Tenéis que nacer de lo alto (de nuevo)”. O sea,
debéis renacer del Espíritu que viene de lo alto. Y explica que el Espíritu es
como el viento. Tanto en hebraico como en griego, se usa la misma palabra para
decir espíritu y viento. Jesús dice: "El viento sopla donde quiere, y
oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que
nace del Espíritu”. El viento tiene, dentro de sí, un rumbo, una dirección.
Nosotros percibimos la dirección del viento, por ejemplo, el viento del Norte o
el viento del Sur, pero no conocemos ni controlamos la causa a partir de la
cual el viento se mueve en una u otra dirección. Así es el Espíritu.
"Nadie es señor del Espíritu" (Ecl 8,8). Lo que más caracteriza el
viento, el Espíritu, es la libertad. El viento, el Espíritu, es libre, no puede
ser controlado. Actúa sobre los otros y nadie consigue actuar sobre él. Su
origen es misterio, su destino es misterio. El barquero tiene que descubrir,
primero, el rumbo del viento, luego debe poner las velas según ese rumbo. Es lo
que Nicodemo y todos nosotros debemos hacer.
Juan 3,9: Pregunta de Nicodemo: ¿Cómo puede
ocurrir esto?
Jesús no hace
nada más que resumir lo que enseñaba el Antiguo Testamento sobre la acción del
Espíritu, del viento santo, en la vida del pueblo de Dios y que Nicodemo, como
maestro y doctor, debía de saber. Pero a pesar de ello, Nicodemo queda
espantado ante la respuesta de Jesús y se deja pasar por ignorante:"¿Cómo
puede ocurrir esto?"
Juan 3,10-15: Respuesta de Jesús: la fe nace del
testimonio y no del milagro.
Jesús da
vuelta a la pregunta: "Tú eres maestro en Israel ¿y no sabes esto?"
Pues para Jesús, si una persona cree sólo cuando las cosas concuerdan con sus
propios argumentos e ideales, su fe todavía no es perfecta. Perfecta es sí, la
fe de la persona, que cree por el testimonio. Deja de lado sus propios
argumentos y se entrega, porque cree en aquel que dio testimonio.
Tomado de “Los
Carmelitas”
MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la meditación:
¿Qué significa
“renacer de lo alto”?
¿Qué cosas
habló Jesús de las cosas de la tierra y qué de las del cielo?
¿Por qué Jesús
toma la imagen del levantamiento de la serpiente en el desierto hecha por
Moisés?
ORACIÓN
- ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Oremos guiados
por el Salmo de la liturgia de hoy
SALMO Sal 92, 1ab. 1c-2. 5 (R.: 1a)
Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido, se ha ceñido de poder.
El mundo está firmemente establecido:
¡no se moverá jamás!
Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.
Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos.
Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido, se ha ceñido de poder.
El mundo está firmemente establecido:
¡no se moverá jamás!
Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.
Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos.
CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Repito varias
veces y en silencio el siguiente texto y medito en él:
«El viento
sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.
Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu.»
ACCIÓN
- ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la acción:
¿De qué manera
me dejaré llevar por el viento del Espíritu?
¿Cómo
manifiesto en mi diario vivir la alegría de creer en la Vida Eterna?
¿Con quién
compartiré lo reflexionado en la Lectio de hoy?
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